martes, 12 de diciembre de 2023

CONOCIENDO A GUSTAVE FLAUBERT.

 A 202 AÑOS DE SU NACIMIENTO, HOMENAJEAMOS A GUSTAVE FLAUBERT.



Hace doscientos dos años, un 12 de diciembre de 1821, al noroeste de Francia, en Ruan, nacía el escritor que revolucionó la literatura occidental con su búsqueda de la palabra justa: Gustave Flaubert . Maestro del estilo, soltero empedernido, teórico de la literatura avant la lettre y por correspondencia, madrugador, melancólico y antiburgués
(”Burgués, para Flaubert, era un estado del espíritu, no un estado del bolsillo”, advierte Vladimir Nabokov en Lecciones de literatura), se convirtió en un clásico pocos años después de su muerte e inspiró a autores como Marcel Proust y Alain Robbe-Grillet, Henry James y James Joyce (al respecto, cabe recordar que Ezra Pound comparó el Ulises joyceano con Bouvard y Pécuchet), Mario Vargas Llosa y Julian Barnes.

Creó además a un personaje femenino universal: Madame Bovary, por el que fue llevado a juicio por las autoridades de su país (acusado de inmoral junto con Charles Baudelaire por Las flores del mal) y con el que se bautizó, el síndrome de insatisfacción crónica, más conocido como bovarismo. Después de que fue absuelto (a diferencia de su colega bohemio), decidió publicar la novela protagonizada por Emma junto con las actas del juicio, acaso para demostrar la estupidez de los funcionarios de la Segunda República. Flaubert estaba obsesionado por ese atributo humano y, mientras escribía sus novelas recopilaba citas para el Diccionario de lugares comunes, con ideas falsas y convencionalismos de la época, y el Tontario o Estupidiario, que registra frases disparatadas de historiadores, filósofos y científicos, como esta del filósofo anarquista Pierre-Joseph Proudhon: “Las mujeres, en Egipto, se prostituían públicamente a los cocodrilos”. También legó el irónico Catálogo de ideas chic, en el que se enlistan la defensa de la esclavitud y el desprecio de los sabios. Si el genio francés reviviera, notaría que no hubo tantos cambios del siglo XIX a la actualidad.

Homero de la novela contemporánea, Flaubert trascendió como autor de una escritura límpida con narradores impersonales, aunque su producción abarcó una ácida novela de aprendizaje en tiempos revolucionarios, La educación sentimental, otra histórica ambientada en Cartago en el siglo III a. de C. Salambó, y una nouvelle místico-fantástica, La tentación de san Antonio, que consideró la obra de su vida.

Durante su adolescencia, en el verano de 1936, conoció a una joven algo mayor que él, y ya casada, Élisa Schlésinger. Flaubert se enamoró de ella y, según muchos de sus biógrafos, fue el gran amor de su vida y el modelo de Madame Arnoux, la protagonista femenina de, La educación sentimental.

En 1846, después de la muerte de su padre y su hermana, Flaubert se hizo cargo de su sobrina. Ese año inició una relación apasionada con la poeta Louise Colet que duró diez años y dio lugar a una correspondencia que aún hoy permite comprender mejor el pensamiento y la obra del autor. “El estilo, que es algo que me tomo muy en serio, me sacude los nervios de una manera horrible, es algo que me consume y me atormenta . Hay días en los que llega a enfermarme y hace que me suba la fiebre por las noches. Cuanto más trabajo, más incapaz me siento de expresar la Idea. ¡Qué manía más bárbara, pasarse la vida peleándose con las palabras y sudando el día entero para redondear la musicalidad de las frases!”, le escribió a Colet.

 Le escribe en otra de las cartas  a Colet. “Se escribe con la cabeza. Si el corazón la calienta, mejor; pero no hay que decirlo. Debe ser un horno invisible, y así evitamos divertir al público con nosotros mismos, cosa que encuentro repugnante o demasiado ingenua, y la personalidad de escritor, que empequeñece siempre una obra”.

Puede leerse en otra: “Escribo para mí, para mí solo, del mismo modo que fumo y que duermo. Se trata de una función casi animal por lo que tiene de muy personal e íntima. Al escribir algo no pienso en otra cosa que en la realización de la Idea, e incluso me parece que mis obras perderían todo su sentido si llegaran a publicarse. Hay animales que viven bajo tierra y plantas que no se pueden recoger y que ni siquiera conocemos. ¿Quién sabe si no hay también espíritus que han nacido para habitar en rincones inalcanzables. ¿Para qué sirven? Para nada. ¿Perteneceré a esa familia?”


Su salud empezó a decaer cuando en 1870, durante la Guerra franco-prusiana, unos soldados prusianos ocuparon su casa, creándole enfermedades nerviosas junto con una gran melancolía y depresión. Aun así no dejó de escribir y sus obras fueron publicadas a lo largo de su confinamiento.

Finalmente Flaubert falleció a la edad de 58 años de una hemorragia cerebral y fue enterrado en el panteón familiar de Ruan. En 1890 se inauguró un monumento dedicado a su memoria en el museo de Ruan.

Flaubert nunca se casó y, después de la muerte de su madre, en 1872, su sobrina (y única heredera) cuidó de él. “La diferencia que ha existido siempre entre mi modo de ver la vida y el de los demás ha hecho que me encerrase (¡no lo bastante, por desgracia!) en una áspera soledad de la que nada lograba hacerme salir. Me han humillado tantas veces, he escandalizado y hecho gritar tanto que he terminado, desde hace mucho tiempo, por reconocer que, para vivir tranquilo, hay que vivir solo y poner burletes en todas las ventanas por miedo a que el aire del mundo llegue hasta uno”.

MADAME BOVARY


 



Sin duda, Madame Bovary, merece un capítulo aparte en la obra de Gustave Flaubert.
Verano de 1848. Los periódicos publicaron una noticia que conmovió a gran parte de una comunidad francesa, cerca de la ciudad de Ruan: una joven ama de casa, casada con un médico y madre de una hija, se había suicidado luego de cometer varios adulterios y de contraer enormes deudas para la compra de elegantes prendas de vestir y otros objetos superfluos. Con 27 años de edad, la mujer conocida como Delphine Delamare había puesto fin a su vida, hastiada del matrimonio y de la rutina doméstica. El artículo fue uno de los más comentados del momento y llegó también a manos de un aspirante a novelista, quien no solo entendió la desesperación de una mujer en particular, sino la de muchas otras que soportaban la opresión machista de la época, aunque el miedo las obligaba a sonreír y callar. 
El joven escritor, quien ya había escrito una primera novela a los 17 años y algunos relatos, se dedicó a darle forma a esta nueva historia, sin saber que estaba creando no solo una de las obras más importantes de la literatura francesa, Madame Bovary, sino también su propio nombre en el escenario universal de las letras.
“La obsesión descriptiva de Flaubert encuentra en Madame Bovary su expresión más acabada: la pérdida del sentido moral, la pobreza de una ética que se sustente en un ideal de vida, la imposibilidad de encontrar un sentido en un medio social corrompido, todo ello es puesto ante el lector en escenas cuyo valor se estructura a partir del detalle" ,dice la escritora Josefina Delgado. "La sensualidad de Emma se le manifiesta a Charles cuando la ve morderse los labios, chuparse el dedo pinchado por la aguja, al oír el golpeteo de los zuecos con que calza sus pies blancos, al descubrir la forma almendrada de sus uñas. El desenfreno de Emma, ya en el final de su relación con León, es percibido por el lector a partir del chasquido de las cintas de su corsé, del contraste que ofrecen el color rosado de sus chinelas y el blanco de su piel”. Mientras tanto, el narrador permanece al margen, “aunque buscando la palabra justa, la que el lector acepte como el efecto de realidad que va a perturbarlo”, concluye Delgado.
La escritora Virginia Cosin recuerda que, en una carta a Colet, el autor revela: “Quiero escribir una novela sobre nada, que se sostenga por la fuerza de su estilo”. “Sobre qué trata Madame Bovary no es asunto del autor, sino del lector, dice Cosin. Por eso es ‘la primera novela moderna’. Su autor no opina, no juzga a su heroína, la deja actuar. Según quién y cómo lea, Madame Bovary puede ser una novela sobre la lectura y sobre lo aburrida que es la vida, con sus tiempos muertos rodando en la planicie de lo cotidiano, sobre lo insoportable que resulta vivir una vida común, normal, si se la compara con las fascinantes tramas llenas de peripecias de las novelas de amor. Puede ser una novela sobre los peligros de imaginar, sobre lo femenino, la locura, el deseo, el matrimonio, la maternidad no deseada, el dinero, el consumo. Puede ser también una novela sobre el ridículo, sobre la fantasía, sobre la infancia. Para mí, finalmente, es una novela sobre lo salvaje que no se deja domesticar”.
A modo de conclusión podemos decir que, Gustave Flaubert dejó que su arte irrumpiera para mostrar las distintas aristas de toda una sociedad. Quizá por eso, Emma Bovary se hizo un lugar entre los personajes más recordados y destacados de la literatura universal.

Algunas frases para conocer a Madame Bovary

• Los sueños nunca se satisfacen; los antojos solo se multiplican.

• La vida es una broma, una cosmología del aburrimiento.

• Los sentimientos son como el aire: no hay manera de aferrarse a ellos.

• La felicidad no es una condición permanente; es un estado de ánimo.

• El amor es una actitud moral y una actitud mental que deberíamos cultivar como una virtud.

• Es imposible escapar de uno mismo.

• La edad es una mentira, la juventud una ilusión.

• Solo puede haber felicidad cuando se vive plenamente el presente.

• Cuidado con la tristeza. Es un vicio.

• De todos los libertinajes posibles, viajar es el más grande que conozco.

• No hay nada más sublime que una conciencia desenmarañada.

• La vida es un misterio que siempre debe ser buscado y descubierto.

• La verdadera libertad es liberarse de las ataduras de la mente.

• Los sentimientos son como el viento: no pueden ser aprisionados, sino solo motivados.

• La sabiduría está en el corazón, no en la mente.

• El único paraíso es el que uno encuentra en sí mismo.

• Es en la soledad donde uno descubre la verdadera belleza de la vida.

• La alegría no es necesariamente el simple júbilo, sino una sensación más profunda de paz interior.

• Amar es desear que otros tengan todo aquello que uno anhela para sí mismo.

• No hay nada mejor que el amor sin condiciones.



Trabajo de Investigación y Edición: Isa Santoro.
                 Administradora de  Atrapados por la Imagen.             
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.

5 comentarios:

  1. Qué trabajo estupendo Isa!!! crear un personaje femenino como Madame Bovary, fué totalmente revolucionario, dado que es muy dificíl escribir sobre una mujer, siendo hombre, y mucho más en aquellos años... y pasarón, no uno, ni dos, pasarón 202 años de su nacimiento!! hoy, que el mundo parece retroceder en el tiempo y el atraso, leer a Gustave Flaubert, es un bálsamo para el alma!!! me quedó colgada de esta frase, Amar es desear que otros tengan todo aquello que uno anhela para sí mismo. Gracias querida amiga, por este trabajo tan hermoso y didáctico!!! felicitaciones!!!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Borrar
    2. Ay, amiga, qué hermosas palabras para conmigo, y qué ciertas palabras para Madame Bovary, tan reales. La pregunta es, cuántas Emma habrá aún...? Cómo siempre te agradezco la oportunidad de poder seguir con mi profesión que amo! 💜💚

      Borrar
    3. Tu saber es maravilloso, gracias a vos amiga!

      Borrar
  2. Excelente recopilación que nos brinda una semblanza de Flaubert y su época, con un escrito delicadamente articulado. Gran elaboración! Gracias

    ResponderBorrar

deja tu comentario gracias!