Alessandra Sanguinetti es una fotógrafa considerada
argentina, porque aunque nació en
Nueva York en 1968, desde los dos años vivió
en Argentina hasta 2003 en que regresó a
los Estados Unidos.
Desde pequeña se interesó por la fotografía, a los nueve
años entró en contacto con
algunos libros de su madre de los cuales uno le
impactó profundamente. En él se
documentaba la vida en un pueblo de Wisconsin, EEUU,
en los inicios del SXX, con toda
crudeza se mostraban fotografías, recortes de
diarios y anotaciones de un centro
psiquiátrico. Dice Sanguinetti que le llamó
especialmente la atención la primera frase de la
introducción de este libro: “…las imágenes que están por ver son de gente
que alguna vez
estuvo viva”.
Esta frase junto con la foto de una niña que está muerta
dentro de su cajón hicieron que a
tan corta edad tomara conciencia de la
posibilidad de su propia muerte y decidiera
fotografiar: “todo aquello que más quería para asegurarme que cien años más adelante
se
supiera de nosotros”.
De niña viajaba todos los veranos al campo en la
provincia de Buenos Aires, lo que la
puso en contacto con realidades y
costumbres muy distintas a las de la ciudad, que
seguramente impactaron en su
sensibilidad. Con el paso de los años volvió al campo para
darle forma a un
proyecto fotográfico que se llamó “En el sexto día”, donde documenta con
aspereza y rigor la relación de la gente de campo con la tierra y con sus
animales a
quienes cuida y más tarde tendrá que sacrificar.
Allí, mientras realizaba este trabajo, fue que conoció a
Guille y Belinda, dos niñas de
nueve y diez años respectivamente. Y comenzó a
fotografiarlas para registrar sus cambios
físicos y psicológicos que iban
experimentando en esa etapa de sus vidas. Pero no es sólo
un estudio formal de
sus cambios externos, sus juegos y actitudes, sino que a medida que
las niñas y
más tarde adolescentes fueron tomando confianza con ella se animaron a darle
a
conocer sus sueños y fantasías.
Sanguinetti trabajó con ellas para ayudarlas a concretar
sus ideas y poder representarlas,
se volvieron estrellas de sus sueños y
realidades. Confeccionaban sus disfraces con los
elementos cotidianos que
tenían a su alcance, sus escenarios eran sus casas y el campo
mismo.
Sanguinetti señala: “Al prestarles atención y al darles
el espacio para actuar sus sueños y
miedos privados, logré entrar en un mundo
que de otra manera hubiera quedado
encerrado dentro de ellas y por último
desvanecido”
El resultado de este trabajo es una extraordinaria y muy apreciada
serie de fotografías
que la autora denominó “Las aventuras de Guille y Belinda
y el enigmático significado de
sus sueños” y de esa serie son las fotos que
mostramos en este artículo.
Esta serie es el resultado de cinco años de labor, que
continuó por cuatro años más,
donde Alessandra registró los nuevos cambios que
se fueron produciendo, las niñas ya
dejan de serlo y entran en el mundo de los
adultos. Esta nueva serie la ha llamado “The
life
that comes” (La vida que viene).
Alessandra Sanguinetti trabajó en el diario Clarín y en la revista Viva, en Buenos Aires. Sus fotografías se han publicado en The New York Times Magazine, The New Yorker, LIFE, Newsweek y New York Magazine.
Ha recibido becas de las fundaciones Guggenheim y Hasselblad,
entre otras becas y premios.
Su fotografía está incluída en colecciones públicas y
privadas como el Museo de Arte moderno de
Nueva York (MoMA), el Museo de Arte
Moderno de San Francisco, el Museo de
Belles Artes de Houston, el Museo de
Bellas Artes de Boston, el Museo de
Arte Moderno de Buenos Aires.
En 2007 entró en la Agencia Magnum.
Fuentes:
Excelente!!!! me encanta el trabajo de la autora y su propuesta es disparadora de ideas!!!!!! felicitaciones y gracias!!!!!!
ResponderBorrarMe encantó Mercedes, gracias por el aporte.
ResponderBorrarExcelente trabajo sobre esta fotógrafa y sus obras tan interesantes! !!
ResponderBorrarExcelente trabajo sobre esta fotógrafa y sus obras tan interesantes! !!
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