ATRAPADOS POR LA IMAGEN
Cuentos y Relatos Presenta a . . .
MARTA PUEY
"Artista de Atrapados por la Imagen"
en...
"LULÚ"
Ilustración: Marta Puey
Relato Inédito: Publicado en Atrapados por la Imagen.
RL-2022-18030193-APN-DNDA#MJ
REGISTRO DE PROPIEDAD INTELECTUAL
EDITORIAL ATRAPADOS POR LA IMAGEN
Fotografía: Marta Puey |
"LULÚ"
Agotada escuchó el llanto: — es una nena – dijo la partera. Terminó con ella y agregó: — ya te podés bajar.
— Quiero verla.
—La están pesando, salí al pasillo, a la derecha en la segunda puerta entrá y acostate, cuando terminen te la llevan.
Caminó lento por el pasillo del hospital con ventanas y puertas altas, de silencio con ecos de ruidos lejanos; entró a la sala, allí, de las cuatro camas con cunas al lado solo una estaba ocupada, la mujer y el bebé dormían. Se acostó. Cuando se la trajeron envuelta en la mantita blanca, pidió tenerla en los brazos, quiso reconocerse en la carita que acarició con su dedo índice, recibió una pequeña mueca y un entreabrir de párpados.
Entraron las dos por el descascarado pasillo color del tiempo hasta llegar al ph del fondo. La abuela abrió la puerta, se asomó a la manta blanca y preguntó: — ¿qué es?, —mujer, le puse María— contestó como pidiendo disculpas.
Cuando empezó a caminar le cosía polleritas de tul rosa con volados de colores y la llamó Marilú, evocando la muñeca que nunca tuvo.
Más tarde trepó la adolescencia con escasa minifalda y mal mirada por la abuela que no tardó en trascender con el rezongo de la máquina de coser de su hija como último resueno, quien desde temprano con la espalda agobiada se extinguía terminando prendas. Era María/Marilú la encargada de hacer la entrega a cambio de lo justo para sobrevivir y supo que lo suyo no sería eso.
Pasó poco tiempo y María/Marilú, enfundada en lycra centelleante, montada en tacos de los altos, acodada en la barra de un territorio nocturno, se llamó Lulú.
©Marta Puey
Buenos Aires
2024
Edición: Editorial Atrapados por la Imagen
Diciembre 2024
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Marta, siempre es un gusto leer sus escritos, mostrando el borde trágico e inevitable de toda existencia humana. Gracias por estar.
ResponderBorrarGracias Mario Kelman por tu tiempo y devolución.
Borrarhermoso
ResponderBorrarRicky, generosa devolución.
BorrarInconfundible Marta Puey! Con su estilo descarnado y preciso (que me encanta) desarrolla tres historias, tres generaciones...la síntesis llevada al extremo con tal maestría que no deja huecos para las dudas. Otra perlita!
ResponderBorrarGracias Pablo, buena idea la d las tres historias. Gracias!
Borrar¡¡¡Tremendo cuento!! ¡Tan duro como real, cuántas chicas corren y correrán el mismo destino que Lulú! Querida Marta, tu cuento es excelente, la mirada social se ve reflejada en cada uno de tus relatos, que avidamente tus seguidores esperamos para dejarnos sorprender por tu brillante escritura.!¡ Gracias por tanto talento!!! Miles de abrazos y ¡¡felicitaciones!!
ResponderBorrarTu mirada muy cierta, una realidad que no se puede obviar. Gracias!
BorrarAy, Martita!! Un cuento tan realista como desgarrador! Primero muestra el maltrato obstétrico, del cual muy pocos hablan, después muestra a una de tantas jóvenes madres que deciden hacer frente a una maternidad, pese a todo, y por último, el desencadenante de una sociedad que margina a los desposeídos y los empuja, a veces, a lo peor para poder sobrevivir. Un relato increíble de la mano de una mujer increíble! Mis más sinceras Felicitaciones!!
ResponderBorrarGracias Isa!, sí, historias insoslayables.
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