Fotografías de autor

¡Este espacio ha sido creado para que todos los amantes de las artes visuales y la literatura, puedan compartir sus trabajos e inquietudes! ¡¡Bienvenidos!!

lunes, 7 de marzo de 2022

Editorial Atrapados por la Imagen Presenta: ALBA

Nuevo relato de Pedro Pablo Lilli


Queridos amigos, nos complace compartir con todos ustedes: 
ALBA

Material inédito de Pedro Pablo Lilli, fotógrafo destacado de nuestra comunidad, y autor literario en la Editorial Atrapados por la Imagen, espacio dedicado a nuevos artistas.


¡¡¡Felicitaciones Pablo, por esta nueva entrega!!

Te deseamos muchos éxitos.



Agradecemos a todos nuestros amigos, lectores y seguidores,

por sus visitas y valoraciones.

Afectuosamente.
Administración de Atrapados por la Imagen.



ALBA



El Abuelo Tony después de la operación de garganta, tuvo una iluminación. Se convirtió al nudismo.
El vecindario se enteró por los gritos de Enriqueta, su última mujer, cuando por la mañana, al levantarse, lo encontró en la cocina preparando café, desnudo de la cintura para abajo.
- Me voy de la casa - dijo ella, armando el bolso. - ¡Acá ya no hay más Religión! 

Pocos años atrás, al jubilarse, el Abuelo compró la Iglesia de un Pastor que, por motivos personales, se transfirió a la Provincia de Córdoba.
Convertido en Pastor, el Abuelo Tony logró, en poco tiempo, duplicar el número de fieles y simpatizantes de su Misión.
El templo, ex sala de cine de barrio, primero, y sucesivamente bingo con anexo bar, lucía en lo alto de su frontispicio una inscripción en letras góticas que rezaba:
"Iglesia de la Solidaridad Ecuménica". Después de la iluminación pastoral, fue integrada con la palabra "desnuda", quedando - por consiguiente - consagrada como:
"Iglesia  de la Desnuda Solidaridad Ecuménica".

Mi abuelo asumió, entonces, que debía - por coherencia - convertir  al nudismo, también a sus feligreses y para ello instituyó "La travesía de la Solidaridad Desnuda". La misma se celebraba, una vez al año, en la madrugada del quince de enero, fecha que en Rosario, normalmente, hace mucho calor, no llueve y hay pocos mosquitos.
El rito de iniciación nudista consistía en una regata por el Paraná, desde la Rambla Catalunya hasta la punta norte de la Isla de los Mástiles. Llegados a destino, los solidarios, tomados de  la mano entraban al agua, desnudos bajo la luz de la luna, entonando cánticos litúrgicos graves y de belleza litoraleña, terminados los cuales se daban pequeños cabezazos seguidos de un beso en la frente. Volvían luego a la playa, para disponerse en derredor de un fogón, donde un cáliz  con vino blanco y jarabe de granadina, bien frío, circulaba de mano en mano. El mismo apoyaba sobre un cuenco donde los feligreses depositaban una contribución monetaria para sellar la Solidaridad grupal.

El pasado de mi Abuelo Tony había sido turbulento y creo que, a raíz de ello, nació en el ocaso de su vida, la vocación pastoral.
- ¡Nacimos para gozar! - con estas palabras de esperanza comenzaba todas sus prédicas - La vida es gozo. La vida es canto, baile, risa...¡Amor! Pero amor sincero, amor libre de temores, de vergüenzas, de cadenas, de vestiduras. ¡Es Amor desnudo! Porque desnudos vinimos a este mundo y desnudos nos iremos!
El mensaje pastoral hacía estallar  en delirio místico a los feligreses que se iban desnudando y tocando los unos a los otros, solidariamente.
Un asistente, en tanto, pasaba el cuenco para las contribuciones. 

Dieciséis hijos con dieciséis mujeres distintas es lo que logré registrar de su pasado.
Desde muy joven se dedicó a la venta de lencería fina  a domicilio,  a lo largo y ancho de un vasto territorio que incluía las provincias de Santa Fe, Córdoba, Chaco, Corrientes y Entre Ríos exceptuando las ciudades capitales. Visitaba a sus clientes (en general amas de casa) cuatro veces por año presentando, en cada oportunidad, los nuevos modelos de estación. Difícilmente se retiraba de una casa sin haber vendido algo o insatisfecho. De muy buena presencia y aspecto distinguido sabía cómo fascinar a sus Clientas ilustrando y asesorando sobre las distintas opciones de prendas íntimas y sus accesorios para cada ocasión. Oí decir que dejó de visitar ciertas localidades pues algún marido lo esperaba escopeta en mano, lo cierto es que sus hijos nacieron, todos, en lugares diferentes. Mi padre, por ejemplo, nació en Yaguareté Corá, Corrientes.

Abandonada la comercialización de lencería fina y abrazada la Misión pastoral, el día que salió del hospital por su operación a la garganta, me dio un encargo:

- Tonio, quiero reunir a toda la familia.

👇Click en "SEGUIR LEYENDO", para continuar.
Después de casi un año de investigaciones, partiendo de su lista de Clientas, infinidad de horas de Facebook, mensajes de WhatsApp y videoconferencias logré registrar siete ramas (de las dieciséis) del árbol genealógico.
A fines de febrero de ese año organizamos un evento gigantesco en Roldán, poco fuera de Rosario, donde el Abuelo tenía una casa con un parque enorme. A las mujeres con hija o hijo de Tony se sumaron hijas e hijos de otros padres y - lo emotivo - fue que muchos de esos otros padres quisieron participar del encuentro. A mí me resultó muy útil, para incorporar datos e informaciones que me permitieron añadir  tres nuevas ramas para el año siguiente.

Al cabo de cinco años llegué a dieciséis ramas genealógicas, con opción a veinte.
Para este encuentro habíamos reunido doscientas cincuenta personas entre consanguíneos y asociados.
Un par de compañeros del colegio me ayudaron con las registraciones mientras mi hermanita Ile, fotografiaba con su celular a todos los de nuestra sangre. Mi hermano mayor sugirió hacer una clasificación de la descendencia del Abuelo en base a los rasgos somáticos: serranos, litoraleños o pampeanos pero luego la idea no se llevó a cabo porque no servía: todos tenemos mentón cuadrado y nariz griega, lo que nos hace fácilmente reconocibles.

Al Abuelo le gustaba recibir personalmente a los invitados. yo me quedaba a su lado para registrar y tomar apuntes que luego me permitirían cruzar datos y avanzar con mi investigación.

Cerca del mediodía llegó un hombre que, de no ser veinte años más joven, hubiera jurado que era el Abuelo mismo.
- Soy el hijo de Alba - pronunció sin rastro de emoción alguna y dando por descontado que su interlocutor sabía muy bien de quién hablaba.
Controlé mi planilla y no encontré  "Alba".
El Abuelo, sorprendido, recorrió minuciosamente el rostro del recién llegado; finalmente, lo abrazó con fuerza sin pronunciar palabra y echó a llorar, sin soltarlo, ocultando el rostro sobre su pecho. Luego, aún conmocionado, lo tomó del brazo para separarse del grupo y se encaminaron hacia el fondo del Parque.
Hablaron a solas un largo rato. El abuelo lo hacía animadamente, gesticulando. Su hijo lo escuchaba en silencio, sentado sobre un tronco caído y con la cabeza gacha. Parecían un hombre hablando con su sombra.

El duelo de honor a pistolas, al que el hijo desafió a su padre en esa conversación, se fijó para la mañana siguiente, al alba.

El parque estaba escarchado y el cielo se aclaraba con una suave luz celeste y oro. 

Los pájaros que a esa hora trinan, estaban callados. Quizás uno lo hizo, pero arrepentido o asustado, nos abandonó con ruidoso aletear. 

Los duelistas estaban uno frente a otro a la distancia convenida.

Los padrinos, rigurosamente vestidos de negro, cumplieron con el protocolo. 

Al desafiante le correspondía tirar primero y, cuando lo hizo, disparó al aire.
Consideró, así, lavada su deshonra.

Le tocaba al Abuelo. Sin que le temblara el pulso, llevó el caño de la pistola dentro de su boca. Cerró los ojos un momento, que nos pareció una eternidad. No dejo de preguntarme qué congojas atroces pasaron por su mente, quién era o había sido Alba para desencadenar esa locura.
Corrí a detenerlo, pero llegué tarde.




Pedro Pablo Lilli.
Rosario, febrero 2022.

11 comentarios:

  1. Relato desopilante, sustancioso, sarcástico, que nos lleva de la mano del humor desde el inicio hasta los dos últimos párrafos y allí la ruptura; tragedia y enigma.
    ¿Quién es Alba?
    Y este es el espacio que Pedro Pablo Lilli regala para que juguemos el juego y cada uno tenga su propia Alba, tantas como lectores tenga el cuento y tan diferentes como los amaneceres.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Marta, qué privilegio el mío, de que me leas y comentes! Un millón de gracias!😊

      Borrar
    2. Me encantó tu humor. tu imaginación desatada. el final inesperado. Entretenido, ocurrente, me encantó. Creo o sospecho qué tal vez, me recuerda parte de la historia de mi familia materna entrerriana. Fuera de toda broma, un tío de mi madre murió soltero, con 45 hijos reconocidos, que jamás reclamaron nada...a todos les dió el apellido... habrá algo en el agua. el aire litoraleña?

      Borrar
  2. Pablo, tu relato nos señala tu sentido del humor, tu imaginación y creatividad. Un cuento ameno, con pinceladas fantasiosas que nos llevan a un final abierto, sorpresivo, donde cada lector tendrá su propia visión del desenlace.
    Y Alba será un misterio, tal vez como la vida misma.
    Te deseo mucho éxito amigo y gracias por confiar en Atrapados por la Imagen para tu publicación.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Tesi por tu valioso comentario y por recibirme en la Editorial!

      Borrar
  3. Es un relato como tu personalidad ,con humor ,buen gusto,expresivo ,y con incógnitas!!

    ResponderBorrar
  4. Pablo, no me queda mucho por decir después de leer los comentarios anteriores, que también definen mi mirada. Si destacar, que una vez más disfruté leerte, me haz hecho reír y me regalaste un desafío que me invita a jugar con la imaginación ante el trágico e inesperado final. Me encantó!!
    Felicitaciones querido amigo, por tu bello arte expresado en letras!! Te deseo el mejor de los éxitos, y agradezco tu confianza depositada en este espacio. Abrazos gigantes!!

    ResponderBorrar
  5. Sr, Pablo un exquisito relato, trajo a mis recuerdos al abuelo paterno con 25 hijos de diferentes mujeres y que volvió a casarse a los 100 años generando un gran descontento a su familia, El igual se caso falleciendo 5 años después.

    ResponderBorrar
  6. Relato con humor, ironia y critica social. En ese abuelo se condensa toda la picardía y el desenfado. El misterio envuelve a Alba quizas su único y verdadero amor.

    ResponderBorrar
  7. Querido Pablo, tu relato me hizo reír, emocionar, recorrí nuevamente relatos de familia, viaje en el tiempo y pude situarme en una época donde este abuelo que vendía Lencería, bien podría ser el mío vendiendo pescado....
    El final sorprende, nos deja tratando de hilar una nueva historia.... la historia no contada de Alba!!! gracias Pablo por este regalo literario!!! felicitaciones amigo!!!

    ResponderBorrar

deja tu comentario gracias!