Sus fotografías, tomadas durante
cuatro viajes entre marzo de 2013 y marzo de 2015, incluyen glaciares
derritiéndose y fiordos vistos desde la perspectiva de los inuit, un pueblo
esquimal indígena que vive en la región ártica.
En el WorldPost han hablado con Jazbec
sobre la experiencia de fotografiar el cambio climático, sobre su convivencia
con la comunidad inuit de Groenlandia y su opinión acerca del futuro de la
forma de vida inuit.
En las palabras de Jazbec…
Groenlandia
es mágico. Durante las primeras horas del viaje en avión, sobrevuelas Islandia
y te acercas a Groenlandia, ves los glaciares y los fiordos congelados y es
como si fuera otro planeta.
Nunca
olvidaré mi primer viaje, en marzo de 2013. Volé sobre el fiordo de Umanak en
un helicóptero al amanecer y se podían ver cazadores en trineo, perros
corriendo en los fiordos congelados y las coloridas casas de la ciudad. Es algo
mágico.
Pasé
mucho tiempo en las casas de las familias, especialmente las de alrededor de
Umanak, donde viven entre 52 y 200 personas. Normalmente me quedaba con ellos
una semana y dormía en el sofá para poder levantarme en el salón.
Allí
aprendí a tener paciencia y yo antes no era una persona paciente. En
Groenlandia, cuando intentas concretar algo con los cazadores, te responden
'quizás, quizás, si el tiempo es bueno'. El tiempo me ponía de los nervios.
Puedes esperar dos semanas y que no pase nada. Y ellos están esperando a que
cambie el tiempo.
Imágenes: Copyright Ciril Jazbec
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