viernes, 31 de mayo de 2024

CONOCIENDO A WLAT WHITMAN, A 205 AÑOS DE SU NACIMIENTO.

 WALT WHITMAN, EL MÁS GRANDE POETA NORTEAMERICANO.



Oh capitán, mi capitán…»

Oh Capitán, mi Capitán:
nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.
Ya el puerto se halla próximo,
ya se oye la campana
y ver se puede el pueblo que entre vítores,
con la mirada sigue la nao soberana.

Mas ¿no ves, corazón, oh corazón,
cómo los hilos rojos van rodando
sobre el puente en el cual mi Capitán
permanece extendido, helado y muerto?

Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
tropeles de campanas.
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.

Por ti la multitud se arremolina,
por ti llora, por ti su alma llamea
y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.

Oh Capitán, ¡mi Padre amado!
Voy mi brazo a poner sobre tu cuello.
Es sólo una ilusión que en este puente
te encuentres extendido, helado y muerto.

Mi padre no responde.
Sus labios no se mueven.
Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte.
Anclada está la nave: su ruta ha concluido.
Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje.
La nave ya ha vencido la furia del oleaje.
Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas
en tanto que camino con paso triste, incierto,
por el puente do está mi Capitán
para siempre extendido, helado y muerto.


Seguramente, la gran mayoría conoce este bello poema de Walt Whitman, que se hizo muy famoso a través de la película, "La sociedad de los poetas muertos". 

Cabe aclarar que, así como le han atribuido, erróneamente, diversos poemas o textos  a: Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Oscar Wilde, José Martí, y otros; a Walt Whitman le han atribuido el poema, "No te detengas", también conocido como, "Carpe Diem", del cual, aún se desconoce su autor, pero lo que sí se sabe, es que está compuesto por muchas de las frases que forman parte de la misma película, "La sociedad de los poetas muertos" o  "El club de los poetas muertos". Basta con leer la obra del  gran poeta, para darse cuenta de que ese poema, no puede ser de su autoría, al igual que pasa con los otros grandes escritores mencionados.

Pero quién fue este gran poeta...

 Walt Whitman, el “padre de la poesía americana”. Con este epíteto se conoce al poeta, considerado el gran impulsor de la poesía moderna en Estados Unidos. 

Walter Whitman, nació el 31 de mayo de 1819, en West Hills, Nueva York.  Hijo de madre holandesa, Louisa Van Velsor y padre británico, Walter Whitman, fue el segundo de los nueve vástagos de una familia con escasos recursos económicos. Pasó sólo ocasionalmente por la escuela y pronto tuvo que empezar a trabajar, primero, y a pesar de su escasa formación académica, como maestro itinerante, y más tarde en una imprenta. 

Allí se despertó su afición por el periodismo, interés que le llevó a trabajar en varios diarios y revistas neoyorquinos. Nombrado director del Brooklyn Eagle en 1846, permaneció en el cargo sólo dos años debido a su disconformidad con la línea abiertamente proesclavista defendida por el periódico. Su afición por la ópera (género que influyó enormemente en su obra poética) le permitió coincidir en una noche de estreno con un dirigente del periódico de Nueva Orleans Crescent, quien lo convenció para que dejara Nueva York y aceptase una oferta para trabajar en el diario.

Durante el viaje hacia al Sur, que emprendió en 1848, tuvo la oportunidad de contemplar una realidad, la de provincias, para él totalmente desconocida y que, en definitiva, sería decisiva para su carrera futura. Por todo este conjunto de experiencias, cuando regresó a Nueva York, unos meses después, abandonó el periodismo y se entregó por completo a la escritura.

La primera edición de su gran obra, "Hojas de hierba" (Leaves of grass), no vio sin embargo la luz hasta 1855. Esta primera edición, habría otras ocho en vida del poeta, constaba de doce poemas, todos ellos sin título, y fue el propio Whitman quien se encargó de editarla y de llevarla a la imprenta. De los mil ejemplares de la tirada, Whitman vendió pocos y regaló la mayoría, uno de ellos a Ralph Waldo Emerson, importante figura de la escena literaria estadounidense y su primer admirador. Su crítica, muy positiva, motivó a Whitman para seguir escribiendo, a pesar de su ruinosa situación económica y de la nula repercusión que, en general, habían tenido sus poemas.

Al año siguiente apareció la segunda edición, y cuatro años más tarde la tercera, que amplió con un poema de presentación y otro de despedida. La noticia de que su hermano George había sido herido, al comienzo de la Guerra Civil, le impulsó a abandonar Nueva York para ir a verle a Fredericksburg. Más tarde se trasladó a Washington, donde, apesadumbrado por el sufrimiento de los soldados heridos, trabajó voluntariamente como ayudante de enfermería.



Tras el fin de la contienda, se estableció en Washington y trabajó para la Administración. Allí publicó varios ensayos de contenido político, en los cuales defendía los ideales liberales y la democracia, pero rechazaba el materialismo que, a su juicio, impregnaba la vida y las aspiraciones de la sociedad estadounidense. Aquejado de varias enfermedades, en 1873 se vio obligado a abandonar Washington y trasladarse a Camden, en Nueva Jersey, donde permaneció hasta su muerte, el 26 de marzo de 1892. Dedicó los últimos años de su vida a revisar su obra poética, y a escribir nuevos poemas que fue incluyendo en las sucesivas ediciones de "Hojas de hierba".

Whitman fue el primer poeta que experimentó las posibilidades del verso libre, sirviéndose para ello de un lenguaje sencillo y cercano a la prosa, a la vez que creaba una nueva mitología para la joven nación estadounidense, según los postulados del americanismo emergente. El individualismo, los relatos de sus propias experiencias, un tratamiento revolucionario del impulso erótico y la creencia en los valores universales de la democracia son los rasgos novedosos de su poética; en línea con el romanticismo del momento, propuso en su poesía una comunión entre los hombres y la naturaleza de signo cercano al panteísmo.

Tanto por sus temas como por la forma, la poesía de Whitman se alejaba de todo cuanto se entendía habitualmente por poético, aunque supo crear con los nuevos materiales momentos de hondo lirismo. Su influencia sería perceptible en las sucesivas generaciones líricas, tanto en su país (desde William Carlos Williams hasta Allen Ginsberg) como en otras literaturas (Rubén Darío, Federico García Lorca y Jorge Luis Borges).




ALGUNAS FRASES PARA CONOCER LA OBRA DE WALT WHITMAN.



"Te lo juro, hay cosas divinas más bellas que las palabras pueden decir".

“El futuro no es más incierto que el presente”.

 “El arte del arte, la gloria de la expresión y la luz del Sol de las letras es la simplicidad”.

 “La hojita más pequeña de hierba nos enseña que la muerte no existe; que si alguna vez existió, fue sólo para producir la vida”. 

 “Las batallas se pierden con el mismo espíritu con que se ganan”. 

 “Coged las rosas mientras podáis. Veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta”.

"Los infinitos héroes desconocidos valen tanto como los héroes más grandes de la historia".

"Existo como soy, eso es suficiente".

"Lo que satisface el alma es verdad".

"Para mí, cada hora del día y la noche es un indecible perfecto milagro".

“Resiste mucho, obedece poco”.

"Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también".

"Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano".

"A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz.".

"Toda pulgada cúbica de espacio es un milagro".

"Un hombre no es sólo lo que está comprendido entre pies y cabeza".

"La fe es el antiséptico del alma".

"El que camina un minuto sin amor,

Camina amortajado hacia su propio funeral".

"La felicidad, el conocimiento, en este lugar, no en otro, en esta hora, no en otra hora".




Trabajo de Investigación y Edición: Isa Santoro.

Administradora de Atrapados por la Imagen.



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1 comentario:

  1. Qué buena reseña Isa.
    Me quedo con:
    "Resiste mucho, obedece poco "

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