LOS PUENTES DE MADISON, UNA HISTORIA DE AMOR EN SILENCIO.
"Sólo lo diré una vez, nunca lo he dicho antes, hay certezas que sólo se presentan una vez en la vida". Son las últimas palabras que le dice Robert (Clint Eastwood) a Francesca (Meryl Streep) antes de despedirse, y alejarse en la oscuridad. Condensan las entrañas de "Los puentes de Madison" (1995), de Clint Eastwood. Pocas obras han reflexionado con tal agudeza sobre el logro, o materialización, de un puente entre dos intimidades que se sienten y comunican como no lo han hecho ni harán con otra persona. Y pocas obras han hecho sentir de modo tan conmovedor la materia de la que está constituido ese amor único, o esa "suerte" de cruce, que tan raramente se da en la vida.
"Los puentes de Madison", cómo toda película, tiene un back stage, un detrás de escena, curiosidades sobre su filmación que, tal vez , no sabías.
Aspirantes a director.
Primero: Antes de que fuera publicada la novela de Robert James Waller, la productora de Steven Spielberg, Amblin Entertainment, adquirió los derechos para el cine. En principio, en 1993, Spielberg le ofreció el proyecto a Sydney Pollack quien le propuso a Kurt Luedtke, que hiciera un primer borrador del guion, pero pronto se retiraron del proyecto. Segundo: La productora Kathleen Kennedy y Spielberg plantearon a Ronald Bass que escribiera otra versión, pero no les convenció. Tercero: En cambio, sí fue de su agrado, y de Clint Eastwood, a quien se había ya contactado para interpretar al protagonista, la adaptación que realizó Richard LaGravenese, que centraba el punto de vista en la protagonista femenina, Francesca. Le gustó tanto a Spielberg que se planteó dirigirla. Sería su siguiente película tras "La lista de Schindler". Fue él quien sugirió a LaGravanese la idea de que la narración partiera del descubrimiento por parte de los hijos del diario de su madre, y se alternaran los dos tiempos en la narración.
Cuarto: Spielberg desistió de dirigir la película, y se lo planteó a Bruce Beresford, quien trajo al guionista Alfred Uhry, con quien había colaborado en la exitosa y ganadora de tantos Oscars, "Conduciendo a Miss Daisy", pero esta versión, que convertía a Francesca en inglesa no fue del gusto ni de Spielberg ni de Eastwood, y Beresford se apeó del proyecto. Quinto: Eastwood recupera el guion de LaGravenese y toma definitivamente las riendas.
Aspirantes al papel protagonista femenino
Robert James Waller pensaba que Isabella Rossellini era la actriz idónea. Fueron también consideradas Anjelica Huston, Jessica Lange, Barbara Hershey, Mary McDonnell, Cher, Susan Sarandon, o Catherine Deneuve, con quien Eastwood había mantenido una relación fugaz en el pasado. La apuesta de Eastwood desde un principio fue Meryl Streep, sugerencia de su madre, pese a las iniciales reticencias de Spielberg. La buena química entre ambas estrellas es una de las razones del éxito de la cinta.
Meryl Streep engordó entre siete y diez kilos para caracterizar adecuadamente al personaje.
A Meryl Streep no le gustaba la novela de Robert James Waller en la que se basa la película, "Me ponía frenética cómo describía a los personajes, especialmente a Francesca. Me resultaba una mujer invisible. No me la podía imaginar de una forma completa", confesó.
Un actor hecho para un papel
En los primeros compases de las primeras versiones del proyecto, cuando parecía que iba a dirigirlo Pollack, se consideró a Robert Redford para interpretar al protagonista, pero nadie en Amblin estaba convencido de la consistencia de esa posibilidad. No le veían como un fotógrafo trotamundos. Nadie dudó desde un primer momento que ese personaje encajaba con Clint Eastwood. E incluso, como apuntó la productora Kathleen Kennedy, había mucho de Eastwood en ese personaje. Desde luego, mucho más que en su figura icónica de macho contundente de voz rasposa y gesto pétreo. En Eastwood más bien destaca ese lado gentil y caballeresco que caracteriza a Robert.
Además de dirigir y protagonizar "Los puentes de Madison", Clint Eastwood también tuvo tiempo para componer el tema central de la película en colaboración con Lennie Niehaus.
Instrucción de un fotógrafo
Ken Regan instruyó a Eastwood sobre cómo ser convincente como fotógrafo, cómo cambiar las lentes, como dominar los tiempos de exposición, cómo portar el fotómetro, o cómo enrollar la correa alrededor de los hombros. Y, sobre todo, cómo moverse, como un bailarín, con gracilidad, seguridad y confianza. Insistió a los encargados de vestuario en que se percibiera con claridad que su ropa era la de alguien acostumbrado a vivir en el exterior. Debía notarse gastada, no impecable y reluciente. Se tenía que notar que estaba expuesto constantemente a los elementos. En la cámara Eastwood siempre tenía película. Gastó en rodaje de escenas alrededor de 18 rollos.
Una relación en progresión
La planificación de un rodaje no suelen corresponderse con el orden cronológico de la narración. Eastwood, en cambio, consideró que era necesario rodar todas las secuencias que comparte con Meryl Streep de modo cronológico, porque eran dos personas intentando conocerse, tanto los personajes, como los propios actores.
Como suele ser usual, Clint Eastwood concluyó el rodaje días antes de lo previsto. Se habían calculado 52 días, pero Eastwood terminó en 42.
La escena por encima del lucimiento
En la secuencia en la que Francesca y Robert discuten, hay un instante en que Robert se vuelve de espaldas a cámara, y llora. Meryl Streep le preguntó a Eastwood por qué había decido rodarlo de ese modo, cuando tenía la oportunidad de lucirse como actor. Eastwood le contestó que le parecía que funcionaba mejor dramáticamente si no se veía directamente llorar a Robert. La actriz se quedó admirada, y desde entonces no ha dejado de halagar el talento del actor, por priorizar lo que potencia la situación dramática en vez de aprovechar para él lucirse.
La granja restaurada
La granja en la que transcurre la película, había sido abandonada treinta años atrás. Fue completamente restaurada por la diseñadora de producción Jeannine Oppenwall y sus directores artísticos, Charles William Breen y William Arnold.
La granja ardió por un incendio provocado en el 2003, casi un mes después de que el puente Cedar Bridge se destruyera (en el que los dos personajes protagonistas tienen su primer encuentro).
La presencia inspiradora.
Aunque no compartió ninguna secuencia con ellos, Meryl Streep procuró estar presente en las escenas que rodaban los actores que interpretan a sus hijos cuando son adultos. Tanto Annie Corley como Victor Slezak, reconocieron que ese detalle les ayudó mucho a sentir de modo más manifiesto la ausencia de la madre y así perfilar con más precisión la relación con sus recuerdos.
La película que evadió a la censura.
Es una de las pocas películas calificadas en Estados Unidos como permitidas a mayores de 13 años en las que se utiliza la palabra "fuck", en una situación sexual. Por utilizarla en una escena, cuando Francesca dice "O deberíamos follar sobre el linóleo la última vez", se había calificado a la película en la categoría 'R' (público restringido: no apta para menores de 17 años no acompañados). Clint Eastwood apeló y consiguió que la recalificaran.
Las escenas de sexo se rodaron en la más absoluta intimidad.
Para rodar estas escenas, Clint Eastwood hacía salir del set a todo el mundo a excepción del cámara.
Meryl Streep utilizó una doble para su cuerpo.
Fue en la escena del espejo, pero es habitual cuando sus personajes se tienen que desnudar. Por eso incluye esta cláusula en los contratos.
"No quiero necesitarte, porque no puedo tenerte" es una de las frases de cine más famosas e icónicas de la historia, y nos la dio "Los puentes de Madison".
La película se toma su tiempo. Dura más de dos horas. Pero parece la única manera de mostrar ese romance, de ver cómo aparece la atracción, cómo se enciende el amor. Para hacernos ver que ese amor de cuatro días es para toda la vida. “Es una historia que no se puede apurar, que hay que mostrar casi en tiempo real. Si no se corre el riesgo de quedarse sólo con el esqueleto de una historia, con una historia muerta”, declaró Eastwood. Era la única manera de ver el conflicto interno de Francesca, sus dudas, sus temores, la manera en la que sopesa los riesgos, la ansiedad.
"Los puentes de Madison" es una película que nos muestra lo que el personaje de Francesca dice en off, que, “el misterio del amor es puro y absoluto”.
Idea, investigación y Edición: Isa Santoro.
Administradora de Atrapados por la Imagen.
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"Los puentes de Madison", una película inolvidable, que habla de amor, decisión y coraje. ¿Quién no ha sentido el impulso de gritarle a Francesca: "¡Deja todo y entrégate al amor!"? Un dato curioso, el cual descubrí gracias a tu investigación, fueron los consejos de Ken Regan, quien instruyó a Eastwood para que interpretara de manera creíble el papel de fotógrafo. Querida amiga, gracias por este trabajo tan hermoso, ¡es un placer, tenerlo en Atrapados! ¡¡Besos y abrazos infinitos!!
ResponderBorrarLaura, Qué lindas palabras, muchos gracias amiga, también soy de las que piensan que tendría que haber bajado de esa camioneta, para no quedarse con eso que, a veces, nos puede suceder, el preguntarnos, ¿Qué hubiera pasado si....? El tema de la película muestra ese amor a primera para el cual bastaron sólo cuatro días, para que fuera eterno!! Amo hacer domingo de curiosidades, y te agradezco siempre la libertad que me das para hacerlo, para elegir! Abrazo gigante, amiga!! 💜💚
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