lunes, 4 de abril de 2016

La arquitectura de Zaha Hadid, reina de la curva



La destacada arquitecta Zaha Hadid, que murió hace apenas unos días, el 31 de marzo pasado, fue la primera mujer en recibir la Medalla de Oro del Royal Institute of British Architects, también fue la única mujer en ganar el Premio Pritzker de manera individual.

Sus críticos le decían diva y ella respondió: “¿Me llamarían diva si fuera un hombre?”. Una respuesta que la arquitecta Hadid le dió a quienes la veían solo como la mujer de temperamento fuerte en un mundo que ha estado dominado por hombres y en el que ella se abrió camino con un trabajo que podría resumirse en una palabra: audaz.



No fue una mujer ni una arquitecta tradicional. Nació en Bagdad pero fue criada en una sociedad liberal en el tiempo en que Irak era más parecido a Occidente. Hija de un político fundador del Partido Nacional Democrático Iraquí, fue criada entre Suiza e Irak por monjas francesas y al mismo tiempo en un ambiente intelectual. Esta mezcla particular le dio a Zaha razones para ser arquitecta, profesión que en el Medio Oriente no tenía espacio para las mujeres.
El Wangjing SOHO consiste en tres rascacielos de oficinas ubicados entre el centro de Pekin y el principal aeropuerto de la ciudad china. Fue abierto en 2014 - Crédito: shutterstock
Quizás por eso estudió primero matemáticas en la Universidad Americana de Beirut y luego se fue, en 1972, a la Architectural Association School de Londres, un espacio donde la libertad imaginativa era la base. Zaha encajó perfectamente y allí empezó a forjar un estilo bajo la tutoría de Rem Koolhaas, hoy uno de los arquitectos más influyentes del mundo, quien la definió entonces como “un planeta en su propia órbita inimitable”.

El planeta Hadid no se detuvo y empezó a dejar huella con propuestas de edificios que parecían inconstruibles. Su estilo se enmarcó dentro de la arquitectura neo-modernista, con diseños que parecían desafiar la geometría. Por algo dijo: “Si hay 360 grados, no hay razón para restringirme a uno solo”.
El puente Sheik Zayed, ubicado en Abu Dhabi, fue construido en 2010 por un valor de USD 300 millones. Su diseño curvo evoca a las "onduladas dunas del desierto" - Crédito: shutterstock

Esta es una de las pocas frases que se conocen de esta mujer cuya personalidad tuvo algo de misteriosa y, sobre todo, de percepciones disímiles. Los adjetivos son variados: cálida, amable, rebelde, atrevida, difícil, estricta, y otros que la han llevado a ser “la más odiada arquitecta de Inglaterra”. También, claro, hubo adulaciones que se resumen en un apelativo que la define a la perfección: “militante vanguardista”.
El Museo Riverside de Glasgow, Escocia, posee un espacio de exhibiciones de 7.000 metros cuadrados. En 2013, se adjudicó el premio al Museo Europeo del año - Crédito: shutterstock

Pero críticas y elogios no la afectaban. Ella mantuvo un temperamento enérgico que no disimulaba ni siquiera con sus clientes. “Zaha simplemente no se comporta como otras personas esperan”, dijeron algunos para justificar su carácter. El mismo que ocultaba su vida privada de tal manera que apenas se supo que era una mujer soltera y sin hijos que vivía solo por la arquitectura. “Si no te mata entonces no eres bueno. Tienes que meterte de tiempo completo, no puedes afrontarla yendo y viniendo”, había dicho sobre su pasión por el oficio.
El Guangzhou Opera House, en China, es una estructura de acero, vidrio y granito que tardó cinco años en construirse. Tiene capacidad para 1.804 personas - Crédito: shutterstock
Por eso para hablar de Zaha Hadid hay que hacerlo a través de su obra, un trabajo monumental que según ella salió de la influencia de arquitectos como Erich Mendelsohn, Mies van der Rohe y Le Corbusier. De ahí surgieron ideas fascinantes que en un comienzo parecían más decepciones que realidad.
Le ocurrió en 1982, cuando les ganó a 600 colegas para construir The Peak, un spa de lujo en Hong Kong que nunca se hizo. Lo mismo sucedió con un edificio de oficinas en la famosa calle Kurfürstendamm de Berlín, un centro cultural en Düsseldorf y la Ópera de Cardiff, en Gales, que al final se construyó con otros diseños más conservadores. De ahí que Hadid fuera conocida como “arquitecta de papel”. De alguna manera era cierto, pues ella no usaba computadores para diseñar, sino dibujos que a veces se convertían en pinturas.
El Centro Cultural Heydar Aliyev le permitió a Hadid obtener el premio al Diseño del Año 2014, según el Museo de Diseño de Londres. Fue finalizado en 2012 - Crédito: shutterstock
En 1989 demostró que sus formas podían ser realidad con la estación de bomberos de Vitra, en Weil am Rhein (Alemania). Después hizo en Berlín un edificio de apartamentos y el Mind zone, el espacio de exhibición del Millennium Dome de Londres. Trabajos con los que mostró su interés de crear una arquitectura de espacios interconectados y de aspecto escultural.
En el año 2000 consolidó su reputación y calló a quienes decían que sus edificios no se podían construir. Ese año comenzó el Centro de Arte Contemporáneo de Cincinnati, el primer museo estadounidense hecho por una mujer. Hadid creó un edificio compuesto por cubos superpuestos que contradecían la noción de museo, con escaleras en zigzag y galerías alargadas. Inaugurado en 2003, el museo fue descrito por The New York Times como “el edificio más importante construido en Estados Unidos después de la Guerra fría”.
El Jockey Club Innovation Tower es el edificio de la Universidad Politécnica de Hong Kong. La construcción de la obra duró cuatro años y fue finalizada en 2013 - Crédito: shutterstock
Para los expertos, el estilo de Zaha Hadid rompía lo formal y redefinía las viejas reglas del manejo del espacio.  La opinión se resume en una frase: “Es una arquitecta que crea formas angulares y entrelazadas que parecen balancearse, con espacios abiertos que establecen muchas posibilidades y dan la sensación de movimiento. A primera vista hay una perspectiva, pero en realidad son varias; y no hay una sola forma geométrica sino fragmentos de muchas”.
Ha sido llamada “deconstructivista” y aunque ella no se afilió a movimientos ni se comprometió con ideas o corrientes, entró al selecto círculo de arquitectos cobijados por el mismo término desde que el Museo de Arte Moderno de Nueva York organizara una exposición en 1988 con sus trabajos, junto con los de nombres tan importantes como el de Frank Gehry, Daniel Libeskind, Rem Koolhaas, Peter Eisenman, Bernard Tschumi y del estudio austríaco Coop Himmelb(l)au. Todos responsables de nuevos iconos de la arquitectura mundial.
Cuando Zaha Hadid recibió la RIBA Royal Gold Medal, Sir Peter Cook alabó su trabajo en la ceremonia de premiación diciendo: "si Paul Klee tomó una línea para dar su paseo, Zaha tomó las superficies impulsadas por esa línea para lograr un baile virtual y con destreza, las dobló una sobre otra para llevarlas por un viaje al espacio".
Hadid recibió ademàs el título de Dama del Imperio Británico en el 2012. Además, su estudio de arquitectura fue premiado con el RIBA Stirling Prize en el 2010 y el 2011.
Una de sus frases: "El diseño se relaciona con la ciudad, mientras que los conceptos de un flujo espacial fluido crean un nuevo entorno dinámico".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

deja tu comentario gracias!