El río no abandona su cauce
por temor a diluirse en la desembocadura
ni se amaina, ante la estrechez de una garganta,
que lo sobresalta y revuelve.
La raíz no deja de crecer,
a pesar de los canteros, transeúntes, perros meones y veredas.
Pese al rayo,
el árbol mutilado
arde en un hogar
asa
y ceniciento,
camina bajo las suelas,
coloniza las narices,
estornuda.
¡Y la luna!
Orbita
orbita
orbita.
Eleva sus mares oscuros
y sus montañas plateadas;
unas veces partida
y otras colmada.
La quietud es
de los cementerios,
de los museos,
de los que no saben adónde van
ni por qué.
Ceci Alexander

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que lindo es leerte Ceci!!! me encanta tu obra, el poema ilustrado!!! bravooo
ResponderBorrarMuchas gracias Laura!!
ResponderBorrarHermoso poema Ceci, con una imagen muy creativa, felicitaciones!! Gracias por compartir tu bello arte!!
ResponderBorrarCeci un logrado poema , que es ilustrado con una imagen melancólica y muy estética. Gracias amiga por compartir tus trabajos con nosotros.
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