Queridos amigos, este mes los invitamos a disfrutar una nueva entrega de "CASIVEINTE", obra inédita de la escritora Marta Puey.
En "Diciembre" Editorial Online de Atrapados por la Imagen, se complace en presentar: "IGUALES - CASAS - IGUALES"
Agradecemos a cada uno de ustedes por sus visitas y valoraciones.
Afectuosamente.
Administración de Atrapados por la Imagen.
IGUALES-CASAS-IGUALES
Pedrito viene caminando debajo de un techo azul, rodeado de sierras verdegrises y alumbrado por un sol que solo se esconde a la hora de ir a dormir. De la mano de su abuela salieron del rancho; allí quedaron el gato, dos perros, las gallinas, el gallo y las cabras encerradas en el corral. Están llegando junto a su mamá y dos hermanos a la Villa de Santa María de los Comechingones.
Es domingo de Pascua. Las celebraciones de Semana Santa están finalizando, la campaña electoral empezó y las autoridades hacen entrega de las prometidas viviendas sociales a los vecinos del lugar, la consigna es cambiar ranchos por casas dignas.
Sus abuelos están entre los favorecidos; esperan a las autoridades en la angosta calle a la que asoman a ambos lados, iguales casas iguales. Llegan las autoridades apretando manos, palmeando espaldas y llaves en mano, que entregan a cada familia junto a un huevo de Pascua. Pedrito lo lleva en la mano y entra a la igual casa igual preguntándose de que animal saldrían de ese color y envueltos. Sigue a su abuela, a su mamá y a sus hermanos. Ve camas de dos pisos; escucha que allí dormirá él, sus hermanos y su mamá, va a la cocina, observa como de un cañito sale agua que cae en una pileta y se va por un agujerito quién sabe adónde; el agua que sale de la canilla del patio de la escuela se va por una zanja y se pierde a lo lejos. Escucha al hombre que le dio la llave a su abuelo diciendo: ahora podrán matear en la cocina, este es un lugar seguro libre de vinchucas. Pedrito, camina unos pasos y llega al otro lado de la casa; el otro lado se termina ahí no más, tres paredes grises lo dibujan sin dejarle ver lo lejos; busca al animal que pone esos huevos oscuros y envueltos, no lo encuentra; vuelve a mirar y piensa en sus gallinas las que quedaron en el rancho; ellas ponen huevos blancos o rosados. Vuelve a entrar a la casa, la abuela da órdenes, su mamá carga bolsos, sus dos hermanos se trepan a las camas, la luz del sol se va apagando y nadie prende candiles, porque en esa casa, del techo cuelga una luz como la del almacén de don Chichilo. Se sienta en la cama de abajo y mira el huevo envuelto, no deja de mirarlo, lo mira ya sin escuchar el ruido de la casa... Sale a caminar por la calle angosta, sigue caminando largo rato, llega al rancho, allí está el horno donde su abuela cocina el pan, el cabrito; las gallinas vienen a su encuentro, busca y llena sus bolsillos de huevos rosados, blancos, se sienta a la sombra del tala, levanta la cabeza y ve ese techo de hojas que el viento hace ondear, luego mira a lo lejos, y de vez en cuando a la puerta del rancho, espera que su abuela salga a matear debajo del tala.
Los ojos fijos ahora están en una ventana por donde entra el sol, se levanta, se asoma; ve que lo lejos está tapado por las tres paredes grises, se da vuelta y en la cama observa un envoltorio marrón y sin forma, piensa quien dará de comer a sus gallinas.
Marta Puey
Abril de 2017.
Me encantó!! Felicitaciones Marta por esta nueva obra!! Un relato muy descriptivo, con imágenes que no llevan al lugar, y despiertan emociones través de la inocencia y sensibilidad de Pedrito. Te deseamos el mejor de los éxitos en esta nueva entrega. Muchas gracias por estar y por tu valioso aporte al arte literario!!
ResponderBorrarGracias Luisiana!
BorrarMarta un conmovedor relato desde el punto de vista de un niño y su mundo, donde el protagonista en su inocencia trasmite su amor por las cosas simples de la vida , los animales, y su habitat. Bellas fotos de la autora, que ilustran muy bien el cuento. Gracias amiga por confiar en Atrapados , te deseamos muchos éxitos.Un abrazo.
ResponderBorrarTesi, conmovedora tu devolución!
BorrarHermoso cuento. Habla de Amor en su forma más pura y genuina. Amor que perdurará toda la vida de Pedrito. La felicidad asociada al rancho es fruto del Amor de los Abuelos y su pequeña familia. Donde son importantes las gallinas que dan huevos verdaderos blancos y rosados, el gallo, los perros, el gato y las cabras. Donde se ve lejos y hay un tala bajo el cual jugar mientras los grandes matean y arriba del techo hay ramas y la Abuela hace pan casero. Cómo no creerle?
ResponderBorrarMarta este cuento es una caricia.
Las fotos....uhhhhh!
Sentida y descriptiva devolución, gracias Pablo una vez más por estar!!
BorrarMe encanto...deja traslucir la ternura e inocencia del niño..con la FELICIDAD que solo da esa sencillez..el amor a los animales..a los abuelos...en fin todo el relato fue placentero...FELICITACIONES MARTA!!!!
ResponderBorrarMe encanto!!En el relato deja traslucir..la inocencia y ternura del niño...donde su FELICIDAD..es la sencillez..el Amor a sus abuelos,,a los animales ..Reflexiones que haria todo niño en su mundo!!!Felicitacions Marta!!!
ResponderBorrarre lindo el cuento, felicitaciones, subo mi inspiración a través de la imagen, después de leerlo
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