Sobre la fotografía
Barthes, filosofo, escritor, y semiólogo,
introduce en sus apuntes el concepto de Studium como la parte de la fotografía
que el autor ha planificado, o buscado, y se podría decir tal vez que “ha
percibido conscientemente”, y el Punctum sería la cualidad que estaría fuera del
control consciente del autor, y sería la que nos “pincha” y Atrapa. El pellizco que se siente cuando
vemos una buena imagen, no siempre es explicable,
pero aporta siempre un extra a la imagen.
Desde esta perspectiva, el Studium es
racional, analizable. Cualquier observador puede percibirlo. Cualquier autor
puede crearlo.
En cambio el Punctum es personal, tiene su propio rol en el terreno del inconsciente, no es intencional, depende del observador.
En cambio el Punctum es personal, tiene su propio rol en el terreno del inconsciente, no es intencional, depende del observador.
Son varias las preguntas que puede uno
hacerse:
¿Es el punctum una cualidad de la fotografía, o de su contemplación? ¿Es un reflejo de sensibilidad artística?
¿Es el punctum una cualidad de la fotografía, o de su contemplación? ¿Es un reflejo de sensibilidad artística?
¿Existe el punctum intencional? ¿No es
lo que distingue a un buen fotógrafo de uno mediocre? En concreto podría decirse
que el buen fotógrafo sabe crear no sólo un buen studium sino que también puede
percibir y expresar algo más, habita en su obra el punctum que él puede ver con
claridad, y para los observadores puede ser sólo una impresión difusa, una
sensación que flota en algún lugar de una determinada parte de la imagen, o en
toda la imagen.
Un ejemplo de este pensamiento podria ser Gregory Crewdson, fotógrafo reconocido por sus imagenes surrealistas y de elaborada escenificacion que muestran hogares y vecindarios norteamericanos. Nada es casual en sus fotos, todo está cuidadosamente dispuesto y cuenta con un gran equipo de produccion. En sus obras cada elemento ha sido pensado y planificado.
El estadounidense no considera a la fotografía como algo fugaz e instantáneo (como puede ser Cartier Bresson) sino como algo capaz de configurar todo un escenario ideal, donde tenga cabida la imagen ya creada en su mente. Algo que sin duda consigue y en la mayoria de los casos ni se ocupa de apretar el botón y capturar la toma. De hecho sus funciones tienen más que ver con el rol de un productor o director que con el de un fotógrafo. Crewdson suele ser el responsable de idear la imagen y organizar al equipo para que todo se desarrolle de forma adecuada.
¿Diríamos entonces que son fotos carentes de Punctum? Si tenemos presente que en su infancia Crewdson espiabla las sesiones de su padre psicólogo con sus pacientes, la respuesta probablemente es que no... no carecen de Punctum. En sus trabajos lo usual es encontrar sensaciones y "pinchazos" en muchos lugares.
En lo que sin duda podemos ponernos de
acuerdo es que cuesta entender el concepto del punctum, las preguntas para
hacerse: es algo de la obra? una intención del fotógrafo? o del inconsciente
del observador? si es así entonces pueden existir infinitos punctum para una
fotografía, e incluso puede variar el punctum que percibe un mismo observador
en distintas “lecturas” de una foto, como le sucedía a Barthes en los ejemplos que muestra en su
ensayo “La Cámara Lucida.”
Es algo muy subjetivo, y suele ser difícil descubrir precisamente que es ese
algo que nos atrapa, ese algo que nos pincha de una imagen, pero que en la opinión
de muchos expertos sólo puede enriquecer una fotografía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
deja tu comentario gracias!