El Laberinto de la Vida
Desde el día que, fruto del Amor de nuestros padres nos conciben,
vamos recorriendo este laberinto de la Vida, lleno de flores y espinas.
Luego de nueve meses, Dios marca en el calendario que debemos ver la
luz en este mundo. Y apenas lo hacemos, nos dan una palmada en nuestras nalgas
para que se escuche nuestro primer llanto y todos felices sonrían por ello.
También ese día, ÉL, pone en su almanaque secreto, la fecha en que
terminaremos de recorrerlo y encontraremos la salida.
Nos dicen que transcurrimos nuestros
primeros años, entre pañales y biberones, pero sólo lo comprobamos de grandes cuando
vemos a los nuevos nacidos, haciendo lo mismo. ¿Nosotros habremos sido iguales?
Nos carcome el cerebro por no poder recordarlo.
Cuando empezamos a gatear o dar nuestros primeros pasos, nos encierran
en un corralito, un laberinto sin salida, para limitar nuestros actos inquietos
y de grandes descubridores.
Todos pendientes de cuál palabra expresaremos primero. ¿Papá o Mamá?
Ya somos fruto de la competencia de los demás.
Al tiempo somos independientes y para demostrárnoslo y para hacer uso
de ella, nos obligan a ir a la escuela.
Con el correr de los años vamos seleccionando en el laberinto de la
vida, qué rumbo tomar, chocando contra las duras paredes de la realidad que nos
dice, por ese camino no. Quedamos allí inmóviles, muchas veces, hasta decidir
los pasos a seguir.
Momentos alegres, otros tristes, está en nosotros saber atesorar los
más dichosos, para tener un sano equilibrio en la vida.
El laberinto de la vida no es, ni más ni menos, que un péndulo, que
difícilmente logre el equilibrio. En algunos momentos estamos muy arriba, en un
extremo. En otros, abajo.
Eso es lo que debemos visualizar, como el péndulo, cuando llegamos
arriba, sin fuerzas quedamos para seguir en el mismo sentido, instantáneamente
inmóviles. Pero es transitorio, un nuevo recorrido, tendremos en sentido inverso,
pero sin lugar a dudas con las máximas fuerzas en el interior para afrontar el
nuevo recorrido, que seguro pasaremos por un instante muy abajo, muy profundo
de nuestras vidas.
La vida es tan sabia que, en ese instante, tendremos el mayor impulso
para salir de allí y subir nuevamente la cuesta hasta llegar agotados a lo más
alto.
Por ello, el péndulo, se asemeja a la alegría y a la tristeza, al bien
y el mal, que es lo que nos depara nuestro laberinto.
Si encontramos paz o guerras. ¿Cómo debemos actuar?
Ser fuertes y rígidos, no, porque esa rigidez nos convierte en
frágiles. Entonces, maleables, no, porque nos puede desviar de un objetivo
deseado o buscado.
¿Entonces? La combinación entre ambas para ser usadas en las
diferentes circunstancias del recorrido.
¿Por qué? ¿Para qué? Nos preguntamos cuando nos pasan cosas
desagradables, con un sentimiento pesimista. Pero la respuesta debe tener una
visión optimista, para seguir avanzando en el recorrido por otro camino más
saludable.
¿Pero cuando llegaremos al final? No, esa pregunta no debes hacértela,
no está en nosotros esa respuesta, está en ÉL, como dije al principio.
Por ello, no debemos parar, sí descansar, reflexionar un instante,
para seguir.
Siempre habrá flores y espinas, flores para disfrutar su belleza.
Espinas, para cambiar el rumbo cuando nos producen dolor, porque al fin y al
cabo en un tiempo también ellas nos regalarán flores.
Dedicado a Mi Madre Nelly Elvira y mi Padre Alfredo Carlos
©EDITORIAL ATRAPADOS POR LA IMAGEN
RL-2022-18030193-APN-DNDA#MJ
REGISTRO
DE PROPIEDAD INTELECTUAL
Edición:
2024 Buenos Aires - Argentina
©Autor: Ricky
Kimmich
©Diseño
de tapa: Ricky Kimmich
©Ilustraciones:
Ricky Kimmich
©Editoras:
Laura Jakulis - Isabel Santoro

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
¡Excelente! Muchas gracias, Ricky. ¡Desde Atrapados te deseamos muchos éxitos!
ResponderBorrarMiles de gracias .. buen fin de semana
BorrarFelicitaciones Ricky!
ResponderBorrargracias. .buen viaje
BorrarFelicitaciones, Ricky! Muchos éxitos!
ResponderBorrargracias a ustedes .. buen fin de semana
BorrarFelicitaciones, Ricky. Abrazón
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