-Caramba que buena foto-
Pero no nos dio tiempo de hacer nada en ese primer momento, debido a que el muchacho se nos apareció de repente y de inmediato por su rápido andar, nos había dado la espalda y se alejaba por la acera. De repente una niña le gritó que le regalara una galleta Oreo y el joven detuvo su paso, ni corto ni perezoso, les presentó el dulce encargo y se lo colocó a una altura para que tomará la galleta, más una amiga que la acompañaba, no desperdicio la oportunidad y también hizo lo propio ante los gritos de reclamo y la cara de asombro del mandadero.Yo en esta segunda oportunidad no desperdicié el momento y lo plasmé con mi cámara.
Wowwww!!!!!! excelente trabajo Luis!!!! me encanta la historia introductoria de la imagen, la misma recrea de maravillas toda la escena de principio a fin!!! aplausos amigo!!!!
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