Al espejo
¿Por qué persistes, incesante espejo?
¿Por qué duplicas, misterioso hermano,
el menor movimiento de mi mano?
¿Por qué en la sombra el súbito reflejo?
Eres el otro yo de que habla el griego
y acechas desde siempre. En la tersura
del agua incierta o del cristal que dura
me buscas y es inútil estar ciego.
El hecho de no verte y de saberte
te agrega horror, cosa de magia que osas
multiplicar la cifra de las cosas
que somos y que abarcan nuestra suerte.
Cuando esté muerto, copiarás a otro.
Jorge Luis Borges
Con el tiempo pudo darse cuenta que ese temor era en realidad fascinación. Abundan los espejos
en todo el laberinto de su genial Literatura.
en todo el laberinto de su genial Literatura.
Fuente: Alfredo
Jiménez G.
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