SAN ANTONIO DE ARECO, CUNA DE LA TRADICIÓN
A tan sólo una hora y media de la Ciudad de Buenos Aires por la Ruta Nacional 8, se puede llegar a San Antonio de Areco. Gracias a sus calles coloniales, el tiempo parece que se hubiese detenido y sólo se tiene que ir a la mesa de una pulpería para convencerse.
Hoy en Domingos de Curiosidades te contamos su historia.
En el siglo XVII se registraron los primeros asentamientos jesuitas sobre el Río Areco. Comenzó a formarse una suerte de aldea, lo que empezó a ocasionar choques entre los españoles y los pueblos originarios del lugar. En 1714, los querandíes atacaron la región. Los colonos, para librarse de ellos, prometieron construir una capilla bajo la advocación de San Antonio de Padua. Los hispano-criollos no tardaron en cumplir su palabra.
Con el crecimiento de la población, el Cabildo Eclesiástico de la Ciudad de Buenos Ayres, declara a San Antonio de Areco como una de las primeras siete “Parroquias de campaña”, firmándose el documento el 23 de octubre de 1730, fecha que se considera la partida de nacimiento del pueblo.
Antes de la llegada de los españoles a América, la región estaba poblada por comunidades indígenas como los Ranqueles, los Querandíes o los Pampas. Paulatinamente, debido al avance español contra la cultura autóctona, las tribus han desaparecido dando paso al mestizaje entre indígenas, conquistadores y esclavos negros. Es así que va a nacer el icónico gaucho .
El gaucho es una figura emblemática en San Antonio de Areco. Las tradiciones y costumbres inspiradas en la vida gauchesca permanecen a lo largo de los años y en noviembre se celebra el mes de la tradición.
El puente viejo
Con la caída de Rosas en Caseros, ocurrida en febrero de 1852, comienza en el país una etapa de divisiones. La provincia se organizó en municipalidades cuya misión era administrar y guardar los intereses de cada una de estas jurisdicciones. Es así que, el 22 de mayo de 1856 se instala la Municipalidad de San Antonio de Areco, que queda a cargo del Juez de Paz Don José E. Martínez.
Una de las obras de mayor importancia que realizó fue disponer el tendido de un puente sobre el Río Areco que facilitara las comunicaciones entre ambas costas. Primeramente se le llamó "El Puente de los Martínez", para después tomar el nombre con que llega a la actualidad: "El Puente Viejo". Todo hace suponer que toma ese nombre cuando se construye el puente de madera seis cuadras mas adelante río abajo y que se denominó El Puente Nuevo hasta su bautismo actual como "El Puente Gabino Tapia".
El Puente Viejo fue construido en 1857, los fondos se reunieron con la emisión de acciones que fueron tomados por vecinos que constituyeron un cuerpo de administración. Se sabe, por cierto, que es uno de los primeros puentes del país en los que se cobró derecho de peaje. Funcionaba durante el día y había una casilla en una de sus cabeceras, con el guardián que era el cobrador del peaje. Al caer la noche, el acceso era cerrado con cadenas. Varios accionistas donaron sus recaudaciones de inversión a la municipalidad, hasta que en 1858, se entregó la administración del puente al municipio. Este puente se encuentra en el Camino Real que, antes de la independencia Argentina, permitía viajar entre el Alto Perú y Buenos Aires.
Ricardo Güiraldes y San Antonio de Areco
En San Antonio de Areco se transmiten desde hace varios siglos las tradiciones y costumbres inspiradas por los gauchos, pero el pueblo ha abrazado toda su fama tras la publicación, en 1926, del famoso libro "Don Segundo Sombra", que narra el encuentro entre un gaucho y un huérfano en la Blanqueada, una pulpería emblemática de la ciudad.
El escritor del libro, Ricardo Güiraldes, vivió allí mucho tiempo, de hecho, hay un museo dedicado a la tradición gaucha que lleva su nombre. En su libro "Don Segundo Sombra", el escritor describe a un hombre pobre, aunque más rico que nadie, ya que no teniendo nada, no desea más. Esta visión idealizada ahora pertenece a la historia; los gauchos se establecieron y aumentaron el ganado en tierras de los estancieros. Sin embargo, encontrar estos centauros de las Pampas es una experiencia única. Su cultura aún es fuerte en tradiciones vivas.
El poeta y novelista argentino Ricardo Güiraldes, autor de “Don Segundo Sombra” fue el ganador del Primer Premio Nacional de Literatura por esta obra. Muchos historiadores y habitantes locales aseguran que para su personaje principal, el novelista se inspiró en Segundo Ramírez, un gaucho de la ciudad.
Ramírez trabajó y vivió un tiempo en la estancia La Porteña (la cual pertenecía en aquel época a la familia Güiraldes), luego trabajó en la estancia La Fe, y finalmente se fue a vivir a la estancia La Lechuza.
El pueblo ha conservado a lo largo de los siglos, su historia, patrimonio e identidad, convirtiéndose en uno de los lugares históricos más visitados de la provincia de Buenos Aires.
Cada año, en San Antonio de Areco, alrededor del 10 de noviembre, se celebra la Fiesta de la Tradición, el encuentro oficial de los Gauchos Argentinos, con una serie de actividades típicas.
Segundo Ramirez
Los comienzos de la fiesta de la tradición
La inauguración de la primera Fiesta del Día de la Tradición tuvo lugar en 1939, con la participación de terratenientes y gauchos en los alrededores de San Antonio de Areco. El Parque Criollo no tenía el equipamiento y la infraestructura de hoy. Las jineteadas, por ejemplo, se realizaban directamente frente al público, incluso en medio del mismo, sin protección de barreras o alambre de púas. Una pequeña plataforma de madera servía como tribuna municipal para los notables. El desfile de los gauchos aún no existía.
Al año siguiente, la fiesta comienzó a tener lugar en la ciudad de La Plata, pero ya en 1941, volvió a estar en San Antonio de Areco.
Los primeros desfiles son realizados alrededor de la plaza principal del pueblo. Los gauchos comienzan a exhibir sus mejores caballos y su rica parafernalia hecha de piezas de platería, a menudo en oro y plata. Con sus cabezas en alto y sus ojos orgullosos, hacen piafar a sus caballos, es para ellos la ocasión de demostrar su destreza sobre ellos y su elegancia.
En aquella época, el asado se servía en la cocina instalada en el antiguo Salón Guerrico, en el borde de la plaza Arellano. En ese mismo lugar se hacían, las guitarreadas y los bailes. Al caer la noche, la fiesta alcanzaba su pico en el Hotel Plaza, en la esquina de las calles Don Segundo Sombra y Ruiz de Arellano.
Hoy en día, el festival continúa teniendo lugar en el centro histórico de la ciudad, pero también en el corazón del amplio Parque Criollo donde los gauchos más valientes compiten durante las jineteadas, tan peligrosas como espectaculares.
La Fiesta de la Tradición se ha convertido en un festival anual muy popular en Argentina y ver a las diferentes generaciones de gauchos desfilar con orgullo por la ciudad, es un espectáculo único que no se debe perder.
El 20 de enero de 2015, el Congreso de la Nación promulgó la ley N° 27.105, que distingue a San Antonio de Areco con el título de Capital Nacional de la Tradición.
San Antonio de Areco es un destino turístico que ofrece una experiencia única para aquellos interesados en la historia, la cultura y las tradiciones gauchas de Argentina.

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¡Un informe mágico al estilo de Isa Santoro! Gracias Amiga!
ResponderBorrarMuchas gracias Lau, me alegra que haya gustado! Abrazo grande, amiga!💜💚
BorrarBuen trabajo Isa, allí se mantiene mucho de nuestra tradición campera.
ResponderBorrarGracias
Muchas gracias, Martita, es verdad, no todos conocen lo que encierra esta Ciudad. Me alegra mucho que te haya gustado. Abrazo grande, amiga.
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