KISS ME QUICKLY.
Material Inédito de:
Pedro Pablo Lilli
Editorial de Atrapadospor la Imagen,es un espacio dedicado a difundir:
¡¡El arte de todos!!
KISS ME QUICKLY.
I
La agencia especializada se hallaba en una discreta callecita del centro de la ciudad, en el corazón de la zona de bancos, servicios financieros y casas de alta moda. Ocupaba las tres plantas de un edificio vidriado que, para el transeúnte distraído, pasaba inadvertido.
Un diminuto y elegante cartel invitaba:
El lunes se presentó en el horario pactado, 19:15 hs., para experimentar su primer programa de besos a catálogo.
Billy Morrison salió a la calle, enardecido como un adolescente enamorado. “¡No la cambio! Esa mujer es de una dulzura hechicera”. Entró a un bar y pidió un café con una copita de anís. El juego, era entusiasmante. “A decir verdad, es una vergonzosa insensatez, pero es divertido, atractivo, arrobador”. Hacía tiempo que no experimentaba tal mezcla de emociones explosivas, irracionales, confusas. Pidió otra vuelta y finalmente regresó a su casa, cantando y de muy buen humor.
Regresó a pié hasta su casa sin encontrar ningún local abierto donde beber un trago.
La reanudación de las actividades en KISS ME QUICKLY demoraron más de lo previsto. En el ínterin, Morrison tuvo que viajar a China por motivos laborales y aprovechó la oportunidad para asistir a una exposición, sobre los nuevos desarrollos en el área de la Inteligencia Artificial. “Lo preocupante es que nadie puede precisar dónde está el límite…”, pensó. Durante las largas horas del vuelo que lo llevó al país asiático, meca de la tecnología, tuvo ocasión de reflexionar sobre su presente y sus proyectos a futuro. Era consciente de que no estaba bien, que buscaba diversivos para no reconocer una crisis interior que lo despojaba de iniciativa y ambiciones. Prueba de ello era, entre otras cosas, el frecuentar ese demencial y peligroso parque de diversiones, sustentado en la Inteligencia Artificial, que era KISS ME QUICKLY. “¡Imbécil, soy un imbécil!” dijo en voz alta sin darse cuenta, sorprendiendo a los viajeros de las butacas contiguas.
Los cuatro días que duró la misión comercial para la empresa que trabajaba, fueron muy provechosos. Le sirvieron, además, para renovar energías y despertar el interés en apostar a un cambio en su vida personal, no apenas vuelto a casa.
Al regreso del viaje se enfrascó en su actividad profesional, para escapar de pensamientos inquietantes.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Un diminuto y elegante cartel invitaba:
KISS ME QUICKLY.
Kiss-Art' s House
Besos a medida.
Billy Morrison entró decidido, asaltado por la curiosidad.
El empleado de la recepción le entregó un formulario titulado "Mi Programa" para trazar el recorrido de besos deseado, seleccionándolos de un amplio menú de propuestas sapientemente organizadas.
En el subsuelo, se hallaba la "Sala Catálogo" con boxes individuales dotados de monitores con videos ilustrativos, donde el cliente podía consultar tutoriales y elegir besadores en un generoso espectro de edades, etnias y géneros para planificar, de este modo, un programa personalizado acorde a sus gustos, necesidades y objetivos. Si bien la mayoría de quienes frecuentaban la Casa lo hacían por placer, había trascendido que muchos actores y actrices, por ejemplo, concurrían regularmente a KISS ME QUICKLY con fines de entrenamiento profesional.
La planta baja estaba destinada a "Besos candorosos" en tres opciones:
A) Insinuados sin contacto físico (besos a distancia).B) En la mejilla, guarnecidos con suspiros.C) Tímidos, en la comisura de los labios.
El primer piso ofrecía "Besos pícaros" en tres variedades:
A) Robado.B) Pico fugaz.C) Pico boom boom (fugaz, pero con más picardía).
En el segundo piso, el menú de "Besos intensos" contemplaba las siguientes tipologías:
A) Corto fogoso.B) Acentuadamente fogoso.C) Apasionado.
El tercer piso estaba destinado a "Besos de alto voltaje", en versión libre (free version).
A excepción de la planta baja, por protocolo sanitario, era obligatorio el uso de un preservativo lingual.
Los besos eran acompañados con palabras y gemidos coherentes con la tipología, conforme al hecho de que no es lo mismo un beso candoroso sin contacto físico que uno de acentuada fogosidad o uno de alto voltaje. El cliente tenía, además, la opción de elegir el parlamento en el idioma más afín a sus fantasías.
Para los indecisos figuraban en el menú, programas ya armados como, por ejemplo:
-"Flirt", recorrido sugerido a quienes se iniciaban en el kiss-art:
Beso insinuado (sin contacto físico), Beso en la mejilla (guarnecido con suspiro), Beso en la comisura de los labios, Pico fugaz, Pico boom boom.
-"Histoire d'un grand amour", en francés, que partiendo de un beso a distancia conducía gradualmente al beso de alto voltaje.
-"Amore incandescente", en italiano, recorrido desde el beso robado hasta el top de gama.
-"Castañuelas", en andaluz, (muy solicitado, auténtico best seller) que proponía una exigida performance donde se entremezclaban todas las categorías en un orden extravagante.
Los programas sugeridos cambiaban todas las semanas y, la Casa invitaba a repetirlos cambiando idioma, etnia y hasta género de los besadores para disfrutar de experiencias cada vez más audaces y siempre nuevas.
Billy Morrison, extasiado frente a la pantalla, diagramó un recorrido que incluía el menú completo, con besadoras mujeres de los cinco continentes, cada una en su idioma original.
—¡Cielos! —expresó el empleado cuando leyó el programa—. Le recomiendo que lo divida en dos o tres etapas. Se arriesga a deshidratarse con un trayecto tan consistente. Una sugerencia más, si me permite: intercale besos de distintos géneros para sumar glamour y adrenalina.
Morrison reservó 3 sesiones para la semana siguiente y -para iniciar- conservó la elección de solo besadoras hetero.
II
El lunes se presentó en el horario pactado, 19:15 hs., para experimentar su primer programa de besos a catálogo.
Antes de ingresar al apartado, consultó si -dado el caso- podía hacer toda la serie con la misma besadora.
—Tiene un timbre a disposición que, si lo presiona, significa que continuará con la misma partner aún cuando en su formulario haya expresado lo contrario, —dijo el encargado— ¡Adelante!
Entró a la salita delicadamente iluminada cuyas paredes recubiertas de pesadas cortinas de terciopelo negro generaban un clima íntimo, cenital, fuera del tiempo y del espacio; una música suave y romántica lo circundó. Estaba a solas. Pasaron unos minutos, que le parecieron una eternidad. Se preguntó si todo eso no era una locura. ¿Lo era? “Es un juego, solo un juego”. Estaba ansioso. Poco a poco la ansiedad comenzó a tornarse angustiante: temió, que Khushi, la hermosa joven de piel dorada y ojos caoba, que había elegido como primera de la serie, no concurriese a la cita. Revisó mentalmente el “programa” del día: 1) Beso a distancia, 2) en la mejilla, 3) en la comisura de los labios y 4) Robado. Extrañamente sólo recordaba la fisionomía y el nombre de esta muchacha. Las otras no eran menos bellas, ¡todo lo contrario!, desde el momento en que las había seleccionado para los top de gama…
—Billy, ¿eres tú? —preguntó una dulce voz femenina, al tiempo que aparecía, apoyada sobre una columna de mármol, una cabeza. —Soy yo, tu Khushi.
III
Billy Morrison salió a la calle, enardecido como un adolescente enamorado. “¡No la cambio! Esa mujer es de una dulzura hechicera”. Entró a un bar y pidió un café con una copita de anís. El juego, era entusiasmante. “A decir verdad, es una vergonzosa insensatez, pero es divertido, atractivo, arrobador”. Hacía tiempo que no experimentaba tal mezcla de emociones explosivas, irracionales, confusas. Pidió otra vuelta y finalmente regresó a su casa, cantando y de muy buen humor.
Se sucedieron las otras dos sesiones del programa, siempre con la misma besadora, al cabo de las cuales, comenzó a frecuentar diariamente KISS ME QUICKLY y en alguna oportunidad, hasta dos veces en el mismo día. Estaba poseído por “la dulce hechicera”. Necesitaba verla, escuchar su voz acariciante, contemplar sus ojos expresivos, vivaces; besarla. Las visitas se prolongaron y con el tiempo, comenzaron a surgir los celos. Lo trastornaba pensar que Khushi besase a otro. Estaba completamente obsesionado. Una noche, se despertó alterado por una pesadilla: la vio prostituirse y fue a buscarla; pidió una sesión.
—¡Tengo que ver a Kushi!
—Disculpe, Sr. Morrison, no es posible. Estamos formateando todo el sistema: detectamos un virus que hubo que eliminar. Creemos que cerca del mediodía, volveremos a estar operativos.
Regresó a pié hasta su casa sin encontrar ningún local abierto donde beber un trago.
Nevaba levemente.
IV
La reanudación de las actividades en KISS ME QUICKLY demoraron más de lo previsto. En el ínterin, Morrison tuvo que viajar a China por motivos laborales y aprovechó la oportunidad para asistir a una exposición, sobre los nuevos desarrollos en el área de la Inteligencia Artificial. “Lo preocupante es que nadie puede precisar dónde está el límite…”, pensó. Durante las largas horas del vuelo que lo llevó al país asiático, meca de la tecnología, tuvo ocasión de reflexionar sobre su presente y sus proyectos a futuro. Era consciente de que no estaba bien, que buscaba diversivos para no reconocer una crisis interior que lo despojaba de iniciativa y ambiciones. Prueba de ello era, entre otras cosas, el frecuentar ese demencial y peligroso parque de diversiones, sustentado en la Inteligencia Artificial, que era KISS ME QUICKLY. “¡Imbécil, soy un imbécil!” dijo en voz alta sin darse cuenta, sorprendiendo a los viajeros de las butacas contiguas.
—¡Perdón!
—Es un buen motivo para un scotch. —Lo codeó el corpulento vecino de asiento, al tiempo que llamaba a la azafata.
V
Los cuatro días que duró la misión comercial para la empresa que trabajaba, fueron muy provechosos. Le sirvieron, además, para renovar energías y despertar el interés en apostar a un cambio en su vida personal, no apenas vuelto a casa.
Mientras preparaba la valija para el viaje de regreso, se deshizo de las cajas con los objetos comprados, (una cámara, un par de lentes, un teclado musical) y aprovechó para tomar unas fotos desde la ventana del hotel.
Chequeó los tickets de avión (tenía que hacer un par de trasbordos) y el pasaporte.
Mientras cerraba la maleta recibió una llamada de Khushi en el celular. Sobresaltado, estuvo tentado de atender, pero la rechazó y apagó el equipo.
VI
Al regreso del viaje se enfrascó en su actividad profesional, para escapar de pensamientos inquietantes.
Una semana después, un atentado de alta precisión, hizo implosionar el edificio de KISS ME QUICKLY, destruyéndolo por completo. Fue durante horas de la madrugada, después de que una llamada telefónica advirtiera lo que iba a ocurrir, motivo por el cual no hubo que lamentar víctimas ni entre empleados ni en clientes de la agencia, como así tampoco en las construcciones linderas.
Guillermo "Billy" Morrison, ingeniero químico, especialista en explosivos, observó desde el ventanal de su oficina en el piso 20 de una torre cercana, los escombros de hierros retorcidos y vidrios pulverizados, sobre los cuales se entremezclaban las luces intermitentes de patrulleros policiales, bomberos y ambulancias.
En la oscuridad del ambiente, una videollamada lo conmocionó: era Khushi.
Pedro Pablo LilliAgosto, 2023.
¡¡Muchas gracias Pablo, por confiar en Atrapados!!
¡¡Felicitaciones y muchos éxitos!!
Agradecemos a todos nuestros amigos, lectores y seguidores, por sus visitas y valoraciones.
Afectuosamente.Administración de Atrapados por la Imagen.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Redacción cuidada con una detallada descripción, en una secuencia narrativa con tono inquietante que arriba a un final imprevisto.
ResponderBorrarMil gracias, Mario, por tu atenta lectura!
BorrarUna cabeza enardeció a Mr. Morrison al completo; comprometió su cabeza, cuerpo sentimientos etc., al punto de reincidir casi obsesivamente en la experiencia que la IA le propuso.
ResponderBorrarMe pregunto: ¿cuándo en la IH (inteligencia humana) una cabeza convence obsesivamente no solo a un cuerpo humano si no a una masa de cuerpos humanos? ¿cuál será la diferencia en el futuro?
Así Pedro Pablo Lilli mediante la incógnita nos plantea la duda de contenido filosófico y actual.
¡Magnífico aporte al segmento literario!!!!
Marta! Y agregaría a tus válidas preguntas: ¿será posible abstraerse o liberarse de esa obsesión? ¿Cómo? ¿Qué grado de libertad le quedará al intelecto humano?....Abrazo! Gracias, como siempre, por leerme.
BorrarMarta Leonor Puey, es la anonimo
ResponderBorrarQué preguntas!
BorrarSí seguimos concibiendo humanos de modo tradicional las obsesiones, el libre pensamiento y demás yerbas, seguirán latiendo, ¿dónde y cómo? no lo sé
Si la IA resuelve las necesidades sin humanos, ¡qué alivio! seremos espíritu.
¡Querido amigo, tu cuento es apasionante, inquietante, romántico, filosófico, ufff!!!!, mientras leo, logro divisar, problemáticas de un futuro no tan lejano! ¡No puedo dejar de pensar y recordar novelas como las de Kazuo Ishiguro, "Nunca me abandones" donde el autor cuestiona la clonación de órganos!. Hoy frente a la IA y lo desconocido, aún no podemos divisar, las consecuencias o que peligros nos acechan, será el fin del amor tal cual hoy lo conocemos? ¡Bueno amigo, no tengo más que felicitaciones para este nuevo relato, que con mucho orgullo presentamos en Atrapados!!!, gracias!!!!
ResponderBorrarLaura querida, soy yo quien se siente honrado de publicar en la Editorial de Atrapados, que la siento (con tu permiso) mi casa. Creo que, en estos tiempos, estamos corroborando con gran claridad la tesis que "La realidad supera a la ficción". Situaciones y personajes reales nos involucran, como sociedad, en propuestas insólitas que nos colman de inquietud y preocupación...Y la I.A. es algo concreto, que existe, que opera: la combinación con tales situaciones y personajes es Alta Tensión. Abrazote!
BorrarPablo, un relato fascinante que explora de manera meticulosa y cautivadora la búsqueda de emociones y experiencias en la era de la tecnología y la inteligencia artificial. A lo largo de una narrativa que adquiere un tono intrigante y perturbador, con una descripción minuciosa que sumerge al lector en un mundo de posibilidades. El clímax, completamente inesperado, agrega una capa de sorpresa que culmina en un desenlace impactante. Felicitaciones querido amigo, por esta nueva entrega!! Gracias por tu confianza puesta en Atrapados. Te deseo el mejor de los éxitos.
ResponderBorrarMil gracias Ly! Cuando lo comentábamos, mientras te ocupabas de la edición grafica ( a propósito: bellísima la imagen que elegiste para ilustrarlo) me quedó una pregunta pendiente (que se me ocurrió después): ¿Según vos; el virus que aparece en el sistema operativo: pudo haber sido -también- un atentado? Siempre valiosa!
BorrarDefinitivamente!! Esta es una de las muchas posibilidades que nos brinda un final abierto. Invita al lector a retroceder en la narrativa y que comience a tejer conjeturas sobre si el virus en el sistema operativo fue o no un atentado, incluso genera incertidumbre sobre quién o quiénes estuvieron detrás del último. Nuevamente gracias, querido Pablo!!
BorrarEste cuento narra la historia de Billy Morrison, quien se involucra en un misterioso y adictivo negocio de besos personalizados en una agencia llamada "KISS ME QUICKLY". Pronto el personaje se obsesiona con una besadora llamada Khushi. Un atentado destruye la agencia, Billy finalmente enfrenta la realidad.
ResponderBorrarPablo con su admirable imaginación y fantasía , no exentos de humor, nos plantea la fascinación hacia las distracciones digitales, las obsesiones y nos lleva a reflexionar sobre un futuro que se avecina muy artificial y peligrosamente engañoso. Gracias Pablo , te deseo muchos éxitos
El agradecido soy yo, Tesi! Una enorme satisfacción que me leas y que los cuentos te motiven. No sabés cuanto me halaga, conociéndote sensible y observadora. Un beso grandote.
BorrarGracias, por tus palabras Pablo. Un abrazo !!!
ResponderBorrarPablo, cómo me gusta tu forma de escribir. Kiss me quickly, un cuento para pensar, si la moda de la inteligencia artificial, llegará a suplir el sentimiento humano, espero que si algún día llegarán a querer hacerlo, existan personas que, no caigan en ello, sin ser tan extremistas como Morrison... Excelente cuento!! Felicitaciones!!!
ResponderBorrar