Laura Makabresku es una fotógrafa hecha a sí misma y amante del analógico que crea su obra por mera intuición. Su trabajo es considerado una metáfora entre la sensualidad y la muerte.
De origen polaco, además de estudiar literatura y escribir cuentos de hadas para niños, es amante de la fotografía. Autodidacta, Makabresku ha aprendido a aprovechar las herramientas que le brinda el gran arte de la toma para escribir múltiples historias alrededor de sus imágenes. La magia de lo insólito se mezcla con situaciones cotidianas que generan pequeñas historias cuya temática ahonda entre el mundo real y lo fantástico.
A través de sus imágenes, Laura habla de la muerte, la melancolía, el dolor, el erotismo, la inocencia y los sentidos.
La mujer es el centro de la obra de Makabresku, y en muchas ocasiones, ella es la propia protagonista de su historia, quien junto con su esposo hablan de situaciones relacionadas con la vida en pareja. Curiosamente, son pocas las fotografías en que el rostro de ambos es visible pues en realidad las imágenes de Makabresuku se centran en los detalles. Bien sea un primer plano de las manos, los labios, el pecho sangrado, las imágenes de la fotógrafa hablan de situaciones con las que cualquier se puede identificar.
Aunado a la belleza del cuerpo femenino, los animales son protagonistas de las historias de la fotógrafa aunque lo hacen desde la muerte; pájaros y zorros disecados, cuya muerte recuerda lo efímero de la vida. Muerte que se une al cuerpo femenino con vida, como un eterno recuerdo de la dualidad de la existencia, del claroscuro de la vida y la íntima relación que guardan ambos conceptos. Un cuerpo desnudo que se acerca a un zorro muerto, abandonado en la nieve que recibe ya un calor que resulta inútil.
Los retratos de Makabresuku exploran estados, relaciones, conexiones y sensaciones; amor, odio, dolor, rechazo, seguridad, pasión y muerte. Las narraciones de la fotógrafa no son lineales, tan sólo tratan de sentimientos que vienen y van, un asunto que nos recuerda a una experiencia onírica.
“Mis fotografías son muestras de cuentos de hadas, hermosos pero crueles”.
“Mis fotografías son expresiones de mi lado más oscuro. Mi trabajo le da voz a esas emociones y miedos que de otro modo me comerían por dentro”.
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