“La
Peregrina” y “ La Rawsense”
Enrique
Ivaldi.
A fines del
año 1918 o comienzos de 1919, se instala en la localidad con una fábrica de
quesos el Sr. Enrique Ivaldi, a la que
bautiza con el nombre “la Peregrina”, industrial éste que es el primero
en la zona, en abrir un establecimiento de ese tipo, figurando en el lote de
“pioneros” y “visionarios” que dan la puntada inicial, en lo que hoy es una
monumental industria: los productos lácteos.
En sus
comienzos la fábrica recibe leche de unos 15 tambos, que en litros no suman
mucho, ello no acobarda al Sr. Ivaldi que avizora un porvenir venturoso a ese
rubro comercial y por lógica a él como inversor. El establecimiento es dotado
de maquinaria moderna de entonces, con un agregado, es una fuente de trabajo
para la Comunidad rawsense.
No son
fáciles los primeros años ( así lo contaría Ivaldi pasado un tiempo ), no
obstante la “cremería”, palabra que hoy en desuso sigue adelante y su
propietario presta ayuda económica a varios vecinos del Cuartel, apoyándolos en
la compra de tierras y animales (vacunos, etc.) para que instalen su propio
tambo. El Sr. Ivaldi tiene un lema que dice: “El tambo es una chacra, que
diariamente produce”
Con el arribo
del año 1937, finalizando el mismo o comienzos de 1938, abre su 2º fábrica a la
cual denomina “La Rawsense” o “La Nº2”, que instala a la vera derecha del viejo
camino a Los Angeles, frente a las estancias de la familia Zanlungo.
Estos dos
establecimientos insdustriales son de cierto orgullo para la localidad, sus
productos son comercializados parte en nuestros páis y parte sale en
exportación al extranjero, además aquellos son fuente permanente de trabajo
para sus residentes. La firma tiene su administración y depósito en la calle
Corriente 3350/54, pleno centro de la Capital Federal, allí se concentra la
producción de Rawson y de otras fábricas que posee Ivaldi, radicadas en los
pueblos de Carboni, Chapaleoufu u de la Canal, en el partido de Tandil.
En el año 1933, el gerente general de la firma
es el Sr. Nino Bertolotti, fecha que coincide con la llegada a “La Peregrina”
de D. Abundio Pedro Garcia, “Quesero” de profesión acompañado de su esposa e
hijo menor ( el autor de esta obra ), quien como encargado permanece en el
lugar por varios años.
Al Fallecimiento
del Sr. Enrique Ivaldi, que ocurre el día 1º de Febrero de 1969, sus herederos
directos entran en un litigio sin fin, las fábricas locales cierras sus puertas
y hoy pasadas las tres décadas están en ruinas, producto de la mano
desaprensiva del hombre y a la espera de que la naturaleza termine, lo que el
hombre comenzó.
Ricky!!! que historia! con final triste y desolador, como tantos y tantos otros emprendimientos que fueron quedando en el olvido y enterrando su historia de vida!!!! estamos muy agradecidos de que puedas compartir con nosotros este relato y fotos que documentan tan bien el lugar!!! excelente como siempre!!!!! gracias!!!!!
ResponderBorrarRicky, que buen documento !!! Te felicito, unas excelentes imágenes, te agradecemos la info. Hermoso trabajo. Bss
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