A veces al amanecer, cuando no sabemos con certeza si estamos dormidos o despiertos, o a la hora del crepúsculo cuando las sombras nos hacen dudar de nuestros sentidos, adivinamos invisibles presencias, susurros, aletos, risas contenidas y hasta puede rozar nuestra mejilla algo que no podemos definir...
...son los Ángeles, vienen y van, escuchando nuestros secretos y susurrándonos melodías...
Pero que lindo!!! luego de leerte, imagino que el movimiento de tu llamador se debe al paso rápido del ángel que te visito!!! me encanto tu imagen y el rescate de la magia que vive en todos nosotros!! gracias hermosa!!!
ResponderBorrarLuisa que bonitas tus palabras, llenas de sentimientos y muy poéticas. El llamador de ángeles vibra con tus sueños. Gracias amiga. Besos
ResponderBorrar