Discriminados por ser católicos, sin sus tierras y sin autonomía política, los irlandeses siempre manifestaron su descontento.
En 1867 se eliminaron los privilegios de la Iglesia Anglicana y se alivió en parte la situación de los campesinos. En 1916, los británicos reprimieron duramente la insurrección de Pascua, en Dublín, pero las fuerzas reales no lograron vencer en la guerra de liberación iniciada en 1918. Al final, el Reino Unido accedió a la independencia de Irlanda, en 1921. Seis condados de la región nororiental, de mayoría protestante, continuaron bajo dominio británico, con gobierno en Belfast.
Gracias Laura, por el recuerdo y la información. Bss
ResponderBorrarGracias! Me alegra saber que te resulta interesante! Besos
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