©EDITORIAL ATRAPADOS POR LA IMAGEN PRESENTA : "ALABAMA" - De la escritora: Marta Puey -

 

 ATRAPADOS POR LA IMAGEN

Cuentos y Relatos Presenta a...

MARTA PUEY

"Artista de Atrapados por la Imagen"

en...

"ALABAMA"

Relato Inédito:  Publicado en Atrapados por la Imagen.

Ilustración: Pedro Pablo Lilli

Edición: Editorial Atrapados por la Imagen

RL-2022-18030193-APN-DNDA#MJ

Registro de propiedad intelectual

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Editorial Atrapados por la Imagen, es un espacio dedicado al arte.

"ALABAMA"

MARTA PUEY

 

Luces rojas se reflejan en los adoquines, a mitad de cuadra se lee ALABAMA debajo la entrada. En la calle, como sombras, mujeres en oferta se mueven insinuantes. María Luisa, cineasta, viajó acompañada de Irene, fotógrafa, e Yvonne, guionista, en busca de locaciones para su próxima película; transitan el lugar, se detienen frente a una de ellas y la primera la interpela:

- La idea es entrar al local y tomar contacto con una realidad que se verá reflejada en el contenido de mi próxima película -, explica la directora.

- Esto es para hombres, en tal caso preguntale - y hace un gesto con la cabeza señalando la esquina - y rajá que me comprometés.

- El que se asoma por la esquina, inquisidor y desconfiado, observa a las tres mujeres que no encajan en el lugar. María Luisa se le acerca seguida por sus colaboradoras, su pelo blanco es un salvoconducto para abordar al personaje sin riesgo alguno.

– Voy a ser clara, estoy buscando locaciones para mi próxima película, me interesa entrar al local con mi equipo y ver la realidad.

 Se toma el tiempo para contestar, reduce el cigarro sumando otra pequeña luz roja en la penumbra, otea desconfiado el alrededor y clava la mirada en la cámara de la fotógrafa, ésta entiende y rápidamente la oculta en su mochila; otra reducción al cigarrillo del que poco queda entre el pulgar e índice, y se le escucha decir:

-Aquí todo el mundo paga, pero por otra cosa.

-Creo haber sido clara -, responde ella.

- Ya le dije aquí se paga- contesta tirando la colilla al agua estancada de la zanja. -¿Cuánto?

             Silencioso saca la cuenta, llegan a un acuerdo y agrega:

            - Con una condición, se hace lo que yo ordene.

     - Diga.

La mira de arriba abajo y agrega:

- Usted da para madama y ellas pueden zafar, síganme.

Antes de entrar a ALABAMA por la puerta lateral al apenas iluminado pasillo dice:

           - La plata -. Las lleva a un cuarto y señala un perchero:

             - Ahí tienen la ropa y maquíllense mucho, la boca roja, se la pintan como una puerta, salen al pasillo, entran al salón, vos, olvídate de la cámara –apunta a la fotógrafa.

    - Queda claro que no nos toca nadie – aclara la directora molesta.

Él, antes de salir y cerrar la puerta, con ironía y desprecio responde:

    - A ver si entiende, ¿Quién las va a tocar?

Entusiasmadas eligen ropa Ivonne alucina con un vestido colorado que lo calza como un guante. Irene pelirroja se decide por el plateado, Ivonne le aconseja camuflar el celular en el corpiño aunque el escote desborde. Ya listas entran por la puerta indicada. Poca luz, una barra, allí está él.

    - Usted detrás de la barra – indica imperativo a la directora, - algo le van a servir -, y desapareció.

María Luisa bebe el wiski y recuerda “La Mafia” de Torre Nilsson, a Thelma Biral en su inolvidable interpretación de Agatha Galiffi; aspira superar el inolvidable film.

Irene, disimula su presencia en uno de los ángulos del salón, saca el celular del corpiño reacomodando la voluptuosidad del escote y lo usa a modo de espejo para resaltar el carmín de su boca en tanto captura imágenes.

Ivonne sentada en la barra cruza las piernas que asoman por el profundo tajo del vestido colorado, fuma displicente; la música no le permite escuchar a quien se le acerca por detrás, pero percibe aliento a tabaco y wiski que la inquietan; María Luisa sale de su abstracción, horrorizada les hace señas, Irene ya no quiere seguir jugando el juego, decide salir por el pasillo seguida de María Luisa sin mirar atrás.

–Muñeca – escucha Ivonne a sus espaldas, la voz la hace vibrar, nunca le había pasado.

Son las ocho  de la mañana, María Luisa prepara café, Irene edita fotos, la puerta del departamento se abre, Ivonne entra, rostro complacido, despeinada, con los zapatos en la mano. Irene no se pierde la situación y captura imagen. Con gracia le dice:

- ¡Ja! lo mío virtual, lo tuyo analógico con información especialmente medida mediante una magnitud física.

 María luisa le alcanza una taza de café, irónica agrega:

- Buen día madame Ivonne. ¡Cuidado no te pase como a la del tango!

- Mujeres… tengo terminado el mejor guion de mi vida – y bebe el café ofrecido.

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©Marta Puey

 Buenos Aires  - Argentina

Edición: Editorial Atrapados por la Imagen

OCTUBRE 2025

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OCTUBRE 2025

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