domingo, 26 de mayo de 2024

DOMINGO DE CURIOSIDADES. FRASES HECHAS: ORIGEN Y SIGNIFICADO. PARTE 3.

  EL CURIOSO ORIGEN DE ALGUNAS FRASES POPULARES


Continuamos con el origen de las frases que podemos decir a diario o que, tal vez, hemos escuchado a nuestros padres o abuelos, decir en algún momento. Por ejemplo:


ABURRIRSE COMO UNA OSTRA.

Las ostras no se aburren. O, al menos, no existe estudio científico alguno que así lo confirme. Esta famosa expresión, que hace referencia al momento de máximo tedio que puede tener alguien, en realidad no habla del hastío de un molusco, sino de un castigo que se imponía en tiempos de la antigua Grecia que era conocido como ostracismo y que consistía en ser desterrado de una población por un periodo concreto de tiempo. El término procede del griego ostrakon, que era un tipo de concha de cerámica donde se escribía el nombre de la persona que debía ser desterrada. Se supone que era común que el ostracista acabará aburriéndose debido a la soledad a la que estaba obligado a vivir. Con el tiempo, el término referido a ese castigo acabó en el apócope «ostra».

AL PIE DE LA LETRA.

La expresión al pie de la letra se utiliza para indicar que algo se ha hecho o dicho de un modo escrupuloso y respetando el texto original. Proviene de la locución latina ad pedem litterae, de idéntico significado, y comenzó a utilizarse a partir de la Edad Media. Hasta entonces, prácticamente, todos los libros publicados en Europa habían sido escritos en latín (idioma predominante en el continente durante muchísimos siglos); en cierto momento se decidió traducirlos, pero de tal modo que fuesen entendibles y menos técnicos que los originales. Para ello, los glosadores (escribanos encargados de realizar las mencionadas traducciones) ponían bajo cada palabra en latín su traducción a la lengua correspondiente y comprensible para la plebe.

DE UN PLUMAZO.

Hacer, decir o borrar algo de un plumazo significa que se hace al instante, rápidamente, sin demasiados miramientos. Es una locución ampliamente utilizada y que tiene numerosas variantes. Proviene de la época previa a la invención de la imprenta, en la que los libros eran escritos enteramente a mano (tanto el original como sus correspondientes copias o ejemplares). Esto se hacía utilizando una pluma, que era el utensilio usado para escribir. Todos esos volúmenes también debían pasar por los correspondientes censores de la época (le solía corresponder a un representante de la Iglesia hacer la revisión), que tachaban aquellas partes, frases o palabras que no querían que se leyeran. El gesto de muñeca con el que se tachaba o emborronaba algo con la pluma pasó a ser conocido popularmente como plumazo y, con el tiempo, originó otras expresiones como a vuelapluma y la mencionada de un plumazo para referirse a la acción de hacer algo muy deprisa



A MEDIAS TINTAS. 

Se puede hablar a medias tintas o hacer algo con medias tintas, y en ambos casos se estará expresando superficialidad, ambigüedad o una manera vaga de decir o de hacer. Estas locuciones también nacieron en la época en la que la escritura se realizaba con una pluma que había que mojar en un tintero. Los escribanos profesionales ofrecían sus servicios para escribir las cartas o manuscritos de otras personas y, para que les saliera más rentable el negocio, lo que hacían era utilizar una tinta de mala calidad que, además, solía estar rebajada con algo de agua. De ese modo cundía para más horas de escritura. El problema estaba en que, con el paso del tiempo, aquellos escritos se iban emborronando y desaparecía parte del texto o se convertía en ilegible. Además de esta práctica entre quienes escribían, también podemos encontrar que en las artes pictóricas del siglo XVII existió una técnica conocida como mezzotinta (traducido al castellano como «grabado a media tinta»), que se utilizaba para representar los claroscuros y matices, pero hay constancia escrita de la expresión «a medias tintas», referida a los escribanos anterior al mencionado siglo.

 NO QUIERE MÁS LOLA. 

Es una frase,"made in Argentina". Lola era el nombre de una galleta sin aditivos que a principios del siglo XX integraba la dieta de hospital. Por eso, cuando alguien moría, se decía: "Este no quiere más Lola". Y, desde entonces, se aplica a quien no quiere seguir intentando lo imposible.

VIVA LA PEPA!

Con el paso del tiempo, esta expresión popular ha cambiado de significado. Actualmente se le ha dado un sentido de desenfado y jolgorio, y se aplica a quienes tienen un carácter despreocupado. Sin embargo, hasta hace relativamente poco tiempo, la expresión ¡Viva la Pepa! era un grito subversivo empleado durante muchos periodos políticos. La frase venía a sustituir a esta otra: ¡Viva la Constitución de Cádiz! Ésta era conocida cariñosamente como la Pepa, porque fue jurada y promulgada el día de San José, el 19 de marzo de 1812. Dos años más tarde, el rey Fernando VII, tras su regreso a España, abolió la Constitución de Cádiz y se prohibieron los gritos a su favor. Es por ello por lo que los españoles que se oponían al absolutismo se referían a ella en clave: ¡Viva la Pepa!

ECHARLE A UNO EL MUERTO.

La expresión echar el muerto y sus variantes echar el muerto a casa, a puerta ajena o al vecino, se utilizan comúnmente para imputar a un tercero la culpa de lo que no ha hecho. Al parecer, el origen de la expresión se remonta a la Edad Media. Según las leyendas medievales, cuando dentro del término de un pueblo aparecía el cadáver de una persona muerta de forma violenta y no se llegaba a esclarecer quién había cometido el asesinato, los habitantes de dicho municipio estaban obligados a pagar una multa. Para evitar saldar la sanción, que se conoce como homicisium, los vecinos aguzaban el ingenio hasta límites insospechados. Uno de los recursos más utilizados era no airear el hallazgo, meter el cadáver o cadáveres en sacos y, en la oscuridad de la noche, arrojarlos en el término de otro pueblo próximo. Echar el muerto a otro pueblo vecino equivalía, pues, a cargarle con la responsabilidad de un crimen y con la multa correspondiente, salvo que se entregara o se capturara al asesino.

Cómo verán, hay un sinnúmero de frases que repetimos, a veces, sin saber. Siempre es interesante conocer el origen. Si no pudiste leer acerca de las anteriores, debajo te dejo los links, para que puedas encontrarlas.





Trabajo de Investigación y Edición: Isa Santoro.
Administradora de Atrapados por la Imagen.




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4 comentarios:

  1. ¡No me gustaría estar en la picota!!! ¡jaja! Excelente nota Isa, realmente muy enriquecedora, ¡cuántas frases que, si bien las conocía, no sabía su verdadero origen o su significado! ¡Gracias por este domingo de curiosidades! ¡Vamos por más!

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    1. Lau, tampoco a mí, amiga, jaja!!
      Nos pasa lo mismo, me parece muy bueno poder saber, de dónde provienen, las frases que repetimos desde siempre, porque se las hemos escuchado a nuestros padres o abuelos, y que, tal vez, también repetirán o repiten, nuestros hijos. Abrazo y gracias, cómo siempre!!

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  2. Qué bueno Isa, Viva la Pepa y que no me echen el muerto!!!!! Me entretiene ,el cierre del domingo, leerte y reírme!!!!!!Gracias!!!!!

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