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domingo, 6 de julio de 2025

DOMINGOS DE CURIOSIDADES. HOY, BACK-STAGE DE "EL ETERNAUTA"

 EL ETERNAUTA, UNA HISTORIA QUE TRASCIENDIÓ EL TIEMPO




En 1957, Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López crearon "El Eternauta", una historia que narraba la lucha de un grupo de sobrevivientes en Buenos Aires tras una nevada mortal provocada por una invasión alienígena. Más allá de su trama de ciencia ficción, la obra se convirtió en un símbolo de resistencia y crítica social en Argentina.


Netflix presentó la adaptación que busca mantener la esencia de la historia original, actualizando su contexto y personajes para una nueva generación.

Hoy en Domingos de Curiosidades vamos a mostrarte el back-stage de la serie.



¿Dónde se filmó realmente esta impactante ficción?

La respuesta es tan compleja como fascinante: la producción recorrió 38 locaciones porteñas durante 148 jornadas de rodaje, combinando filmaciones en espacios físicos con una innovadora técnica de escenografía virtual que permitió capturar la esencia de la ciudad… incluso cuando no era posible filmar allí.

Desde el primer episodio, "El Eternauta" construye su relato en calles, avenidas y paisajes urbanos que los espectadores argentinos reconocerán fácilmente. Algunos de los puntos claves donde se rodó la serie fueron:

Puente Saavedra
Escenario de intensas batallas y punto de encuentro crucial entre la ciudad y la provincia. 

Estadio Monumental
Base de operaciones y refugio para los protagonistas, donde se desarrolla una parte importante de la trama. 

Estación Bartolomé Mitre
Testigo de la llegada de los invasores y escenario de momentos clave en la historia.

Torre Dorrego (El Rulero de Palermo)
Un edificio icónico de Buenos Aires que se convierte en parte del paisaje de la serie, aportando un toque distintivo a la atmósfera. 

Barrancas de Belgrano
Escenario del primer encuentro cercano entre Juan Salvo y la raza alienígena, utilizando la belleza natural del parque como contraste con la amenaza. 

Plaza del Congreso
Escenario de la batalla final, representando un lugar de gran importancia política y simbólica para la resistencia. 

Avenida Maipú
Escena de la primera temporada, con el tren de la costa como referencia principal. 

Puerto de Olivos
Donde los sobrevivientes visualizan una posible salvación en un velero. 

Colegio León XIII y la casa de Beccar
Escenarios más íntimos donde se desarrollan escenas cotidianas y de conflicto. 

La General Paz
La autopista es escenario de enfrentamientos contra los "Cascarudos". 

Rodar en estos espacios altamente transitados fue uno de los principales desafíos para el equipo de locaciones, encabezado por Eugenia D'Alessio, Mariano Cukar y Marcelo Martínez. “El primer obstáculo era justamente ese: todas son zonas con muchísimo movimiento”, explicó Martínez en una entrevista, quien destacó el esfuerzo que implicó montar sets a gran escala en lugares tan representativos de la ciudad.


La apuesta fue clara desde el principio: hacer de Buenos Aires un personaje más dentro de la historia. No se trataba solo de poner la ciudad como fondo, sino de integrarla activamente a la trama, respetando el espíritu original de la historieta de Héctor Oesterheld. Sin embargo, no todos los escenarios pudieron rodarse en forma tradicional. Por eso, la serie también se valió de herramientas tecnológicas nunca antes vistas en una producción nacional.

Para aquellas escenas donde el rodaje presencial resultaba imposible, ya sea por cuestiones logísticas, de permisos o de seguridad, el equipo apeló a la Virtual Production, una técnica que combina escaneo 3D, software de videojuegos y pantallas LED de ultra definición. Así, se logró generar un modelo hiperrealista de más de 15 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, incluyendo barrios completos, vías de tren, carteles, edificios, calles y hasta el parque automotor local, según detalló Ignacio Pol, uno de los supervisores del área junto a Pablo Accame, de Control Studio.

Estos fondos virtuales se utilizaron como si fueran decorados reales: los actores filmaban frente a pantallas que reproducían escenarios urbanos capturados milimétricamente. El resultado fue una fusión perfecta entre lo físico y lo digital, que permitió mantener la autenticidad geográfica de la historia sin resignar calidad visual ni narrativa.


La intención fue que el espectador pudiera identificar lugares cotidianos en medio del caos narrativo, generando un fuerte impacto visual y emocional. “No siempre uno tiene la oportunidad de ver la ciudad donde vive retratada como en las producciones más grandes de Hollywood”, expresó uno de los responsables del equipo de locaciones, destacando el valor simbólico de esta elección.

La casa de Alfredo "El Tano" Favalli

La vivienda de Alfredo "El Tano" Favalli es uno de los epicentros de la historia. El dato es que no se trata de un set montado especialmente para este relato, sino que se trata de una propiedad real que, además, pertenece a una parte crucial de la historia.

Los actuales propietarios de la vivienda la adquirieron justo durante el rodaje. Es por eso que, inmersos en plena filmación de "El Eternauta" es que los productores tuvieron que pedir dos meses adicionales para garantizarse el final de las grabaciones.

La propiedad de ubica en la Zona Norte del Gran Buenos Aires, más precisamente sobre la calle Acassuso al 1599, en la intersección con Florencio Varela, en la localidad de Beccar, partido de San Isidro. 

Más allá de que pasa de ser la casa de Juan Salvo en la historieta original a la casa de Favalli, se quería encontrar algo de su estilo, con sus texturas. 

La directora de arte María Battaglia, expresó durante una entrevista: "Lo veíamos en una casa como esa, no nos imaginábamos una casa de otro estilo, digamos. Era necesario para que se convierta en la cueva que tuviera ese sótano, que se convierta en la cueva donde empieza la aventura, donde estos personajes se juntan a jugar al truco. Esa casa debía tener una impronta especial, no podía ser cualquier casa de hoy".


Cómo hicieron la nieve artificial de la serie

Crear las condiciones climáticas para hacer realidad el sueño de trasponer "El Eternauta" fue uno de los grandes hitos de la producción.

En la industria audiovisual, todo el mundo sabe lo complejo que es filmar con nieve. En este caso había que ubicar la historia en escenarios existentes y reconocibles de la ciudad, cubrirlos de un manto blanco hiperrealista y crear acción, en muchos casos, bajo tormentas. “Generar un efecto climático en un lugar donde ese efecto no existe marca un antes y un después en la industria. Nosotros generamos nieve en una ciudad donde no nieva. Somos pioneros en ese camino, como Juan Salvo saliendo por primera vez a un mundo desconocido” afirma Nicanor Enríquez, Supervisor de Producción SFX. Para definir qué materiales y máquinas utilizar, cómo organizarse para cubrir escenarios enormes o locaciones en estudio y cómo maximizar los recursos se requirió de mucha investigación, preproducción y consultas con especialistas de otros países.

“Todos ellos en algún momento fueron a hacer nieve a un lugar con una base ya acumulada, que luego modifican o adaptan a la necesidad de la historia. Nosotros nevamos grandes superficies de Buenos Aires. No solo eso: también las ‘desnevamos’ y volvimos a nevar otros lugares”, expresó Enríquez. Sin embargo, la nieve fabricada para la serie tiene una particularidad: no debía tener aspecto de nieve, sino que debía verse tóxica. “La nieve de El Eternauta es una especie de ceniza. No se comporta como la nieve convencional: tiene otra textura, otro color, no se acumula de la misma manera ni se transforma en agua. Es volátil, genera bruma. Todo eso tuvimos que transmitirlo y traspasarlo a materiales concisos y prácticos para tocarlos”, sumó Enríquez.


De qué material está hecha la nieve de "El Eternauta"

En la búsqueda estética para saber cómo la nieve iba a verse en cámara, el proceso de investigación derivó en cuatro materiales principales: sal, celulosa, espuma seca y eco-snow, un elemento generado por la producción con polietileno biodegradable triturado. “Lo ecológico siempre estuvo presente. Trabajamos con material hipoalergénico, amistoso en el contacto con los actores y el equipo técnico, y que pudiera adaptarse a las necesidades del entorno", contó Walter Urquiza, Coordinador de Efectos Especiales SFX.

En la etapa de investigación, se hicieron pruebas en exteriores y en estudio para entender cómo se combinaban las diversas opciones de nieve artificial, cómo funcionaban estéticamente y cuál era su respuesta mecánica y dinámica en función a la convivencia con los personajes y los objetos. Los resultados quedaron plasmados en una suerte de glosario (“la Biblia de la nieve”) que funcionó de guía en el armado de cada toma.

“Para cubrir grandes exteriores, la sal entrefina con cierto grado de humedad ofrecía la textura que Bruno Stagnaro, el director, buscaba. Genera la sensación de nieve virgen, copia las huellas y las marcas de todo lo que se toca, y es fácil de ‘resetear’. Un dato no menor: teníamos sal suficiente, por lo tanto podíamos distribuirla en amplias superficies de manera medianamente rápida”, continuó Enríquez. Por otro lado, para cubrir los vehículos, el vestuario y otros objetos en exteriores, los maquilladores del equipo utilizaron celulosa: “Es un producto que se usa internacionalmente para hacer efecto nieve. Proyectado con humedad tiene adherencia para vehículos y se utiliza para el maquillaje del vestuario de los personajes”, sumaron.

En estudio, la sal tuvo su reemplazo: la perlita, o roca volcánica expandida. Así, el equipo de efectos especiales sumó: “Encontramos pequeños desafíos con la sal, que por un lado es corrosiva y por otro, conductiva. En los escenarios exteriores no tuvimos problemas, pero en un estudio, lleno de electrónica y elementos delicados, sí. Al humectar la perlita se logra una textura hermosa que, a la hora de ser pisada, también marca la huella. Es una roca volcánica similar a la ceniza, muy volátil, entonces se levanta y se mueve”.


Una vez armado el set, todo un desafío, otros integrantes del equipo quedaban a cargo de generar las nevadas. Según la superficie y la complejidad de la jornada, podían ser convocadas entre 12 y 20 personas. Este grupo de rodaje estuvo integrado principalmente por técnicos que debían maniobrar diferentes máquinas según la necesidad de generar nieve, bruma, polvo o humo.

Principalmente se utilizó espuma seca proyectada por turbinas para generar la nieve en suspensión. Y en planos con vidrios o plásticos traslúcidos, como parabrisas, ventanas, espejos y máscaras, se trabajó con eco-snow. Cada locación tenía sus dificultades y requería de una solución expeditiva.

“Utilizamos grúas y tijeras para generar la elevación y la proyección de esa nieve que cae. Pero también hubo que adecuar la maquinaria. Teníamos una amplia experiencia de trabajo con nieve, pero nunca existió un proyecto de esta envergadura. La clave estaba en la especificidad”, explicó Urquiza. Para adaptar la estructura, debían coordinar todo con las otras áreas. Los escenarios exteriores contaban, por ejemplo, con tamices de luz y cromas ubicados en diferentes lugares. “Tuvimos que ingeniar maquinarias mucho más prácticas. Por ejemplo, pasamos de una turbina enorme a una mochila portátil a batería para seguir a un personaje en un escenario que no podíamos nevar con tiempo suficiente”, destacó Enriquez.

Trabajar en estudio tenía la complejidad de la altura. “Las pantallas que se usaron en el set y toda la electrónica de esos espacios hicieron que el desafío fuera el triple: la nieve obviamente cae desde arriba, pero arriba siempre teníamos alguna estructura”. El tercer grupo del equipo de nieve fue el de limpieza. Al final de la jornada, había que entregar cada locación tal como estaba antes. Operadores de palas y carretillas elevadoras formaron parte de este grupo. 

La historia de la máscara que usó Ricardo Darín en "El Eternauta"

Las necesidades de la historia convirtieron también al vestuario en protagonista. Sobre este detalle personalísimo, la Directora de Vestuario Patricia Costa reveló: “Era muy tentadora la idea de ‘crear’ ciencia ficción, de diseñar un traje no existente. Pero debíamos volver siempre al Juan Salvo-hombre común, al protagonista que podría ser cualquiera. Lo mismo ocurría con todos los personajes. Bruno estaba muy atento a que no hubiera nada fuera de lugar ni demasiado intencionado. La propuesta era contar las cosas como son”.

Para el traje de Salvo, también buscaron dentro de las posibilidades que podía ofrecer el placard de Favalli. Así apareció la idea del gamulán, esa prenda de cuero de cordero u oveja que estuvo de moda en los años 60 y 70. En las primeras versiones del guion, la máscara de Juan Salvo para enfrentar la nieve tóxica era un souvenir de Chernóbil que Favalli tenía preservado en el sótano de su casa. “Pero empezamos a investigar las máscaras de Chernóbil y nos encontramos con que eran máscaras de trompudo, con los ojos separados. No servían, porque la mirada de Juan Salvo era importantísima. A su vez, esa máscara asustaba, no generaba empatía con el personaje”, remarcó la Directora de Vestuario. En la obra escrita por Oesterheld, Juan Salvo utilizaba una máscara de estilo buceo, “un modelo demasiado plano para la cámara. Por eso empezamos a diseñar un visor entero, con alguna curva y un marco con tornillos oxidados que dieran cuenta de algo viejo que Favalli podría tener en su casa. La idea de una máscara más industrial remite, además, a algo urbano”, señaló Costa.

Cómo lograron que se escuchara a Darín con la máscara
Los filtros se modificaron luego de las pruebas de vestuario con Ricardo Darín. “Le colocábamos la máscara y él no podía respirar bien. Así que empezamos a eliminar las capas con filtros hasta dejar solamente el exterior”, recordó Costa.
La interacción con el área de sonido fue fundamental, ya que los personajes debían poder hablar con las máscaras puestas. Para Juan Salvo se construyó un único modelo con micrófono incorporado, y se crearon otros casi idénticos para los dobles y las escenas sin diálogo. 



 El proceso detrás de los cascarudos y los efectos especiales que conquistaron al espectador

Cómo ya vimos ara serle fiel a la atmósfera de la historieta creada por Héctor Oesterheld y Francisco Solano López, se tuvieron que recrear varias escenas complejas. una de ellas era  recrear a esas criaturas alienígenas que vienen desde el cielo a cambiarlo todo.

La mayoría de estas criaturas toman la forma de cascarudos, y otra parte se representa con seres cargados de dedos. Eduardo Cundom, de FX Argentina, explica: “Fuimos convocados por la producción para sumar stunts, o sea, dobles de riesgo, para distintos trabajos. Para Darín, Carla Peterson, César Troncoso y Ariel Staltari, que tienen algunas escenas más físicas, y luego para hacer de cascarudos”.

Se necesitaban unas 30 personas de distintas fisonomías. Los trajes azul croma venían en dos talles: M y L, con lo cual, los stunts no debían ser demasiado pequeños. Cundom continúa: "Desde el episodio 4, estos bichos con forma de insecto tienen un papel más importante e interactúan con los personajes. Por eso, cuando Ricardo (Juan Salvo) debe asustarse por la proximidad de uno, no puede mirar la nada. Tiene que haber una referencia física y allí debe estar una persona imitando el andar del cascarudo en cuatro patas".




Ya en postproducción, se realizaron los efectos visuales para reemplazar los stunts por cascarudos digitales. Estos bichos digitales demandaron una larga etapa de investigación y desarrollo, y fueron realizados íntegramente en Argentina. Para el retoque de unos 1.800 planos, escenarios, entre otras imágenes, se combinó el trabajo con estudios de arte de Países Bajos, Inglaterra, Canadá y Suecia.

El proyecto implicó un gran esfuerzo logístico, con un elenco integrado por 2.900 personas, entre actores y extras; más de 50 locaciones y más de 30 escenarios virtuales. 



"El Eternauta", no es sólo una serie de ciencia ficción, es una obra que invita a la reflexión sobre la resistencia, la solidaridad y la memoria colectiva. En un mundo con  un entorno hostil donde las amenazas pueden ser tanto externas como internas, la historia de Juan Salvo y sus compañeros resuena con fuerza, recordándonos la importancia de la unidad y la lucha por un futuro mejor. "Nadie se salva solo".
Una frase que aún me sigue resonando: "Lo viejo funciona, Juan".




Idea, investigación y edición: Isa Santoro
Administradora de Atrapados por la imagen



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3 comentarios:

  1. Gracias Isa! Impresionante el trabajo de la producción! Quedé estupefacto porque pensé que las herramientas digitales habían tenido un protagonismo casi absoluto en la ambientación. Genios totales los realizadores!

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  2. silviaelenalanza@gmail.com - Un trabajo impecable de producción que desconocía. La tuve que ver 2 veces para comprender lo que sucedía y el porqué. Muy agradecida ISA querida .

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