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martes, 7 de febrero de 2023

Concurso Artístico: "EL DÍA QUE LA TIERRA DEJó DE GIRAR" Mario Kelman

 Crónica de hechos poco conocidos 4

"El día que la Tierra dejó de girar"

Por Mario Kelman




Amanece con suavidad.

Es agradable salir al rellano de la galería y recibir en la piel la frescura de la brisa matinal.

Parece un día más, igual a otros. Sin embargo, algo distinto flota y se huele en el aire.

Se advierte una diferencia indiscernible aún, que va dejando lugar a una creciente inquietud; tal como ocurre con la calma cuando precede a la tempestad.

Algunos hablan de murciélagos en su sopa. Otros hablan de ocultos laboratorios y fugas fuera de control. Hay quienes arriesgan teorías paranoicas de complots y planes para ejercer el dominio del planeta. Le llaman aleteos de mariposa.

Con el transcurrir del tiempo y la sucesión de los hechos, llega el tiempo de la comprensión de lo que ya ocurría en forma imperceptible y se extiende por el mundo entero.

Un hecho inédito y traumático se derrama a borbotones, inunda el presente y convierte al futuro en una cruel amenaza. La irrupción de un virus llamado COVID introduce un factor letal.  Una presencia mortífera se introduce en la escena que aloja la existencia cotidiana, con consecuencias devastadoras: ese día se detiene la vida de la humanidad.

Los niños correteando en la vereda paralizan su marcha. La caricia que se extiende al cuerpo de la amante nunca termina de llegar a su cuerpo. El operario en la fábrica congela su gesto en la máquina, mientras que el militar se eterniza haciendo la venia y la muchedumbre en la calle queda en silencioso reposo con la vista distraída. Según cuentan hasta los aviones permanecen en un vuelo inmóvil, del mismo modo que los vehículos en las calles y las carreteras. Los medios enmudecen, dejándose oír sólo el silencio sibilante del viento.

Aunque continúan sucediéndose los días y las noches, la parálisis se abate sobre la Tierra, que deja de girar sobre su eje; sin que los científicos, absorbidos por su abnegado trabajo, se percaten de ello.

¿Qué transmiten los cientistas ante semejante misterio?

Se ha producido la propagación de un virus con la propiedad adquirida de atravesar la barrera de las especies e invadir el ámbito humano.

Afirman que la partícula aislada de un virus se llama virión. Se trata de una biomolécula a la que no se la considera en estado viviente, mientras esté inactivada.

Sorprendente. 

No tiene vida “per se” excepto cuando ingresa a una célula que infecta. El virión cobra vida al replicarse asumiendo el comando de la célula en la que ha irrumpido. Al salir del cuerpo retoma su estado de partícula viral no viva. 

El virión requiere de un huésped para activarse y replicarse. Otra curiosa paradoja de la ciencia, consistente en que se nombra huésped al organismo que aloja y no al alojado; lo cual aumenta el misterio. 

Se trata del enigma de una partícula de vida inactivada que al ingresar en el viviente lo desvitaliza y cobra vida en su desmedro. 

Ahora bien, “no vivo” necesariamente no es muerto. 

Entonces, ¿la vida inactivada es una  nueva categoría?

Acaso no podría considerarse que algo ya había operado con anterioridad al COVID. Esta nueva categoría de “no vivo” podría utilizarse para pensar el estado de los llamados individuos de la posmodernidad alienados en el consumo estandarizado, retratados cinematográficamente como the walking dead…

La vida como la muerte, siempre un misterio. Por sobre ello, la reproducción de la vida, una pregunta que es respuesta, cada vez.

En realidad, ha pasado inadvertido que los tremendos efectos del COVID disimulan los efectos de la pandemia del absurdo.

El absurdo se ha desatado y abatido sobre la humanidad.

El absurdo es el nombre del estado en que se encuentra la política contemporánea, una aporía que nunca se resuelve.

Sirve de consuelo la enseñanza que nos deja, demostrando lo errado de la teoría Dialéctica de Hegel y de Marx. Allí también hay una detención del movimiento, precisamente en el segundo tiempo de lo particular que hace oposición. No hay síntesis.

Basta recorrer los países y recoger declaraciones y noticias de prensa del tiempo reciente transcurrido, para que el absurdo de la aporía quede expuesto y evidente.

Jefes de Estado con grandes discursos que esconden en su envés, grandes festejos clandestinos y excesos vergonzantes. Vacunados de privilegio que se creen con derecho a hacerlo. Un surfer estigmatizado por atreverse a circular, es escoltado hasta su casa por una severa custodia y un remero audaz que se atreve a remar solitariamente en su embarcación es reprendido y prontamente perseguido por un helicóptero. Una gripezinha caribeña que desconoce el riesgo e invita a asomarse alegremente a lo peor. Encierros férreos de ciudades enormes y poblaciones  más que numerosas, cada edificio con su centinela de cuarentena; y los muertos…

Parece una generalidad, pero no por generalizado deja de existir una responsabilidad. Inevitablemente los gobiernos ocultan los muertos, incluso en debacles naturales como una epidemia o una inundación.

En una ocasión nocturna y sorprendente, una ciudad importante del litoral se ve cubierta de agua casi por completo, por el avance irrefrenable de las aguas de un río caudaloso.

En la mañana, mientras el periodista radial informa con tono de lamento que oficialmente se reconocían seis víctimas fatales yacentes en la morgue del municipio; una enfermera relata en el Hospital, que integrando una cuadrilla de asistencia improvisada navegando en un bote precario a la busca de sobrevivientes, encuentra ocho cadáveres flotando a la deriva, en menos de una hora. Con un gesto de piedad, atan los cuerpos inertes para llevarlos a dar sepultura, en una fatal ristra a remolque de cada golpe de remo. Sólo en una hora….

¿Por qué el ocultamiento de los muertos? ¿Hay muertes absurdas?

Evidentemente, un giro es otra cosa que el movimiento.

Un giro es un movimiento que involucra lo real y da lugar a un nuevo sentido.

La Tierra deja de girar y la existencia hoy ocurre en el vacío de un movimiento vicioso y estéril, en un absurdo sin sentido. Una puja de fuerzas que antagonizan en aporías fragmentadas sin resolución, sólo soportable en una supervivencia en modo virión. 

Mientras, acontecen tragedias. Como la guerra. El horror inimaginable. Algunas guerras publicitadas y otras guerras transcurren inadvertidamente, sin que la extinción humana importe demasiado. A veces la muerte toma una forma más civilizada pero no menos cruenta, como la segregación y la exclusión social.

La pandemia COVID se ha atenuado, la vida recupera movilidad y fuerza.

Pero la Tierra ¿recuperará su giro? ¿Será posible un despertar y la producción de un nuevo sentido, una nueva política que devuelva vida y deseo a la existencia?

La palabra clivada que hace acontecimiento, ¿recuperará su anclaje y valor humanizante?





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8 comentarios:

  1. "Un giro es un movimiento que involucra lo real y da lugar a un nuevo sentido.
    La Tierra deja de girar y la existencia hoy ocurre en el vacío de un movimiento vicioso y estéril, en un absurdo sin sentido. Una puja de fuerzas que antagonizan en aporías fragmentadas sin resolución, sólo soportable en una supervivencia en modo virión." Mario felicito tu relato, un lujo!!!!! gracias por sumarte!!!! te deseamos éxitos!!!! PD: estoy siguiendo la serie The Walking Dead, alegórica!!!!

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    1. Gracias Laura. No es casual la producción de esa serie, porque algo de la época actual se refleja, queda retratado ahí.

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  2. Un enfoque certero y concreto. El COVID fue, sin dudas, un parate de todo el Planeta. Nos permitió asistir a las distintas reacciones posibles, a sus consecuencias. Todas las miserias humanas afloraron rapidamente, pero también los valores y la solidaridad ( recuerdo los aplausos al personal sanitario o los cantos desde los balcones,etc., etc.), la esperanza en un cambio rotundo y superador....y, después, el enésimo desengaño: nada cambió.
    Mario Kelman nos deja espiando por el ojo de la cerradura:
    "Pero la Tierra ¿recuperará su giro? ¿Será posible un despertar y la producción de un nuevo sentido, una nueva política que devuelva vida y deseo a la existencia?
    La palabra clivada que hace acontecimiento, ¿recuperará su anclaje y valor humanizante?"

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    1. Gracias Pedro. Admito que son preguntas con un sesgo realista y sin una respuesta que individualmente se pueda dar, sino un porvenir que sera respuesta.

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  3. Mario, la pandemia nos demostró cuán frágiles somos , donde afloraron la solidaridad, la entrega y también las miserias humanas . Nos descolocó y quedamos temerosos , ahora científicos chinos nos hablan de que la tierra dejará de girar, y mil preguntas y fantasías nos desafían a futuro . Vos lo expresás muy atinadamente y nos faltan las respuestas. Gracias por tu relato, y mucha suerte!!!

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    1. Gracias Tesi. Comparto, la vida es frágil y la vulnerabilidad es una clave de la existencia humana.

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  4. Mario Kleiman concluye su crónica con una pregunta clave,que surge de acontecimientos cercanos y no por ello nuevos en cuanto a su magnitud. La humanidad se reitera en acontecimietos similares, y el hombre los toma como una nueva forma de comenzar... y porque no? Venimos a este mundo y nos dan dos herramientas poderosas, el Ego y el Amor; quizás en un ejercicio equilibrado de ambos esté la respuesta, quizás sea una utopía.
    Excelente deasafío Mario. Felicitaciones!!!

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  5. Gracias Marta. Lo que se reitera nos da la oportunidad que de la repetición de lo mismo se engendre lo diferente, lo nuevo. Brindemos con los mejores augurios.

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