Como ya saben
ustedes, al salir de la casa de Altos Estudios de la UTN, caminamos unas
cuadras por la Avenida Medrano hasta llegar al Estacionamiento.
A la mitad del
camino nos topamos con esta Iglesia y decidimos ingresar para hacerle unas
fotos. Un poco de recuerdo, otro poco
para acumular un poco de arte en mi memoria y por supuesto, para agradecerle a
Dios por todo lo que nos da.
Cuando ingresamos
a la Iglesia, en la última fila, un “Borrachín” estaba contándole sus penas a
Dios y apagando su Sed con sus palabras.
Él noto nuestra
presencia, cortó su plegaria para saludarnos educadamente. Contestamos su
saludo y seguimos caminando y haciendo
retratos.
Esta foto, es una
de las últimas escenas que capturé. Luego de ello, se nos acercaron dos
señoritas para indicarnos que nos
bajáramos del altar, con la excusa de que si el Borrachín nos ve, él
también lo haría.
No tenía ganas de
discutir, acaté sus ordenes, hice un par de fotos más y me retiré.
Por supuesto, que
me quedé con las ganas de comentarles, de que Dios, lo estaba vigilando al
Borrachín y que Él sabía muy bien si lo haría o no.
Además, que mejor
que el Borrachín apague su sed contando sus pecados y pidiendo la ayuda a Dios
para salir de su adicción y que lo guie por el resto de su penosa vida por el
buen camino. Y si el camino para ello, era acercarse más a Dios y si consideraba
que el altar, era ese lugar, bienvenido sea.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
deja tu comentario gracias!