viernes, 16 de julio de 2021

Fotógrafas Olvidadas Presenta: YVA - Alemania


YVA 

(ELSE ERNESTINE NEULÄNDER-SIMON)

 PRIMER PELDAÑO EN LA FOTOGRAFÍA MODERNA DE MODAS


El trabajo de Else Ernestine Neuländer, mejor como conocida como Yva, pasó totalmente desapercibido hasta la década de 1990. Pero cuando su aprendiz, Helmut, visitó la exposición de su maestra en Berlín en 2000, parte de su resplandor ayudó a iluminar una carrera que permaneció durante décadas en la oscuridad.



Primeros años

Else Ernestine Neuländer nació el 26 de enero de 1900 en Berlín en el seno de una familia judia de clase media. Else Ernestine fue la menor de nueve hermanos, fue hija de una modista y un comerciante. Su padre murió cuando ella tenía doce años y su madre se hizo cargo de la familia confeccionando sombreros.




La formación fotográfica de Else ocurrió, probablemente, en la escuela fotográfica de Letonia (Lettehaus) en Berlín y realizó prácticas durante seis meses en un estudio cinematográfico.

Else tuvo el privilegio de ser una judía de clase media, lo cual le otorgó dos prerrogativas: educación y cierta libertad para escoger su propio oficio.



Hizo sus primero trabajos de fotografía en el estudio de Heinz Hajek-Halke hacia 1924-1926, pero tuvo una disputa con él por derechos de autor.



Else abrió su primer estudio en el número 17 de la Friedrich-Wilhelm-Straße 17 y adoptó, a partir de entonces, el seudónimo de “Yva”.

El Berlín de Weimar estaba en pleno apogeo, de modo que no le costó trabajo hacerse de clientela y ganar fama por su originalidad e innovación en el campo del retrato y, más importante aún, la fotografía de modas.


Del estudio a las revistas


Yva ubicó su estudio en un lugar favorable, cerca de la avenida Kurfürstendamm. Luego, las revistas ilustradas de la época comenzaron a ver sus fotografías con buenos ojos. En 1927 publicó diez fotografías en Die Dame, hecho que catapultó de manera importante su carrera como fotógrafa de modas. 



Para finales de la década de 1920 la industria editorial alemana iba en viento en popa, situación que favoreció a Yva. Entonces participa en exposiciones fotográficas a lo largo de Europa como Das Lichtbild (Stuttgart, 1930), la Biennale Internazionale d’Arte Fotografica (Roma, 1933), en La Beauté de la femme de París y la exposición The Modern Spirit in Photography organizada por la London Royal Photographic Society.





Para entonces el estudio de Yva era un hervidero y el epicentro de las sesiones fotográficas comerciales en Alemania más importantes de su tiempo. 

En 1934 Yva contrae matrimonio con Alfred Hermann Simon, quien abandonaría su propia carrera para convertirse en el gerente del estudio. En esta etapa Yva comienza a experimentar con el color.


Yva era una fotógrafa con una elevada técnica, una mirada sofisticada y un gran ojo de estilo cinematográfico. Hizo suyo el estilo modernista y combinó las expresiones artísticas surrealistas con una revolución sexual que exaltaba la figura y sensualidad femenina al tiempo que se convertía en una mujer exitosa en la fotografía comercial, campo donde tradicionalmente siempre habían dominado los varones. Yva trastocaba abiertamente con su carrera fotográfica el estereotipo de la mujer que solía ser la modelo y confinada a una actitud pasiva mientras el varón era el ente creativo y activo.




"Su fotografía era experimental e innovadora, empleaba una iluminación teatral y refinada; experimentaba con las exposiciones múltiples y llegó a disparar hasta siete veces con el mismo negativo. El resultado son imágenes de ensueño, auténtico Traumerëi".


El comienzo del fin


Desde 1933 el Partido Nazi inicia el cierre de negocios judíos y publica la lista de indeseables. La política nazi era todavía ambigua y el negocio de Yva era mucho más alemán que judío, lleno de clientela teutona y con un pequeño ejército germano de asistentes. Yva tuvo una sensación, equivocada desgraciadamente, de seguridad. Además, ella no percibía ninguna señal de discriminación o anti-semitismo por parte de su clientela. Incluso en aquellos años de crisis política había ampliado su estudio.



Hacia 1935-1936 Yva recibe una oferta para mudarse a Nueva York y trabajar para la Life Magazine. Sin embargo, su marido la convenció de quedarse pues creía que la política en Alemania mejoraría y porque, por otro lado, no hablaba inglés. Yva hizo caso a su marido y no aceptó la oferta de Life, decisión que acabó costándole la vida.



Al tiempo que Yva y Alfred (su esposo) permanecían en Berlín, el éxodo de fotógrafos judíos era impresionante: Gisèle Freund se marcha a París y denuncia la violencia nazi; Elli Marcus también abre su propio estudio en París y luego se marcha a Nueva York; Lucía Moholy emigra a Austria, se muda a París y acaba en Londres; Grete Sterne va de Londres a Buenos Aires; Lotte Jacobi se marcha también a la capital inglesa y  eventualmente a Nueva York; Marianna Breslauer parte hacia Amsterdam y luego a Zurich; Anna Hoch se esconde en Heilegensse. Pero Yva y su marido persistían en no abandonar Berlín.

El estudio y la carrera de Yva cayeron en picada: para 1938 no le quedó opción y abandonó la fotografía obligada por los nazis.



La pareja hizo un intento por huir en 1942 pero era demasiado tarde. Lograron empacar sus cosas en 34 cajones en el puerto de Hamburgo. Sin embargo, las cajas fueron confiscadas por los nazis y muchas ulteriormente destruidas durante el bombardeo en Hamburgo de 1943.

Yva trabajó entonces como técnico radiológico en un hospital judío en Berlín, pero fue arrestada por la Gestapo el 1º de junio de 1942.



Rumbo al campo de concentración

Tras ser apresados por la Gestapo fueron deportados a Polonia. Aunque los detalles no son precisos, todo indica que fueron transportados a Majdanek/Liublianaal, campo de concentración en Sobibor donde fueron asesinados a su llegada. Las diferentes fuentes han considerado el 31 de diciembre de 1944 la fecha oficial de muerte de Yva y su marido.



Recuperación y legado

La mayor parte del trabajo de Yva se ha perdido. Quedan apenas algunas impresiones de época y originales -muy pocos- de la primera fase de su vida fotográfica. La mayoría de sus experimentos se han perdido pero se ha podido recuperar algo de su trabajo gracias a los editores y publicaciones para quienes trabajó.



Hoy, cuando admiramos el glamour y la elegancia de las fotografías que realizaron grandes artistas como Cecil Beaton, Irving Penn, Erwin Blumenfeld, Horst P. Horst, Louise Dahl-Wolfe, Richard Avedon, Bern Stern, George Hoyningen-Huené o, desde luego Helmut Newton, tal vez ignoremos la enorme deuda que tienen con una mujer que supo poner su estampa en un mundo dominado por los hombres y cuya inteligencia, buen gusto, innovación y poder propulsaron una industria millonaria. Quizá, sin Yva, la fotografía de moda hoy sería totalmente distinta


Trabajo de investigación a cargo de: 

Laura Jakulis

Fundadora de Atrapados por la Imagen.





3 comentarios:

  1. Que maravilla, excelente trabajo de investigación y búsqueda Laura!!! Me encantó conocer su vida y obra!! Muchas gracias amiga por tan valioso aporte!!

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  2. Admiración y sinsabor... estupendo artículo, Laura, gracias!

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  3. Laura, un verdadero hallazgo de esta fotógrafa, que supo ser pionera , admirada por sus obras revolucionarias para la época, apartándose de los moldes clásicos. Gracias amiga por tu investigación. Besos.

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