por AUGUST SANDER
Decir August Sander es decir humanidad fotográfica en todos los sentidos. Y en todos los detalles. Los buenos y los malos, todo lo que somos. Sander, uno de los pocos fotógrafos con lugar propio en el MoMA de Nueva York, trató de reflejar a sus contemporáneos tal como eran: buenos y malos, ricos y pobres, hombres y mujeres o niños para componer un paisaje más amplio que nos cuenta cómo era aquella sociedad alemana de principios del siglo XX.
Esta foto de grupo, realizada hacia el año 1914, es, probablemente una de las favoritas del proyecto El hombre del siglo.
Además del ambiente crepuscular, el alemán ha captado el lenguaje corporal de los tres campesinos endomingados que se dirigen a un baile. Frente al desagrado que pueden provocar en el observador la rigidez y envaramiento desconfiado de los dos de la derecha (que podrían representar a una Alemania más inflexible), el chico de la izquierda inspira una inmediata simpatía. Su desparpajo, el sombrero, ese flequillo, el cigarrillo en la boca, cómo sostiene el bastón, parecen contemporáneos y hace surgir en nosotros el deseo de ser sus amigos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
deja tu comentario gracias!