"SIN PAN Y SIN TRABAJO", LA OBRA DE ERNESTO DE LA CÁRCOVA, QUE SIEMPRE ESTÁ VIGENTE.
Ernesto de la Cárcova nació en Buenos Aires el 3 de marzo de 1866, e inició su formación artística con el pintor piamontés Francesco Romero en 1882, en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Entre 1885 y 1893, continuó sus estudios en Italia, primero en Turín y luego en Roma, donde comenzó a pintar la obra "Sin pan y sin trabajo", expuesta a su regreso a Buenos Aires en el Segundo Salón del Ateneo, de 1894. Adquirida por el Museo Nacional de Bellas Artes en 1900, la pintura se exhibió en múltiples oportunidades y ha sido resignificada en las últimas décadas como imagen emblemática de luchas sociales.
"Sin pan y sin trabajo", es el primer cuadro de tema obrero con intención de crítica social en el arte argentino. Desde el momento de su exhibición ha sido una pieza emblemática del arte nacional: comentado, reproducido y citado por sucesivas generaciones de artistas, historiadores y críticos hasta la actualidad.
En este cuadro, De la Cárcova mostró claras líneas del movimiento conocido como “realismo”, una rama muy comprometida con las clases bajas y las problemáticas sociales. Se trata de una imagen representativa de las luchas sociales. Muestra el flagelo que genera la pobreza en una familia. La tristeza, el miedo y el hambre se pueden ver en los rostros de estos adultos que se asoman por la ventana, donde observan como un grupo de manifestantes es reprimido.
En esta pieza, el dramatismo de la situación que viven los personajes parece acentuarse aún más con los efectos de contraluz y pesadas sombras logradas.
Hay algunos elementos de la composición y el tratamiento del tema que alejan a "Sin pan y sin trabajo" de las recetas naturalistas en favor de una mayor expresividad crítica, transformándolo en un cuadro de ideas: la posición inestable y el alargamiento de la espalda del obrero, la inclinación de la silla en que se apoya y de la mesa (que no responden a un esquema riguroso de perspectiva) generan tensión hacia el gesto de la mano que aparta la cortina y centra la atención sobre la escena que se desarrolla en la vista del fondo. Allí puede verse un conflicto entre obreros y guardias a caballo, frente a una fábrica cerrada e inactiva. El plano inclinado de la mesa vacía, plenamente iluminado, presenta también un foco de interés en el que se destacan las herramientas, inútiles. La figura de la mujer con el niño en brazos, a la derecha de la composición, con un regazo extraordinariamente amplio y una expresión vacía en el rostro, funciona como contrafigura de la tensión dramática del obrero.
"Sin pan y sin trabajo" fue la obra con la que De la Cárcova se presentó al regreso, en el segundo Salón del Ateneo en Buenos Aires, tras haberse afiliado al recién creado Centro Obrero Socialista (antecedente inmediato del Partido Socialista, fundado dos años después). No había en Buenos Aires una tradición académica sino que el grupo de artistas del Ateneo procuraba dar sus primeros pasos. Por otra parte, a partir de la crisis de 1890, la inmensa afluencia de inmigrantes europeos que, llegaban de Europa a Buenos Aires, en busca de trabajo, comenzaba a percibirse en forma conflictiva.
Los diarios de Buenos Aires destacaron el cuadro de, De la Cárcova como la gran revelación del Salón de 1894. Se destaca entre ellos la extensa e intencionada nota de Roberto J. Payró (quien también se había afiliado ese año al Centro Obrero Socialista) en La Nación, donde el cuadro fue reproducido por Martín Malharro. Payró comentaba en forma dramática la escena para los lectores: “¡No quiero, no quiero que me quitéis el pan de mi esposa, el pan de mi hijo! ¡No hay derecho, asesinos, para hacer morir a esta inocente criatura, para hacer sufrir a esta pobre mujer! […] Pero él no sabe todavía. Se enfurece ante el efecto y no se da cuenta de la causa. Mañana, cuando la conozca, se hará un anarquista, y se vengará de sus furores injustos contra los compañeros de sufrimiento, con otros furores, mortíferos, que lo llevarán quién sabe a qué extremidades nefastas”.
El cuadro es conocido como la primera pintura argentina que retrata la desocupación, y que plantea que, porque no hay trabajo, no hay pan (algo que en este tiempo sería discutible, porque hay gente que tiene trabajo y está por debajo de la línea de la pobreza).
“Sin pan y sin trabajo” cumplió 130 años en noviembre, justo en un tiempo en que ese título, esa bandera, aparece en distintas partes del país; con una vigencia sin igual. El mensaje de la pintura es que el Estado no responde a las necesidades y carencias del pueblo.
Administradora de Atrapados por la Imagen.
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