Continuando con la propuesta de nuestro amigo Hugo Carballo intentamos internarnos un poco más en un tema difícil y que se presta a muchas interpretaciones.
El término plagio se define en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española como la
acción de «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias». Desde el punto de vista legal es una
infracción al derecho
de autor acerca
de una obra artística o intelectual de cualquier tipo, en la que se incurre
cuando se presenta una obra ajena como propia u original.
Así pues, una persona comete plagio si copia o imita algo que no
le pertenece y se hace pasar por el autor sin su
autorización. En el caso de documentos escritos, por ejemplo, se tipifica este
delito cuando, sin uso de comillas o sin indicar explícitamente el origen, ni
citar la fuente original de la información, se incluye una idea, un párrafo,
una frase ajena o la obra completa.
Esto constituye específicamente una violación a la paternidad de
la obra, considerada dentro del marco de los derechos
morales.
El plagio de
fotografías por otra parte se multiplica a una gran velocidad por diversos
motivos; tal vez el más importante sea la sensación de que “todo está
inventado” que persigue a los artistas y profesionales de varias disciplinas.
Sea en el mundo de la música como en la literatura hay fragmentos de libros y
canciones que son muy similares a otros, pero es muy difícil definir cuáles son
plagio y cuáles no. En la fotografía no podía ser menos y a través de Petapíxel la
autora de la nota sobre la que nos basamos para esta información (ver fuentes
al pie de la página) menciona un caso bastante curioso.
Nos cuenta BeatrizGimenez2, en
http://hipertextual.com, que un fotógrafo, de nombre Fielder, demandó a otro llamado Houston por
haber plagiado una fotografía que puede ser familiar para algunos: un autobús
de color rojo que se destaca sobre los edificios monocromos de la ciudad de Londres. El juez Birss le da la razón al demandante y
obliga a Houston a pagar una indemnización.
Las dos fotografías son sustancialmente diferentes, pero lo
importante en este caso fue que el tribunal no se centró sólo en el momento de
tomar la imagen, sino en una serie de datos muy coherentes que justificaron por
qué una fotografía es un plagio de otra. Birss determina que el acusado copió
una “creación intelectual” porque
no sólo copió el momento de tomar la foto con un autobús como protagonista,
sino que también ajustó la composición y, lo
más importante, en el proceso de edición de la
fotografía utiliza exactamente el mismo post-procesado que Fielder (autobús
rojo, cielo completamente blanco y ciudad monocroma). A todo esto se le sumaba
que Houston ya parecía conocer la fotografía del primero.
En definitiva, una fotografía que no era igual, pero fue
considerada plagio, esto es para pensar.
Fuentes
Wikipedia
http://hipertextual.com/archivo/2012/01/plagio-en-una-fotografia/Por beatrizjimenez2 el 26 de enero de 2012, 01:45 ¿Cuándo hay plagio en una fotografía?
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