Fotografías de autor

¡Este espacio ha sido creado para que todos los amantes de las artes visuales y la literatura, puedan compartir sus trabajos e inquietudes! ¡¡Bienvenidos!!

domingo, 25 de mayo de 2025

DOMINGOS DE CURIOSIDADES. HOY. "LA USINA DEL ARTE"


 USINA DEL ARTE: CÓMO UNA PLANTA ELÉCTRICA SE CONVIRTIÓ EN UN CENTRO DE LA CULTURA EN BUENOS AIRES 




Desde su inauguración, la "Usina del Arte" ha sido un símbolo de la vida cultural de Buenos Aires. Este recinto, además de ser un ícono arquitectónico de la capital argentina, es un centro dedicado a las expresiones artísticas que busca poner la música y las artes visuales al alcance de todos. Además, el origen de su sede, una antigua "usina", término usado en Sudamérica para referirse a una planta eléctrica, es una muestra del éxito que puede nacer de la reutilización y recuperación de construcciones históricas.

Hoy vamos a mostrarte su historia y algunos datos curiosos que, tal vez, no conocías.



HISTORIA DE LA USINA "DON PEDRO DE MENDOZA"

Iniciado el siglo 20, la ciudad comenzó a experimentar un demarcado estilo industrial y, con fachadas que expresaban una clara línea fabril, muchas construcciones fueron cuna de grandes empresas de manufactura. Tras los altos muros, se emplazaba la maquinaria necesaria para la cadena de producción que estaba dando marcha al país.

La famosa Usina "Don Pedro de Mendoza” formaba parte de una serie de edificios destinados a albergar las instalaciones de una empresa de electricidad conocida como la “Compañía Eléctrica Ítalo-Argentina”.

La CIAE contrató al arquitecto italiano Giovanni Chiogna para diseñar más de 200 centrales eléctricas y subestaciones en varios puntos de Buenos Aires, los que serían construidos por Martignone e Hijos.

Para entonces, muchos arquitectos italianos desarrollaron en nuestro país sus excepcionales carreras profesionales. Chiogna, oriundo de Trento, marcó un estilo estético asociado a la compañía, haciendo que estos edificios se identificaran directamente con la firma. Los pisos llevan su logotipo, como también la heráldica de la empresa aparece en escudos aplicados en las paredes.

Aquí, el ladrillo a la vista es protagonista, las ventanas de arco de medio punto, torreones medievales y otros elementos decorativos de línea orgánica completan el conjunto. La empresa no era italiana sino suiza, fundada con capitales de la Franco Tosi, la Pirelli y la Brown Boveri, perteneciente al holding Motor Columbus, con sede en Baden.



La palabra "Ítalo" es un nombre exclusivamente comercial. La Ítalo comienza entonces a producir y distribuir energía eléctrica en las zonas Centro y Sur de la Ciudad de Buenos Aires, para el servicio de alumbrado público y privado, fuerza, tracción y demás aplicaciones. Los servicios eléctricos de la CIAE más tarde se extenderían a varios partidos aledaños.

Así, en una esquina de La Boca, quedó conformado el edificio conocido como “El Palacio de la Luz” ubicado en la actual Avenida Don Pedro de Mendoza al 500.

La nueva usina ostentaba no solo un crecimiento imparable del motor industrial, sino también la “nave insignia” de la compañía, su primer “emblema monumental”. Impacta claramente el estilo neorrenacentista florentino, que nos recuerda al Palazzo della Signoria en Florencia o del Castillo Sforzesco en Milán.

Al ingreso, un gran atrio de acceso o patio de honor nos da la bienvenida, desde donde se ubica una escalera artística hasta el primer nivel.

La calidad de la obra se luce con los detalles de las fachadas internas, revestidas en piedra París, con basamento de granito y capiteles. Los arcos ciegos, los frisos con molduras, frontones con el nombre de la compañía grabado con letras elegantes, rosetones, tragaluces, almenas, gárgolas de gran valor patrimonial y balcones con sus barandas originales son los elementos arquitectónicos desplegados a lo largo de la obra.




La torre de cuatro caras, ícono del edificio, apela a la identificación casi escultórica. Está coronada por un reloj que tuvo una maquina central a péndulo instalada por el relojero español José Vázquez. Dicen que se pueden contar hasta setenta relojes públicos amurados a edificios porteños, algunos ya no funcionan. Se niegan a dejar su función medieval de anunciar las horas, como lo hacían en las iglesias de la Edad Media. Todos nos rendimos ante su valiosa presencia porque sabemos de su importancia, el tiempo.




La Usina marcó un hito en el paisaje urbano destacándose por su escala y monumentalidad que se despliega en un plano que cuenta con una superficie total de 7.500m2. Por entonces, el entorno despoblado permitía distinguir su cuerpo arquitectónico y torre desde zonas lejanas.

La construcción fue por etapas. La primera fue la inauguración de la zona edilicia ubicada en la esquina de Pedro de Mendoza y Pérez Galdós. La maquinaria de su interior había sido montada a fines de 1915 y se puso en funcionamiento en enero de 1916 con tres generadores de 6250 kW cada uno.




Entre 1916 y 1921, el complejo fue ampliado con nuevas instalaciones para abastecer a la demanda creciente de Buenos Aires. Es cuando se efectúan algunas ampliaciones al edificio original y, en dos etapas posteriores de crecimiento, alcanzando su forma final con la construcción de un segundo edificio para desplegar una tarea constante por los siguientes ochenta años.




Con la privatización de los servicios públicos durante la década de 1990, la usina quedó definitivamente abandonada al menosprecio, con una tranquilidad pasmosa.


HISTORIA DE "LA USINA DEL ARTE"

La recuperación, que atravesó varias gestiones, asumió el desafío de transformar un edificio con la impronta industrial de comienzos del siglo XX en un complejo artístico inteligente

El Foyer es el espacio central del complejo. Posee una cubierta de vidrio que logra una iluminación natural cenital de los muros laterales de ladrillo original a la vista, con las incrustaciones de elementos metálicos preexistentes que recuerdan el carácter industrial del edificio. Conforma un gran local distribuidor que comunica la Sala Sinfónica, la Sala de Cámara, la calle interna y conecta este cuerpo con la Nave Mayor.




Durante la intervención del segundo cuerpo, se aprovecharon los soportes de hormigón que sostenían las turbinas para instalar, en la planta baja, una sala de muestras, y destinar la amplia superficie de la planta alta a múltiples actividades artísticas.

Durante su recuperación, la superficie se duplicó a 15.000m2. Por tratarse de una adecuación para un nuevo uso, la obra total incluyó la devolución de la fachada del edificio a su aspecto original, mediante tareas de restauración de carpinterías, molduras, cegado de vanos y remoción de elementos extraños; se demolieron las estructuras de hormigón armado existentes en el acceso a la sala de exposiciones para ubicar las escaleras del público; se removieron completamente las cubiertas metálicas; se retiraron, reforzaron y reubicaron las cerchas metálicas existentes, para recibir una nueva cubierta en ambas naves, asegurando una insonorización del edificio para cumplir con las necesidades requeridas por los asesores acústicos.

Se ejecutaron todas las estructuras de sostén metálicas y en hormigón armado, escaleras, construcciones complementarias sobre la calle interior; perfilería y estructuras metálicas tipo steel-deck en pasarelas, bandejas laterales, circulaciones verticales, escaleras; se ejecutaron las terminaciones y revestimientos interiores de las tres salas destinadas a la ejecución musical, incluyendo el acondicionamiento acústico, la realización de los revestimientos acústicos de madera en cielorrasos, antepechos de palcos y plateas.

La joya de la corona de la "Usina del Arte" es su auditorio, ubicado en la nave principal. Basado en la sala de conciertos Beurs van Berlage de Ámsterdam, tiene capacidad para 1,200 espectadores y ocupa en total 5,500 m².
Dispuesto en tres niveles de plateas, dotada de resonadores, difusores, madera de guatambú, revestimientos especiales, y reflector para conseguir un óptimo nivel acústico. Asimismo, se construyó una sala de cámara con 280 butacas, y un microcine. 

Gracias a su extraordinaria acústica, los conciertos se pueden disfrutar por igual desde sus tres niveles: palcos, pullmans y bandejas laterales. 



Las grandes salas conviven con otras pequeñas e íntimas, “manejando” al público con naturalidad en la superposición de funciones diversas. Con muestras interiores y exteriores, recitales en el patio o en la nueva plaza frente al acceso y un barrio que se activa cuando todo esto sucede.

Quedará por ver si, con el tiempo, finalmente se logra la conexión lógica buscada con el inicio de Puerto Madero o la Costanera Sur como para que este sector de la ciudad se transforme como se esperaba en los planes iniciales de recuperación.

La última adición es la la Plaza de la Usina, un espacio al aire libre con bancos fijos y 2,300 metros cuadrados de parque que permiten la celebración de conciertos al aire libre.




La "Usina del Arte" se ha convertido en un gigante artístico que hace del barrio de La Boca uno de los nodos culturales más importantes y vibrantes no solo de Argentina, sino de toda América Latina.




Idea, Investigación y edición: Isa Santoro
Administradora de Atrapados por la Imagen




Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.

4 comentarios:

  1. Domingos de Curiosidades nos maravilla una vez más con la historia de lugares cuya procedencia desconocemos. Hoy tenemos la oportunidad de descubrir los secretos de este emblemático edificio, que tuve el placer de visitar en varias ocasiones para ver importantes muestras fotográficas. ¡Gracias, querida Isa Santoro!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Laura, muchas gracias amiga! es realmente una maravilla ver cómo pudo transformarse esta usina eléctrica en un centro cultural, tan importante para la ciudad de Buenos Aires. Es un placer para mí hacer estos Domingos de Curiosidades, que realmente ayudan a dar conocer historias tan importantes del Arte en general! Me alegra mucho que te haya gustado! Abrazo enorme!💜💚

      Borrar
  2. Espectacular trabajo. Gracias por compartir!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Daniel. Me alegro que te haya gustado! Un abrazo!!

      Borrar

deja tu comentario gracias!