Yusuf Sevinçli

"Sólo considero la fotografía como un medio de comunicación. Cuando digo esto no me refiero sólo a los observadores, sino también a mi trabajo para mí, como fotógrafo, para comunicarme conmigo mismo y con el mundo que me rodea. Sin la fotografía voy a quedar en silencio."

Es un fotógrafo turco (nacido en Zonguldak en 1980, vive y trabaja en Estambul) cuyos contrastados blancos y negros, con grano grueso y superficies rayadas, tienen una dimensión atemporal que les confiere la fugacidad de la vida cotidiana. Graduado de la Universidad de Comunicación de Mármara en el 2003, se incorporó al año siguiente a una clase magistral dedicada a la fotografía documental en Suecia. 

Tiempo después construyó su propio trabajo a través de varias series, como "Buen perro", que han sido objeto de numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas en Turquía, Europa y en todo el mundo --Mes de fotos Moscú, Photobiennale Salónica, Festival de Fotografía Fotografía Europa Reggio Emilia en Italia, Fotografía Noorderlicht los Países Bajos, Australia FotoFreo. 

Su trabajo también a menudo es objeto de publicaciones en obras colectivas dedicadas a la fotografía ("Image Makers, Ladrones Image: La guía esencial a la Fotografía" por Thames & Hudson) así como en diversas revistas internacionales. 

En sus propias palabras:

"Veo y obturo el botón de la cámara para tomar una fotografía, y esa es mi revisión de vida, mi comentario sobre la forma en que veo y lo que veo en las cosas que me rodean. Es mi respuesta al entorno social, a lo que me rodea, a lo que me afecta. 
La fotografía es un puente entre la vida y yo. Como un instinto, que viene de lo profundo de mí mismo. Como individuo, es lo que le digo al mundo y es la pregunta que hago  cuando me dirijo a él. Es una manera simple y directa para estar más cerca de mí, de lo que soy, lo que me interesa, en lo que quiero y lo que temo, mi vulnerabilidad". 

Yusuf Sevinçli no se detiene. Camina, explora, observa. Sus obras son parte de la realidad que son siempre diferentes, pero con el tiempo se pueden encontrar similitudes y convertirse en una serie de imágenes. Es un concepto casi picaresco de la fotografía, prácticamente sin hogar, errante, que rechaza la estabilidad y la tranquilidad de una casa, incluso visual, y que marca la vida. Los temas se convierten en partes que encajan entre sí y revelan la representación de la realidad a través del ojo del artista. La emoción está lejos de los caminos trillados y nos muestra su verdadera naturaleza.