Cuentos y Relatos Presenta a...
Mario Kelman
"Artista de Atrapados por la Imagen"
en...
"Crónica de un encuentro sorprendente"
Relato basado en un hecho real
Ilustración: Mario Kelman
REGISTRO DE:
EDITORIAL ATRAPADOS POR LA IMAGEN
Editorial Atrapados por la Imagen, es un espacio gratuito dedicado a difundir...
¡El arte de todos!
"Crónica de un encuentro sorprendente"
Mario Kelman
Ha llegado el frío, y la calle se viste de gris azulado, huérfana de autos y otros vehículos.
El sol parece lejano e indiferente, alumbrando con una luz débil.
Los colores lucen opacos, sin brillo, gélidos.
Una suave brisa desliza papeles y polvo sobre la vereda desierta y desolada.
Algunas gentes se atreven a salir de sus hogares y avanzan enfundados en abrigos y sobretodos, echarpes que cubren el rostro y manos enguantadas o anidadas en los bolsillos.
Caminan ocultos, anónimos, con la espalda encorvada y mirada al piso, para evitar la exposición frontal a las bajas temperaturas.
Las luces encendidas, a pesar de que ya ha amanecido, otorgan a la ciudad una fachada aún más espectral.
A lo lejos se escucha un rumor.
“…ennmeeen….!!!
¿Será un sueño?
El rumor se repite, y a medida que se avanza, el mensaje se torna discernible.
Es un pedido de auxilio.
“— ¡¡¡Ayudenmeeeennn!!!”
La curiosidad invade el entendimiento y lleva a apurar la marcha para identificar la circunstancia de semejante llamada.
Más próximo al lugar, el grito se oye con una intensidad atronadora.
“— ¡Ayuuudeeenmeeennn!!!!!
“— ¡¡¡¡Por favooorr!!! ¡¡¡Aayuuudeeennn a un cieeegooo!!!
Caramba, el tono del pedido es un grito desgarrador, y debía tratarse de una circunstancia apremiante.
A mitad de la cuadra, ya se distingue una silueta. Un hombre de estatura mediana, con ropas humildes, una mirada vacía dirigida al cielo y bastón blanco, alzaba una y otra vez su voz llorosa, suplicante.
“— ¡¡¡Ayuuuuddeeenmmeeeeennn!!
“— ¡¡¡¡ No pueedoooo veeeerrrrrrr!!!!
“— “Por favvoooorrrr, ayuuuudeennnn auunnnn cieeeegoooo!!!!”
La voz y el gesto inmutable e inexpresivo, conmueven.
Prestamente, el pobre hombre recibe una ayuda económica, lo cual se le avisa para que lo advierta.
Sorprendido por la ayuda recibida, agradece, recompone su traza y su cuerpo cobra vida.
Con voz coloquial, interroga al benefactor ocasional.
“— ¿De Central o de Newell´s?”
La respuesta no se hace esperar. ¡¡¡…………….!!
Ante la respuesta partidaria que identifica la divisa del equipo de fútbol favorito, el hombre no vidente ensancha su sonrisa y todo su rostro recobra su humanidad, para afirmar con voz áspera.
“— ¡¡¡Sos de los míos, Ja!!! ¡¡¡¡Como les rompimos el culo el domingo!!!! ¿Eeehh?
Luego de un breve intercambio, cada uno sigue su camino, y la letanía continúa.
¡¡¡¡ Ayuudeenmmeeenn!!!!
“— ¡¡¡No puedo veeerrrrr!!!”
“— ¡¡¡ Ayuudeen al cieeegooo!!!!”
Entre la sorpresa y la confusión, surge una imperiosa necesidad de ordenar la mezcla de las sensaciones y de los pensamientos que chocan entre sí.
El pobre hombre de la calle, cada día se ha acostumbrado hasta encallecer su cuerpo, a pelear por su supervivencia en un mundo hostil. Y logra resultados, porque transeúntes y vecinos de la calle ya lo han aceptado y le ayudan a diario.
El secreto de sus pedidos estremecedores, más allá de los alimentos y el abrigo que pueda recibir, reside en una agobiante e inconsolable soledad que horada dolorosamente su corazón, y que a veces logra mitigar en encuentros cómplices, futboleros y fugaces; aunque se traten de comentarios con un matiz soez, que reflejan un dejo de enojo oculto y contenida agresividad ante el encierro en la adversidad dura e inevitable.
Ya lejos de la escena, la calle muestra un nuevo mensaje.
¿Ironía de una época brutal?
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Gracias Mario y equipo por relatos que con-mueven!
ResponderBorrar¡Que lindo es recibir comentarios tan alentadores!!! Muchas gracias, todos los créditos son para el autor!!!
BorrarLe agradezco su comentario, aunque no pueda saber quién lo escribe, porque al no integrar el blog como miembro, no se publica su nombre. Igualmente, muchas gracias por su sensibilidad.
BorrarQuerido Mario, gracias por darle voz a los invisibles de siempre! y gracias tambien, por tomarte la vida en serio!! Me encantó tu relato sumamente sensible, para una sociedad cada vez más autista! te esperamos muy pronto con otro relato apasionante del Autor Rosarino Mario Kelman!
ResponderBorrarMuchas gracias también Laura. Sin el trabajo de quienes sostienen el blog, no sería posible. En todo caso, el logrado es compartido.
BorrarLa Vida, lo sabemos bien, no es cerveza. La Vida es seria, muy seria. Quizás por eso, a veces, peque de injusta. Por eso, otras, no se haga entender, resulte incomprensible. Por eso, no es fácil. A mí entender, éste es el mensaje que nos deja Mario Kelman con su nueva inquietante Crónica.
ResponderBorrarAsí es querido amigo. Nunca la vida es fácil, y el sentido surge del vivir mismo. En todo caso, es el beneficio del viviente, hacer de su condición una aventura y una obra.
ResponderBorrarMario, realmente un cuento que refleja una realidad cotidiana: personas con capacidades diferentes, que se encuentran obligadas a pedir ayuda para subsistir, gente que mira para otro lado, pareciendo ellos los ciegos y, por otro lado, lo que parece darnos siempre alegría, ayudándonos a abstraernos de la cruel realidad, el fútbol. Un cuento que refleja muy bien, un día cualquiera, en un lugar cualquiera, porque, generalmente, todo es igual. Muchas gracias por tu cuento y por compartirlo!! Felicitaciones!!
ResponderBorrarComparto la apreciación. Gracias Isa por tu lectura.
ResponderBorrarGracias Mario, pintura excelente de uno de los tantos sobrevivientes que pululan en la ciudad!
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