Queridos amigos, Editorial Online tiene el agrado de presentar una nueva entrega de la escritora Marta Puey. ¡ Gracias amiga !.
Estamos felices que nos regales la posibilidad de seguir disfrutando de tus obras literarias. Nos sentimos muy agradecidas de ser depositarias de tan alta confianza.
Afectuosamente.
Administración de Atrapados por la Imagen.
En el mes del Padre para todos los Padres....
¿USTED, CÓMO SE LLAMA?
Era fácil convencerte para salir a dar la acostumbrada vuelta, pero ese día no encontrabas tu boina y te resistías a no llevarla puesta. Traté de explicarte que iríamos en el auto, que no hacía frío, que tapar con la boina tu pelo blanco que realzaba el bronceado de tu piel no tenía sentido. No sé si lo entendiste, salimos en tanto murmurabas: “mi boina estaba sobre la cama y ahora no está, mi boina estaba sobre la cama y ahora no está”.
Subimos al auto; disfrutaste del paseo asombrándote de casas que habías visto en tu vida anterior, sí, a veces la vida se parte y es lo que te ocurrió cuando empezaste a partir. Luego de recorrer lentamente el pueblo tomamos por la calle Lamadrid. Tu actitud era distante cuando de pronto veo que levantás la mano y te escucho decir:
-¡Adiós Pirrota! -, el señor Pirrota, parado en la esquina de su vidriería respondió a tu saludo. Habíamos avanzado una cuadra más, cuando volteaste hacia mí y preguntaste:
-¿Usted cuántos años tiene?
-Sesenta –te contesté, entendiendo tu doble comprensión.
-Usted no los representa –dijiste.
Giré el volante a la derecha y decidí volver, no sin antes pasar por la panadería donde compré medialunas. Regresamos, detuve el auto, bajé del auto y di la vuelta para abrirte la puerta
-Ahora vamos a tomar unos mates –dije, me miraste sin inmutarte, entramos, dejaste el bastón de lado y te sentaste. Sugerí que te sacaras el abrigo y con actitud obediente lo hiciste; puse las medialunas en un plato; con ojos de niño goloso las miraste sin tocarlas, te ofrecí el primer mate, sorbiste la bombilla hasta hacerla croar y me preguntaste:
-¿Usted cómo se llama?
-Marta –contesté.
-Yo tuve una hija que se llamaba Marta - respondiste.
Seguías mirando con timidez las medialunas, te alcancé el plato y tomaste una. La vida se partía; te vi niño, te abracé con la mirada, te vi inmenso.
Marta L. Puey
Junio 2009
Conmovedor hasta las lágrimas!! es casi inevitable sentirme identificada con la historia y las reacciones tranquilas y naturales que toma la protagonista!!! gracias Marta, por permitirnos disfrutar de tu obra!! un abrazo gigante!!!
ResponderBorrarExcelente!! Una obra con letras de un amor infinito. Conmueve, sensibiliza el alma y nos lleva a la reflexión. Duele cuando la vida arrebata la memoria de quienes amamos, y debemos recordar lo que ellos olvidan. Sólo nos queda aprender a comunicarnos a través de las emociones, esas perduran para siempre. Gracias Marta por esta nueva entrega, felicitaciones y éxitos amiga!! Un gran abrazo de luz a la distancia.
ResponderBorrarGracias a ustedes!
ResponderBorrarMarta un cuento donde la situación es planteada con sutileza y serenidad. Dos personajes, padre e hija comparten una salida y comprendemos la situación. La autora va abriendo un espacio para transmitir emociones, pues el lenguaje del corazón es universal. Al entrar en el mundo interior de la autora, provoca en el lector sentimientos de empatía , lo cual tal vez lo lleve a reflexionar y lo ayude a ser más tolerante y manejar sus propias vivencias con madurez y calma.
ResponderBorrarGracias Marta, tu cuento me conmocionó, y creo que lograr eso en el ánimo del lector debe ser una gran satisfacción para el artista. Un abrazo.
Que hermoso mami, es como si lo viera, tambien tuve la dicha de compartir con el esos momentos de su vida y lo agradezco al cielo! hermoso relato
ResponderBorrarSí, lo hiciste, qué enseñanza le tuya y la Ël!!!
BorrarUn cuento real,cargado de una emocion triste...Padre e hija en un paseo muy bien descripto ..desde el corazon.Dando lugar a una reflexion de una etapa de la vida.Me conmovio Marta y ese es tu logro.FELICITACIONES.
ResponderBorrarGracias! etapas que nos sorprenden en quienes menos lo esperamos. Solo el tiempo ayuda a comprender.
BorrarTiernísimo y real relato, para quienes vivimos en presente situaciones similares, aquí una estampa inequívoca. Gracias.
ResponderBorrarMarilyn, que lindas tus palabras. El tiempo pasa pero todo resignifica estas experiencias.
BorrarHermosa evocación, conmovedor y duro relato. Excelente, con poco has contado mucho Marta.
ResponderBorrarGracias Mechi! con el tiempo son emociones que se sintetizan a la vez que se magnifican...
ResponderBorrarme emociono el cuento, porque aunque no lo hubiera vivido, era tan humilde y con ese cariňo al papa.
ResponderBorrarYo lo viví con mi madre. Me llamo doctora, porque le prepare los medicamentos y, cuando la atendí en ..., me dijo gracias, Ust es buena persona, seňora.