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domingo, 21 de septiembre de 2025

DOMINGOS DE CURIOSIDADES. HOY, BAR DE CAO

 BAR DE CAO, EL EMBLEMA DE SAN CRISTOBAL



A principios del siglo XX existía una categoría de comercio que hoy ha caído en desuso, el "Almacén-Bar". Eran sitios, generalmente ubicados en esquinas, que funcionaban como despacho de comestibles y que se comunicaban por una pequeña puerta con el bar. En muchos barrios, sobre todo en aquellos donde los espacios verdes no abundaban, estos lugares servían de espacios públicos de sociabilidad, encuentros, novedades y celebraciones. El barrio de San Cristóbal luce con orgullo una auténtica joya patrimonial que supo llamarse "Despacho de comestibles al por menor. Venta de bebidas en general y despacho de bebidas alcohólicas. Cao Hermanos". Hoy, Bar de Cao.

Hoy en Domingos de Curiosidades, voy a contarte su historia y algunas curiosidades que , tal vez, no conocías.


LA HISTORIA

La historia, sin lugar a dudas, comienza con la llegada de los primeros Cao a Buenos Aires.

Familia oriunda de San Tirso de Abres (Asturias, España) que trasladó una porción de sus tierras y tradiciones a la clásica esquina porteña. Nace así entonces "La Armonía", como fue bautizado en un principio aquel almacén con despacho de bebidas. No es casual el nombre ya que recuperaba parte del espíritu de aquellas tierras bucólicas que los vieron crecer.




Entre los hermanos Julio, Vicente y Pepe se repartían los quehaceres. Si bien abrían de 8 a 23, se turnaban para dormir la siesta. Para ese entonces el local se encontraba separado en bar y almacén y la división la marcaba una fideera que aún forma parte del mobiliario actual. Fieles a sus tradiciones, los jueves por la tarde cerraban para reunirse con sus compatriotas en los centros españoles de Olivos y disfrutar de sus orquestas, bailes y comidas típicas.

Esas comidas también se vendían en su propio almacén y eran de las más aclamadas por la clientela del barrio. Los fiambres cortados en el momento, el jamón crudo y las sardinas españolas eran algunas de las especialidades de "La Armonía". Los fideos, el azúcar, el arroz suelto para venta al peso, las galletitas de lata, las legumbres, las conservas y los artículos para el hogar se vendían como pan caliente en el vecindario. El vínculo era tal que los clientes más fieles anotaban su compra en el cuaderno de los Cao para saldarla a fin de mes. La famosa libreta.
Tras la muerte de Vicente en 1999, su hermano Pepe sostiene el negocio sólo 6 meses más. Y en el año 2000 cierra.

Lo que sigue es una lucha de supervivencia. Lo reabre un vecino, fotógrafo, Rosales, y lo llama "El almacén". Fracasa. Lo maneja  el músico Jorge Muhary , lo llama "Bar de Cao", pero no prospera.
Hasta que es administrado por el grupo gastronómico de Pablo Durán, y es reabierto en 2005 con una fisonomía que respeta el espíritu original y mantuvo no sólo las paredes, muebles y vitrinas de lo que fue aquel clásico almacén y bar sino también, las picadas, el jamón crudo, las sardinas con cebollas y los escabeches que corren a la orden del día como hace más de cien años en este clásico bar porteño.
 


El local conserva el mostrador, la puerta de entrada, las grandes vitrinas y las baldosas que decoran el piso. Una chapa enlozada en blanco y azul es testimonio de esa época, así como las mesas, las heladeras antiguas, y la estantería, poblada de botellas cubiertas de polvo, ubicada detrás de la barra. El espíritu del local original se mantuvo a pesar de las modificaciones hechas cuando se instaló el café.

El trabajo de restauración que se realizó es notable. “La gente queda fascinada por el estilo del bar y por objetos como la fideera, que es una de las pocas de aquella época que se encuentran en Buenos Aires”, cuenta Guillermo Pérez Bravo, artista plástico y encargado del restaurante.

El salón, con mesas y sillas de madera; exhibe antiguos carteles de Coca-Cola, Hesperidina y Cinzano y retratos de artistas como Mariano Mores, Carlos Gardel u Osvaldo Pugliese. Las ventanas y las vitrinas están decoradas con clásicos fileteados porteños que pintó el propio Pérez Bravo. Al fondo, se instaló un espacio dedicado a las artes plásticas, donde hay exposiciones que se renuevan cada 15 días. Bar de Cao también cuenta con mesas en la vereda, ideales para los fumadores y para quienes quieran observar el movimiento del barrio.


El "Cao" representa hoy un patrimonio cultural y arquitectónico, no sólo para San Cristóbal sino también para el resto de la ciudad. Su estilo italianizado, sus techos altos y el grado de conservación del edificio muestran que el tiempo transcurrió, pero esa esquina aún mantiene su espíritu. Tal es así que la legislatura porteña lo declaró Bar Notable y sitio de interés cultural.



El "Bar de Cao" forma parte del patrimonio vivo de la ciudad desde hace 110 años.


Idea, Investigación y Edición: Isa Santoro
Administradora de Atrapados por la Imagen



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1 comentario:

  1. Gracias Isa ....suelo ir al Bar Cao y tengo fotos...es muy lindo y cálido como ya no suele haber ...un lujo saber tanto ... gracias!!

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