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Recorriendo los campos de Rawson, llegamos con Kotata a un pequeño puente de hormigón, sobre un arroyito.
Como es de imaginar, es casi seguro que haya algún nido debajo de ellos y principalmente de Golondrinas, lugar ideal para que ellas amplíen su familia. Con mucho silencio y cuidado, tratando de no perturbar a la familia, bajamos por un difícil terraplén. Allí lo descubrimos.
La primera foto desde un extremo, las demás desde el otro lado, ocultándome detrás de las columnas de hormigón, para que la madre no me vea o no se incomode.
Luego de un rato, y de escuchar a la madre gritar , los polluelos empezaron a pedir alimento. A boca bien abierta.
Pude lograr dos documentos, dos escenas. Labor cumplida, no debía incomodar más a la naturaleza. Me retiré sigilosamente, con una gran felicidad en el corazón.
Preciosa y tierna imagen captada, sobretodo en situaciones difíciles, Ricky gracias por compartir experiencias y tus fotos con nosotros. Hermoso trabajo. Bss
ResponderBorrarGracias ,,, uno cuando recorre los campos .. debe estar alerta a todo ... además ... uno va aprendiendo donde se pueden encontrar diferentes situaciones
ResponderBorrarBellísima, Ricky!!
ResponderBorrarmuchas gracias
Borraruuuuhhhh que toma preciosa!!!!!!!!!! imagino toda la escena de tu relato y también tu cara de felicidad!!! jaja felicitaciones amigo!!!!!
ResponderBorrarson momentos maravillosos .. que uno no olvida en la vida
Borrarpor supuesto!!!!!
BorrarQue intenso lo que has vivido al capturar estas escenas Ricky, preciosa,una ternura de imagen.Saludos
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