"Crónica sobre Influencias y Sugestiones"
Nueva entrega del escritor:
MARIO KELMAN
![]() |
RL-2022-18030193-APN-DNDA#MJ |
"Queridos amigos, Editorial Atrapados por la Imagen, es un espacio gratuito dedicado a nuevos artistas"
¡¡Gracias Mario por esta una nueva entrega y por confiar en Atrapados, te deseamos muchos éxitos!!
"Crónica sobre Influencias y Sugestiones"
Por Mario Kelman
El halo de luz apenas se insinúa en la vieja ciudad amurallada de piedra y polvo de tiempos inmemoriales; conduciendo el reiterado ritual de la salida del sol.
El tiempo detenido intramuros es atravesado por el movimiento forzado que el amanecer introduce, en un contraste siempre abierto a la repetición y a la sorpresa.
Nuevamente la ciudad reposa en sus piedras, vigas y pilares mientras en el asomo de la ventana se vislumbra la febril actividad de nuestro viejo conocido, el alquimista absorbido por la búsqueda de una fórmula para cambiar la naturaleza de los elementos.
Como todo buen alquimista que se precie, se hace acompañar por un aprendiz que duerme a la vera de un alar, rendido por el sueño y la imposibilidad de seguir el ritmo de su incansable maestro.
La fábula del aprendiz de brujo nos recuerda los riesgos de las producciones de la ciencia cuando escapan a una regulación ética. Por el contrario, en la gran ciudad de nuestros días, recorre las calles el sonsonete estridente de la Inteligencia Artificial, las manipulaciones de genes y de células madres, así como los atronadores ecos de armas fabulosas cerniéndose sobre la humanidad, en una guerra que amenaza con desbordar hasta la extinción.
El alquimista ha adquirido la capacidad de ampliar su búsqueda a través de los tiempos, fascinado por su invención: una ventana abierta a la contemplación de diversas épocas, que no duda en nombrar como “visor epocal”. Ensimismado mira a través de la lente, guiado por un nuevo impulso, una nueva pregunta que no da paz a su atribulada alma: ¿La vía para transmutar los elementos podrá encontrarse en la influencia?
La máquina de influencia consuena con el delirio y constituye un capítulo de la psiquiatría clásica, lo cual revela una demostración irreal pero demostración al fin. ¿Acaso es menos irreal que lo que en la humanidad entera prolifera? ¿Acaso la humanidad delira la realidad?
La actualidad parece corroborar esta idea dando consistencia a la hipótesis de que la sociedad entera y la cultura están padeciendo un proceso esquizoide de fragmentación.
El discurso universal ha perdido el hilo, pulverizado y escindido en trozos que se dispersan al viento.
A pesar de ello, se ha hecho de la tarea de influenciar un modo de trabajo y subsistencia. Un nuevo modo de existencia y de figuración social; haciendo surgir una nueva clase, la clase de los Influencers.
Los influencers proliferan del humus humano como hongos en tierra fértil, sólo alimentados por su ambición que los hace envararse y erigirse al sol, valiéndose de su narcicismo y cierta dosis de mesianismo que hábilmente aprenden a traficar. No se detienen ante ningún escrúpulo, ni hay límite para ofrecer al consumo: intimidad, cuerpo, alma….
Pero los influencers en sí mismo también constituyen un acontecimiento; porque presentan una nueva horizontalidad facilitada por los medios y las redes. Una irrupción que vulnera jerarquías en la comunicación, que suple la caída de los significantes amos, las figuras de autoridad.
El fenómeno ha alcanzado a la política, configurando un estilo proselitista posmoderno, cercano a lo apocalíptico.
Políticos consumidos en su ambición, sumidos en el mismo barro del cambalache absurdo, chapoteando entre operaciones de periodismos afines o no, tweeters, wapp, telegram, instagram y tantos otros; en un mar de croar de ranas y sapos o estridulaciones de grillos, que no son otra cosa que formas desesperadas de provocar la atracción de los incautos e iletrados.
He ahí el secreto de lo tan ansiado, hallar la clave para despertar la atracción donde cada vez se utilizan estímulos más fuertes ante una sensibilidad cada vez más indiferente y vacua.
Se vive una nueva etapa de la sociedad del espectáculo, donde las noticias verdaderas o falsas devienen mercancía fetiche ofrecidas al ojo voraz. Las personas, los objetos y las palabras han sido alcanzados por una peste que reproduce lo inhumano, vehicula la pulsión de muerte y destruye.
Se ha perdido el decir, el gesto y el amor.
Sus víctimas han sido la poesía, el arte, la metáfora, la estética, la ética y la verdad.
Ah! La verdad…ahora muestra sus jirones y miseria
Cada uno grita agitando sus títulos de propiedad, aún en la impostura de pretender instaurarla. La posverdad sólo revela el uso y el propósito oculto. Mucho no se ha avanzado desde Hitler, cuando se hace ley de la palabra del Fuhrer, ingrediente del sadismo y el desvarío más refinado; pero vaya Influencer y vaya locura! También tenía su aprendiz de brujo, Goebbels quién algo sabía sobre el tema.
En efecto, no sólo no se ha avanzado sino que se ha deteriorado la representatividad y la legitimidad de la clase política, tanto como el escalón vecino de la antipolítica. La humanidad se ha convertido en una extendida Babel contemporánea, donde se malentienden en solitario sonido, la diversidad de sapos, ranas, grillos y demás especies, en un coro tan trágico como cómico. La Torre de Babel se ha aplanado y extendido en una superficie universal que recubre el planeta.
El suelo fangoso y resbaladizo se convierte en una condición favorable a los acuerdos de conveniencias singulares en territorios sin ley. O mejor dicho, con la única ley que la satisfacción de intereses facciosos. Te sostengo para que me sostengas. Para que estés allí, es necesario que yo esté aquí. Lo que se ha dado en llamar “la rosca política”
Toma y daca de construcciones que dan cuerpo a la formación de corporaciones organizadas al mejor estilo de sociedades mafiosas; que horadan el espacio comunitario.
Esta condición se impone en instituciones, empresas, en el espacio público y en la organización misma del Estado.
De pronto nuestro alquimista se sacude en espasmos de excitación al grito de “¡¡¡Eureka!!!
El frenesí de un hallazgo único lo desborda. En el visor epocal surge una silueta, una personalidad afamada. Nada menos que un colega del siglo XX, inventor del Telecomando para influir a distancia. Alquimista y Psicólogo, Docente por años en una prestigiosa Universidad Argentina y radicado con posterioridad en el extranjero.
Tenía que conocer más y aprender. Sin tener constancias que certifiquen la veracidad de los dichos, las malas lenguas dicen que el colega alquimista se inicia como Cabo de una fuerza de seguridad, y para realizar tareas de inteligencia en la última dictadura argentina, se hace pasar por estudiante, apuntando sospechosos e inadaptados.
Con el paso de los años, parece tomar cariño por los temas de psicología, y llega a egresar con el título de Psicólogo. Las mismas versiones malintencionadas afirman que no hay testigos que presenciaran y dieran fe de sus exámenes, a pesar del carácter público y abierto de los mismos.
Resulta inverosímil, ¡¡cómo creer que puedan ocurrir semejantes cosas!!
Más allá de la leyenda, lo ha logrado. Ha creado un telecomando capaz de incidir a distancia en otra subjetividad, para obtener su favor sexual o de otra índole; mediante la introducción de fotos y datos antes de ejecutar la tecla correcta.
Sin embargo, tanto entusiasmo se disipa a medida que una pregunta se abre paso en el entendimiento. Sin posibilidad de comprobación, se interroga si los resultados obtenidos por la influencia telecomandada, se deben o no a una legítima transmutación.
No obstante, es una pista valiosa a profundizar, la influencia se materializa por la tecnología. Con alguna decepción y menos entusiasmo, el atribulado alquimista llega a una conclusión: la influencia no es potencia de transmutación; es potencia de dominio que inevitablemente fracasa. Todo intento de dominio en algún punto encuentra el límite de la imposibilidad y cae en la impotencia.
Apreciado lector, seguramente su capacidad de creencia está menguada o vacila ante semejante poder. Ud. seguramente no confía en lo relatado, o claudica ante tal asombroso hallazgo, pero podrá hacer su propia averiguación y comprobar que una vez más, como afirmara el gran maestro García Márquez, la realidad supera la más elaborada ficción.
¿Se atreve a consultar su propio visor epocal?
Mario Kelman
Rosario - Argentina - 2023
lectores y seguidores,
por sus visitas y valoraciones.
Afectuosamente.
Administración de Atrapados por la Imagen.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Mario gracias por compartir con Atrapados tu relato del alquimista , sus hallazgos , reflexiones y visiones de la realidad actual. Éxitos amigo. !!!
ResponderBorrarMuchas gracias Tesi. El agradecimiento es mío por hacer posible este espacio de encuentro.
BorrarImpecable retrato de época. ¿No fue siempre así? Posiblemente. Pero como "testigo-víctima-militante contra" quedo reconfortado y satisfecho al leer y releer el análisis de Kelman: por un lado me confirma convinciones propias, por el otro arroja luz en los ángulos oscuros y me amplía el panorama. Nos pone en alerta. Pienso: ¿cuando no estemos bajo el yugo de los influencers...sino de la "inteligencia artificial"...?
ResponderBorrarMuchas gracias amigo. Comparto. Siempre fue así, desde que hay verbo. Pero hoy el barullo se intensifica por la incidencia de la tecnología y el derretimiento de los semblantes a un estado líquido, como diría el Dr. Zygmunt Bauman
BorrarRespecto de la pregunta por la Inteligencia Artificial, la respuesta estará en el texto ya presentado para la próxima publicación. Crónica sobre realismo mágico e irrealismo.
BorrarTiempos de desesperanza; busquemos en la naturaleza del opuesto el elemento para saber que en algún momento el mago extiende los brazos y pronunciando un extraño conjuro las aguas regresan al pozo, aun sabiendo que “: la influencia no es potencia de transmutación; es potencia de dominio que inevitablemente fracasa. Todo intento de dominio en algún punto encuentra el límite de la imposibilidad y cae en la impotencia” como nos dice Mario Kleiman
ResponderBorrarEn alguna oportunidad expresé que revoluciones y religiones, que también lo son, no han podido con algo inherente al ser humano; construir, destruir, para luego dar lugar a lo nuevo. También nosotros, en este plano somos construidos para luego ser destruidos y así llevarnos nuestra verdad para dar lugar a otra.
El misterio se ha manifestado de manera contundente.
En cuanto a mi propio visor epocal digo: el Gran Gabo no hizo otra cosa que mostrar la realidad. Todo artista, todo gran creador no investiga, es atravesado por verdades anticipadas.
Agradezco Marta, tu exquisito comentario. Más allá de las intencionalidades y esperanzas, el misterio se manifiesta, se expone en el acontecimiento social. En el acontecimiento "eso" irrumpe, ocurre de hecho, inesperado, incalculable. Una trama recurrente que excede largamente las conciencias, se agita y se reformula. Mostrar la realidad es poder leer los efectos que nos afectan y nos resultan contemporáneos; pero esa lectura sólo es posible apenas después, en un tiempo segundo.
Borrar¡Excelente querido amigo!! Como siempre, leer tus relatos, no solo es un placer, sino que también nos deja una cuota de reflexión, me sumo a la pregunta de Pablo, de la cual tengo mis propias opiniones formadas!! Esperaré con ansiedad tu próximo relato!!!! Gracias!!!!! Miles de abrazos!!!!
ResponderBorrarAgradezco Laura tu comentario, y como siempre, tu trabajo en la ilustración del relato. Anticipando sobre la IA, se trata de una palabra sin hálito de vida, una palabra sin espíritu y sin cuerpo. Pero entonces, ¿hay palabra con vida? ¿hay palabra con cuerpo?
Borrar