sábado, 6 de enero de 2024

CONOCIENDO A OSVALDO SORIANO

 HOMENAJEANDO A UN GRANDE: OSVALDO SORIANO, QUIEN HOY CUMPIRÍA 80 AÑOS.



Osvaldo Soriano ,  nació en Mar del Plata, el 6 de enero de 1943.  Narrador y periodista argentino que reflejó con irónica objetividad la realidad de su país. Pasó su infancia y adolescencia en su ciudad natal y en las provincias de San Luis y Río Negro, cuyos paisajes evocaría en su obra y en sus columnas periodísticas. Fue futbolista y, tras variados empleos, se dedicó al periodismo político, deportivo y cultural. 
Forjado en las redacciones, trabajó en la revista Primera Plana y en el diario La Opinión. En 1973 publicó la novela "Triste, solitario y final"; considerada su mejor obra, al punto tal que  hoy, todavía continúa reeditándose con éxito. Tras el golpe militar de 1976, abandonó Argentina y no regresó a su país hasta el advenimiento del gobierno democrático de Raúl Alfonsín. Vivió en México, Bruselas y París hasta su regreso en 1984. Desde entonces y hasta su muerte colaboró en el diario Página/12.  “En sus legendarias contratapas parodia la mecánica de Art Buchwald a través de esas notas en las que un corresponsal en la Argentina da cuenta de lo patético y tragicómico de nuestra realidad. Por otro lado, en Página aparecen sus cuentos sobre el padre que son de un nivel literario muy alto.

La narrativa de Soriano se apoya tanto en los artificios clásicos del género novelesco (construcción de personajes y diálogos) como en los lineamientos del periodismo (un estilo llano y fácilmente asimilable para el lector) y en esa combinación obtiene sus mejores beneficios. Sus novelas se basan en tramas de trazado muy profundo, a través de una sintaxis y un léxico descarnados, según modelos narrativos que llevan al lenguaje cinematográfico y a la novela negra americana. En "Triste, solitario y final" (1973), el cine y la novela policíaca se convierten totalmente en el tema de una narración cuyos personajes son Stan Laurel, Oliver Hardi, John Wayne, Charlot, Marlowe y otros, retratados con la melancolía, el amor y el desencanto propios de un cinéfilo.
Su conciencia estilística, articulada para alcanzar normas, temas y mitos colectivos, y su tono narrativo descuidado y elíptico, que le permite su bagaje de nociones y conocimientos comunes, dan una medida exacta de la obra de Osvaldo Soriano. "No habrá más penas ni olvido" (1979) y "Cuarteles de invierno" (1981) están narradas en clave de tango por personas cultas. Con la conciencia de narrar por enésima vez, las tragedias públicas y privadas que están destinadas a repetirse, también por enésima vez, afronta el tema de la violencia política en Argentina, del peronismo y del pugilato, rediseñando la figura del campeón deportivo en el ocaso.
"Artistas, locos y criminales" (1986) es una colección de artículos periodísticos, a través de los cuales se puede hacer un recorrido por los caminos estilísticos y temáticos del autor. Una de sus obras más conocidas es, "El ojo de la patria" (1992), relato de las delirantes aventuras de un agente secreto argentino, Julio Carré, en el París de los años 90.
El resto de su producción incluye, entre otras obras, "Rebeldes, soñadores y fugitivos" (1987), "A sus plantas rendido un león" (1988), "Cuentos de los años felices" (1993), "La hora sin sombra" (1995) y "Piratas, fantasmas y dinosaurios" (1996). Sus obras han sido traducidas a numerosas lenguas, y algunas fueron llevadas al cine. El director Héctor Olivera adaptó para la gran pantalla su novela, "Una sombra ya pronto serás" (1990), con guión del propio autor. Al margen de su valorada obra literaria, sus artículos deportivos, centrados sobre todo en el mundo del fútbol argentino, despertaron siempre la admiración de su nutrida hueste de lectores.
Afectado por un cáncer de pulmón, Murió el 29 de enero de 1997 en Buenos Aires, y fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita
               


                   
                                            

SORIANO Y SU AMOR POR LOS GATOS.

Soriano, solía contar que tuvo un "inicio tardío" en su vocación. Comenzó a leer después de los veinte años. Con Horacio Quiroga, Edgar Allan Poe y Guy de Maupassant como sus maestros, sintió “el impacto de estos grandes cuentistas del realismo".
Su amor por los gatos hizo que éstos le marcaran el camino en momentos importantes, tanto personales como literarios. Tuvo que separarse de una novia con la que convivía por su alergia a los felinos.
Comenzó a escribir cuando vivía en Tandil. Después de casi haber descartado la literatura a raíz de su fracaso en el intento de escribir cuentos fantásticos, empezó su primera novela una vez mudado a Buenos Aires.
Nunca sintió nostalgia del cuentista que dijo no haber sido, sí le dolió haber perdido la batalla.
Veni, un gato negro, lo acompañó en Bélgica y Francia durante el exilio hasta que falleció en Buenos Aires.
“Yo no tengo biografía. Me la van a inventar los gatos que vendrán cuando yo esté, muy orondo, sentado en el redondel de la luna”, decía Osvaldo Soriano.

      

  "Un escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo".
Otra de sus frases.

ALGUNAS DE LAS MEJORES FRASES DE OSVADO SORIANO

• “Las fotos son instantes de la vida que después no encajan en ninguna parte”.

• “Los ideales son la única forma de saber que estamos vivos”.

• “Sin padres, sin infancia, sin pasado alguno, no nos queda otra posibilidad que afrontar lo que somos, el relato que llevamos para siempre”.

• “Me di cuenta que durante mucho tiempo me había olvidado de mí y que por eso no podía hacerle bien a nadie”.

• “La memoria, al elegir lo que conserva y lo que desecha, no sabe de casualidades”.

• “No sé, me parece que siempre llegamos tarde a lo que amamos”.

• “La deseaba tanto que ni siquiera intentaba disimularlo.”

• “Quizás lo único que me propongo al escribir es quitarle a la literatura cierta solemnidad que tiene. Tengo poca relación con la crítica. Me importan los lectores,
 divertirme escribiendo y abrir un mundo que mezcle la aventura con la política y el humor.”

• “Los ideales son la única forma de saber que estamos vivos.”

• “El fútbol tiene la significación de una guerra sin muertos, pero con conflicto. Con drama, reflexión e ironía. Y amalgama a la familia, cosa que no consigue la política.”

• “En el camino cuando todo parece perdido siempre queda una última maniobra. Un golpe de volante, un rebaje, algo, pero nunca el freno. Usted toca el freno y está perdido.”

• “Creo que no soy tan viejo como para ser venerable, ni tan joven como para ser un cómplice.

• “Los sueños se van con la noche. Y tan solo queda una bruma lejana e inatrapable.”

• “No sé, me parece que siempre llegamos tarde a lo que amamos.”

• “Oiga estoy cansado de oírlo alabarse. ¿No tiene abuela?”

• “Parado allí, con el corazón apretujado, sin saber lo que haría al volver a la calle, se preguntó quién ocuparía su lugar.


Trabajo de investigación y edición : Isa Santoro.
Administradora de Atrapados por la Imagen.


                     


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