para aprovechar la oportunidad de fotografiar a una diminuta mariposa, de no más de dos centímetros, que se había posado en el interior de una ventana sobre un cristal opalino.
La liviana estructura de las alas de una mariposa se presta perfectamente a quedar realzada mediante una iluminación a contraluz que no busque crear una silueta sino, al contrario, revelar los detalles de la fina estructura de sus salas y antenas.
En este caso, se separó el flash de mano de la cámara y se le acopló un disparador por radio frecuencia de modo que se pudiera sincronizar el obturador de la cámara con el destello de luz.
Este Flash se coloco sobre la base de la ventana, para evitar movimientos.
El modo de disparo del flash se ajustó en posición manual y, después de probrar un par de veces con diferentes ajustes, finalmente se ajustó a 1/16 de su potencia máxima, con el zoom del flash ajustado a 70 mm.
Aunque era posible colocar el plano del sensor prácticamente en paralelo al cristal y con ello a la mariposa, se seleccionó una apertura de diafragma relativamente cerrada para conseguir una buena profundidad de campo. La fotografía está tomada con una cámara Canon 5D MKII con objetivo Canon EF 100 mm f/2.8 macro. La velocidad de obturación fue de 1/125 s a f/11 con una sensibilidad de 100 ISO.
vale la pena probar y poner en prácticas estos sencillos consejos!!!
ResponderBorrarLaura, para mi no tan sencillos, jaja, pero sin duda con unos resultados maravillosos. Lo tendré en cuenta. Gracias por tu informe. Bss
ResponderBorrarQue interesante Laura!!La mariposa que utilizaron de modelo, es una polilla, es pequeñísima, y que bonita se ve. Un resultado precioso.Me encanta!! .
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