Para entender por qué un cementerio también puede estar lleno de arte, sólo hay que acercarse al de Poblenou. Cuenta con dos áreas diferenciadas, la original y la que se amplió durante la segunda mitad del siglo XIX. Está salpicado de rincones de gran interés artístico, histórico y emocional.
Se trata de un pequeño museo funerario repleto de esculturas y rinconcitos de gran armonía. Es una obra del arquitecto italiano Antonio Ginesi, y fue el resultado de la reconstrucción que tuvo lugar en 1819, tras la destrucción que sufrió el antiguo cementerio del Este en 1775 a manos de las tropas napoleónicas. De sobrio estilo neoclásico, apunta elementos de inspiracion egipcia.
Luisa, de verdad una foto impactante visualmente y emotiva, te felicito.Supiste captar el espíritu de la obra. Gracias por la información y tu aporte. Bss
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