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domingo, 28 de septiembre de 2025

DOMINGOS DE CURIOSIDADES. HOY, "EL GRITO", DE EDVARD MUNCH

EL GRITO: EL TORMENTO Y LA ANSIEDAD CONVERTIDOS EN ARTE


El grito, Edvard Munch, 1893. Galería Nacional, Oslo.

Nasjonalmuseet / Børre Høstland



Edvard Munch era un hombre atormentado por la ansiedad y la angustia que se refugió muchas veces en el alcohol, lo que empeoró a menudo su estado físico y mental. Su vida fue una constante sucesión de depresiones desde la muerte de su madre y de su hermana cuando solo era un niño. El artista canalizó esa personalidad a través de su obra. Como él mismo comentaría: "En mi arte he intentado explicarme la vida y su sentido".

Esa personalidad alumbró a un referente de la Historia del Arte que puede parecer simple, pero que esconde una realidad tan compleja como la del propio pintor. "El Grito", una introspección a los más profundos sentimientos y emociones de Munch, una pintura que rompe con los convencionalismos académicos para expresar la ansiedad del ser humano ante la magnitud de la naturaleza y el insignificante papel que tenemos en medio de esta.

Hoy en Domingos de Curiosidades, voy a contarte la historia de esta obra y algunos datos sobre la misma que, tal vez, no conocías.



LA OBRA

MÁS DE UN GRITO

"El Grito" son en realidad cuatro versiones de la misma obra: la pintura original, de 1893, expuesta en el Museo Nacional de Oslo, un boceto pintado en pastel y cera del mismo año, otro boceto (también al pastel), de 1895, y una versión de la pintura original, realizada en 1910. Ante la fama de la obra, el pintor también creó una litografía de la que se conservan una treintena de impresiones, incluida una coloreada a mano por el propio artista. Sobre estas líneas, el boceto pintado por Munch en 1895. Se trata de un dibujo al pastel sobre cartón. Es la única versión que permanece en manos privadas. En 2012 fue adquirido por un inversor estadounidense, Leon Black, por alrededor de 120 millones de euros.



LAEXPRESIÓN MEDIANTE LAS FORMAS

Munch pintó la versión "original" de "El Grito", que actualmente se exhibe en el Museo Nacional de Oslo, en 1893. A pesar de comenzar como un pintor figurativo, tras unos años residiendo en París, Munch entró en contacto con las vanguardias artísticas y abandonó la representación realista y las reglas académicas para expresar sus emociones a través de colores y formas. En "El Grito", con un mínimo de formas, el pintor logró una gran expresividad. Las líneas ondulantes del cuerpo, el cielo y el agua dan a la pintura una sensación distorsionada, similar a la de una ensoñación o delirio. No reflejan su apariencia física, sino el tormento psicológico que sufre. Los trazos azules distorsionados de cera en el agua refuerzan la sensación de caos y desorden.



TRAZOS SIN ADORNOS

"El Grito" está pintado con unos trazos muy esquemáticos, sin adornos. Tanto que a veces parece que las figuras estén sin terminar, como los dos paseantes, uno de ellos no tiene ni cabeza. Estas dos figuras constituyen otro elemento simbólico en la obra. Según Munch, El grito está inspirado en la experiencia que le provocó un paseo vespertino. Algunas interpretaciones han querido ver en estos dos paseantes una representación de los que siguen el camino marcado, sin darse cuenta de lo que sucede a su alrededor, al contrario que la figura principal, estremecida ante la exuberancia de la naturaleza.



¿QUIÉN GRITA?

La figura principal de "El Grito" es la sinuosa silueta situada en primer plano de la pintura. Aunque la creencia general es que el icónico personaje de cabeza ondulante emite un chillido ante su desesperación vital, lo cierto es que no grita. Hay una explicación del cuadro escrita por el mismísimo Edvard en su diario un 22 de Enero de 1892 que dice así:

“Estaba caminando con dos amigos mientras terminaba el atardecer, cuando de repente el cielo se volvió rojo sangre, pause porque me sentía exhausto y me recosté en la cerca. Había sangre y lenguas de fuego encima del reflejo negro y azul de la ciudad. Mis amigos siguieron caminando mientras yo me quedé temblando de la ansiedad y ahí sentí el grito infinito de la naturaleza.”

El protagonista tan solo pudo taparse los oídos ante ese estremecedor sonido. Su rostro está reducido a una serie de formas simplificadas que realzan el tormento de la figura.



UN PAISAJE REAL

"El Grito" es una vista real de Oslo tomada desde la colina de Ekeberg, a las afueras de la ciudad. A la derecha de la pintura puede distinguirse un esbozo de la capital Noruega y la silueta de su catedral mientras dos embarcaciones navegan por las aguas del fiordo. Las pequeñas barcas están reducidas a la mínima expresión figurativa y la pintura ocre que se extiende como una mancha de aceite en forma de lengua bífida, recrea, de forma muy esquemática, el aspecto de esa zona del fiordo, con dos calas, que en la actualidad forman parte de un gran puerto.



UN MENSAJE OCULTO

En una de las lenguas rojas del cielo alguien escribió un mensaje a lápiz: "Kan kun være malet af en gal Mand", algo así como "sólo puede haberlo pintado un loco". Desde el principio se especuló con que había sido el propio artista, pero Munch siempre lo negó, dijo que podía haber sido un vándalo durante una exhibición pero, aún así, decidió dejarlo en el cuadro. Un reciente e intenso estudio de la pintura ha revelado ahora que, el autor habría sido el propio Munch, cansado de que se criticara su obra y se pusiera en duda su salud mental. 



LA ÚNICA VERSIÓN FIRMADA

"El Grito" de 1893 es la única de las cuatro versiones que está firmada y fechada por el artista, en la esquina inferior izquierda. En los extremos de la obra se evidencia que Munch pintó "El Grito" sobre un material poco glamoroso, el cartón. Las cuatro versiones están realizadas sobre este material y el motivo de esta elección no tiene, todavía hoy, explicación, más allá del apresuramiento. El cartón es un soporte mucho más frágil que la madera o el lienzo y no puede prepararse, antes de comenzar a trabajar (por lo que la absorción de la pintura no sería homogénea y el resultado final mucho más azaroso). Lo que es cierto es que las obras pintadas sobre este soporte son de una fragilidad extrema. En "El Grito" puede apreciarse como la superficie ha desaparecido en algunas partes. 





DOS OBRAS DE ARTE EN UNA

La imagen debajo de  estas líneas es un boceto de "El Grito" que Munch realizó en el reverso del cartón sobre el que pintó su famosa obra de arte. El artista la abandonaría tiempo después para trabajar en la cara que ahora vemos y que acabaría convirtiéndose en su obra más conocida. Las pinceladas firmes y amplias presentan ya los trazos principales de la pintura expuesta de cara al público en el Museo Nacional: el puente y la barandilla que marcan el punto de fuga, y los trazos sinuosos del cielo, el fiordo y de la figura principal, cuyo rostro todavía permanece vacío. Este boceto, realizado cabeza abajo de la versión definitiva, se encuentra en mejor estado de conservación que el anverso, que ha estado expuesto a la luz, la suciedad y la intemperie durante décadas.



 EL ÚLTIMO GRITO

La siguiente imagen es la última versión de "El Grito", pintada en 1910, realizada en un periodo en el que el pintor revisó algunas composiciones anteriores. Permaneció en posesión de Munch hasta la muerte del artista, cuando pasó a engrosar la colección del Museo Munch de Oslo. Esta versión, que compite en celebridad con la original, combina témpera y óleo y guarda muchas similitudes con su "hermana mayor", pero las diferencias con la obra original también son evidentes: la segunda versión es, si cabe, más esquemática y no está firmada.



ALGUNAS CURIOSIDADES


ROBOS

En febrero de 1994, fue robada la versión más famosa de, "El Grito" que se encuentra en la Galería Nacional de Oslo. Sin embargo, ocho semanas más tarde fue recuperada.

En agosto de 2004, se produjo el robo de la versión de 1910 que se encontraba expuesta en el Museo Munch, siendo recuperada dos años después.


ÍCONO CULTURAL 

"El Grito" es una de las obras más reconocidas del mundo, es comparada con la "Mona Lisa", por su capacidad de transmitir emociones y por su amplio uso en la cultura popular. 

INSPIRACIÓN PARA LA CULTURA POP

La figura central de la de Edvard Munch inspiró la famosa máscara de la película de terror "Scream" y el emoji de la cara súper sorprendida de WhatsApp. 

DESVANECIMIENTO DEL COLOR

Investigaciones revelaron que la humedad es el factor principal que acelera la oxidación y desvanecimiento de los pigmentos de cadmio usados por Munch, lo que hace que los tonos amarillos originales se vuelvan blancos. 



"El Grito" se considera como una pieza clave en el comienzo del expresionismo alemán, un estilo artístico surgido como reacción al impresionismo y al naturalismo con carácter positivo. Los representantes de este movimiento de finales del siglo XIX defendían un arte más personal e intuitivo, dominado más por las emociones y los sentimientos. Sus obras tienen un tono muy pesimista, donde se muestra lo más sórdido y oscuro del ser humano. Edvard Munch fue un claro ejemplo de ello.




Idea, Investigación y edición: Isa Santoro
Administradora de Atrapados por la Imagen





Licencia Creative Commons
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4 comentarios:

  1. ¡Guauuu! Llegó "El Grito" de Edvard Munch, en Atrapados por la Imagen desde la visión de Isa Santoro, imperdible nota y detalles! Gracias Isa por este trabajo tan hermoso!

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    1. Gracias amiga por tu devolución, me alegra mucho que te haya gustado!! Abrazo!!2💜💚

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  2. Respuestas
    1. Muchas gracias Daniel, me alegra que te haya gustado! Abrazo!

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